La primera edición del Congreso de Cereales y Oleaginosas del Gran Chaco Argentino dejó fuertes conclusiones sobre los desafíos que enfrenta la producción de soja en esta región clave del país. Especialistas del INTA alertaron sobre el impacto creciente del clima y remarcaron la importancia de ajustar fechas de siembra y prácticas agronómicas.
Uno de los datos más preocupantes fue aportado por la Red de Soja NEA: cada golpe de calor en la etapa crítica del cultivo puede costar hasta 24 kilos por hectárea de rendimiento potencial. Además, estudios recientes identificaron que sembrar entre el 10 y el 15 de diciembre es clave para alcanzar el rendimiento máximo, mientras que postergar la siembra hasta febrero puede implicar una merma del 38%.
“Frente a estas condiciones extremas, la innovación pasa por diversificar fechas de siembra, reducir la distancia entre surcos, aumentar la densidad y elegir variedades adaptadas. Se trata de manejar la incertidumbre con estrategias inteligentes”, sostuvo Gerardo Quintana, especialista del INTA Las Breñas.
Datos alarmantes sobre el clima
Durante el evento, que reunió a científicos, técnicos y productores en Las Breñas, Chaco, uno de los tópicos centrales fue el impacto del clima en los cultivos de la región. Allí se presentaron registros alarmantes: el febrero de 2025 fue el más cálido en 87 años y el verano tuvo las lluvias más escasas desde que hay registros. Según Carlos Simón, también del INTA local, “el objetivo es acercar el conocimiento generado en los últimos 15 años a quienes realmente lo necesitan: los productores”.
El Congreso contó con respaldo institucional, participación de empresas del agro y conferencias de alto nivel, como la del referente Fernando Salvagiotti, que cerró el encuentro con una visión de futuro para la agricultura en la región chaqueña.
FUENTE: INTA