La producción láctea en marzo de 2025 alcanzó los 816,4 millones de litros, lo que representa un crecimiento del 15,9% respecto al mismo mes del año pasado. Este repunte refleja una mejora significativa frente a marzo de 2024 —año marcado por una fuerte caída del sector— y supera las proyecciones iniciales para el primer trimestre del año.
Tradicionalmente, marzo presenta una baja en la producción en relación con febrero —con caídas promedio entre el 4 y el 5%— debido a cuestiones estacionales. Sin embargo, en 2025 el sector mostró una resiliencia inusual, con una merma mínima en los promedios diarios. Esta performance es un claro indicio de que el proceso de recuperación está en marcha, y de que los factores que condicionaban negativamente la producción comienzan a revertirse.
El acumulado del primer trimestre también confirmó la tendencia positiva: se registró un aumento del 9,7% frente al mismo período de 2024, y un 10,9% si se considera el promedio diario. Estos datos superan la proyección del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que estimaba un crecimiento del 9,1% para el primer trimestre. De sostenerse esta evolución, se podrían alcanzar los niveles de producción de 2023 en el primer semestre del año, y hasta igualar los de 2022 si el impulso se mantiene.
Revertir la caída del 2024
Otro punto clave es que la producción de marzo 2025 quedó apenas un 0,7% por debajo del volumen alcanzado en marzo de 2023, lo que permite afirmar que el sector logró revertir casi por completo la fuerte caída del año anterior. Este repunte no es homogéneo: al desagregar los datos por región, tamaño de tambo y nivel de eficiencia, se observan grandes diferencias, con algunas zonas mostrando crecimientos muy marcados y otras más rezagadas. Aun así, la tendencia general es alentadora para toda la cadena láctea.
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OCLA
El contexto ayuda a explicar este comportamiento. La base comparativa del primer trimestre es baja, producto de una contracción del 13,9% en 2024, según remarcó Rabobank. Este factor, combinado con condiciones climáticas más favorables y relaciones de precios que, si bien han sufrido el impacto inflacionario, aún se ubican por encima de los promedios históricos, favoreció el repunte. El informe de Rabobank fue claro: "Las débiles cifras comparables facilitarán que la producción alcance un crecimiento significativo en el primer trimestre de 2025".
Tendencia para la producción láctea
Los datos preliminares de abril también son optimistas. Si bien aún resta consolidar la información, todo indica que la recuperación continuará durante este mes, que el año pasado mostró una caída acumulada del 14,5%. De confirmarse esta tendencia, el segundo trimestre del año también arrojaría cifras positivas, consolidando el primer semestre como un período de fuerte crecimiento.
gráfico producción de leche 1er. trimestre 2025.png
OCLA
Mirando hacia adelante, las proyecciones para 2025 se consolidan con expectativas de un aumento anual de entre el 5 y el 7%. Esto dependerá, sin embargo, del comportamiento de las variables externas e internas que inciden en la producción: precios internacionales, consumo interno, tipo de cambio, políticas sectoriales y, sobre todo, las condiciones climáticas.
A medida que avance el año, habrá que observar si esta recuperación logra sostenerse frente a una base de comparación más exigente, ya que el segundo semestre de 2024 ya había comenzado a mostrar signos de mejora.
FUENTE: OCLA