Dentro de un establecimiento lechero, el tratamiento y especialmente el manejo del dolor en las vacas son claves para el rendimiento económico. Para hacer un cálculo en pesos, debe tenerse en cuenta como variables el grado de locomoción del animal, cómo la afección repercute en el consumo de alimento y en la producción de leche.
En función de esas variables, y haciendo un cálculo a valores ajustados al mes de julio pasado, se infiere que las enfermedades podales podrían generar pérdidas monetarias de hasta casi $ 4.500 por día, por cada vaca que en promedio debería producir 30 litros diarios de leche. A ello, debe sumarse el costo de los tratamientos y los medicamentos que la situación demande.
La estimación surge de una encuesta que realiza la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata junto a la Asociación Pro Calidad de la Leche y sus Derivados (Aprocal), en la que el dolor en los bovinos de leche es uno de los aspectos a relevar.
Los datos los proporcionó el Dr. Roberto Vaca, especialista en comportamiento y bienestar animal, y en bovinos de carne y de leche, en el marco del décimo episodio de “La vaca alrededor de la Ubre”, transmitido días atrás por la asociación. El encuentro virtual se enfocó en el abordaje del bienestar animal y laboral en el tambo y su impacto en los sistemas de producción láctea.
Prevalencia e impacto de las enfermedades podales
En base a un estudio realizado en 2006, el profesional comentó que "los problemas podales son una situación bastante marcada en los establecimientos, entendiendo que estas lesiones tienen aproximadamente el 23% de prevalencia". Por estas lesiones se ve afectado el caminar del bovino el cual varía según su grado de locomoción, y "se ve afectado el consumo de alimento y por lo tanto la producción de leche", añadió.
Así, ese grado de locomoción afectado (ver cuadro) hace que "esta variación en el consumo de alimento desde -1% al -16% y de 0% a 36% de la producción de leche", explicó Vaca.
Manejo del dolor
Según el Dr. Vaca, el relevamiento de la FCV de La Plata y Aprocal reveló que "el 86% de los encuestados consideran que el bovino presenta dolor ante una práctica, pero sólo el 40% utiliza analgesia para la misma. Y en cuadros clínicos donde el dolor es uno de los aspectos a controlar, como neumonía, diarreas, mastitis, partos distórsicos o patologías podales, el porcentaje se acerca también al 40%. Es decir, que a pesar de que creemos o estamos convencidos de que el bovino tiene dolor, la práctica de uso de anestesia y analgesia no es tan habitual", analizó.
Lo incalculable
Volviendo al análisis del impacto económico de las enfermedades podales en un sistema lechero, hay un punto que "no es fácil de monetizar, que es lo que pasa con las personas que trabajan en el tambo", advirtió el especialista.
Es que "una vaca renga es un animal que va a generar un esfuerzo mayor en el manejo de las personas, va a implicar más tiempo en ese manejo, y de alguna manera, un agotamiento y frustración que a su vez va a transformarse en un mal manejo, y ese mal manejo va a continuar sumando vacas rengas al sistema", describió.
En conclusión, las enfermedades podales son "un problema clínico-sanitario que afecta al bienestar, no sólo de las vacas, sino de las personas".