En el contexto actual de crecimiento de la demanda alimentaria a nivel global, la sustentabilidad emerge como un factor crucial para el desarrollo de la avicultura. Para este año se prevé un crecimiento para este sector a nivel nacional, por lo que la adopción de prácticas sustentables se perfila como un camino para generar mayor valor para productores y consumidores.
Se estima que la producción mundial de carne de pollo alcanza los 102 millones de toneladas, de las cuales, Argentina ha ocupado en los últimos años el 8° lugar como productor, representando el 2,2%, según la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
De acuerdo a datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la demanda per cápita de carne aviar registrada en las últimas estadísticas oficiales asciende a 45,5 kg por habitante al año, lo que implica que una mejor performance para 2024 requerirá mayor inversión en salud, tecnología e innovación.
Por lo tanto, los diferentes actores de la cadena buscan implementar soluciones que contribuyan a reducir la huella de carbono asociada a la industria. Y una herramienta crucial en este proceso es el uso de materiales reciclables o reutilizables con un menor impacto en el medio ambiente.
Medio ambiente saludable
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó la importancia de un medio ambiente saludable para la buena salud y el bienestar de los animales, las personas y el entorno.
En este sentido, el manejo adecuado de los residuos generados en la actividad avícola, como los envases vacíos de antibióticos, es fundamental. Según la Ley Nacional N°24.051, estos residuos se consideran peligrosos y su tratamiento cuidadoso es esencial para evitar daños al medio ambiente y la salud.
sustentabilidad avicola gallina pollo aviar.jpg
En línea con este enfoque, provincias como Entre Ríos (una de las principales productoras avícolas del país), a través de la Ley Provincial N°8880, establecen la gestión responsable de los desechos peligrosos como un aspecto fundamental para garantizar un futuro sostenible y la conservación de los recursos naturales.
El Director de la Unidad de Avicultura de MSD Salud Animal en Argentina, Juan Esteban Calvo, explicó que “los avances de la ciencia son grandes aliados para quienes llevan adelante la actividad agropecuaria y en esta línea MSD Salud Animal brinda nuevas soluciones innovadoras y amigables con el medio ambiente”.
Vacunación liofilizada
Por ejemplo, en la Argentina tenemos disponible la tecnología Sphereon, vacunas en forma de pequeñas esferas liofilizadas que se disuelven de manera rápida y completamente en agua, facilitando la preparación y administración de las vacunas por spray o en agua de bebida en las aves. Además, estas esferas vienen almacenadas en cápsulas de aluminio 100% reciclables y respetuosas con el medio ambiente, lo que permite seguir la línea de responsabilidad ambiental”, aclaró Calvo.
Esta nueva tecnología para la vacunación representa una opción innovadora en comparación con las vacunas tradicionales en viales de vidrio, lo que brinda a los productores la flexibilidad de adaptar su administración según sus requerimientos. De esta manera, al adoptar un enfoque One Health, se promueve la producción óptima de aves mientras se colabora con la preservación del medio ambiente para un futuro sostenible.
“Es importante que todas las empresas reconozcan que la sustentabilidad no sólo mejora su desempeño, sino que impulsa el progreso del país. La tecnología y la innovación deben ser utilizadas como medios para proteger a los animales, las personas y el medio ambiente, contribuyendo así al bienestar general y al desarrollo sostenible”, concluyó el profesional.
El sector avícola se encuentra ante el desafío de satisfacer la creciente demanda de alimentos de manera sostenible y responsable. La sustentabilidad se erige como un pilar fundamental para alcanzar este objetivo, y con un compromiso conjunto hacia este fin, la industria avícola puede continuar prosperando mientras contribuye positivamente al desarrollo económico y social del país, con buenas prácticas y alimentos de calidad.