Imágenes satelitales recientes obligaron a recalcular la superficie sembrada en Argentina durante la campaña 2023/24, revelando un giro significativo: se sembraron 510.000 hectáreas más de maíz y 370.000 hectáreas menos de soja que lo estimado originalmente. Este cambio impacta directamente en la producción proyectada.
De esta forma, el maíz suma 4 millones de toneladas, alcanzando los 48,5 Mt, mientras que la soja pierde 1 Mt, quedando en 45,5 Mt.
El ajuste, que no modifica los rindes previstos en marzo, eleva la superficie total sembrada con maíz a 8,3 millones de hectáreas, de las cuales se espera cosechar 7 millones. Este cambio reduce la caída interanual del área maicera del 24% al 20%. En tanto, la soja se recalcula en 17,64 millones de hectáreas sembradas, con una superficie cosechable cercana a 16,4 millones.
Consecuencias del clima
El incremento del área maicera se explica por el clima, más precisamente por las lluvias registradas entre el 8 y 14 de octubre y el efecto de las “lluvias de Santa Rosa”, que permitieron implantar más maíz temprano del previsto. A pesar de la sequía de septiembre y el temor al spiroplasma –transmitido por la chicharrita–, los productores apostaron por este cultivo que sigue mostrando ventajas productivas y económicas frente a la soja.
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BCR
Además, el ciclo 2024/25 finaliza con una buena noticia: el spiroplasma no habría causado daños relevantes, a diferencia del ciclo anterior en el que se perdieron el 18% de los lotes por esta enfermedad. En el norte argentino, los niveles actuales de chicharrita se consideran normales y, en algunas zonas de Santiago del Estero, incluso se detectaron poblaciones libres del vector. Los fríos intensos del invierno, la menor presencia de maíz tardío y las prácticas de prevención aplicadas habrían sido claves.
El impacto
El ajuste también desagrega su impacto por provincia: Buenos Aires sumó 230.000 ha de maíz, Santa Fe 150.000, Córdoba 80.000 y Entre Ríos casi 50.000, según datos del SIBER. En contraste, el impacto de las heladas del 5 de enero en La Pampa podría generar daños en lotes específicos, aunque aún resta cuantificarlos.
Con solo el 20% del maíz cosechado hasta ahora y un avance lento por el mal clima, se mantienen las expectativas de rendimiento, reforzando la proyección optimista para el cereal. Mientras tanto, la soja deberá esperar los avances de cosecha para posibles ajustes, en un contexto que sigue siendo incierto para el cultivo más tradicional del país.
Informe completo
informe_especial_181_2025_09_04.pdf
Bolsa de Comercio de Rosario
FUENTE: BCR