Los cuadros digestivos continúan siendo una importante causa de pérdidas económicas en las granjas porcinas. Estos producen retrasos de crecimiento, disminución en eficiencia de conversión, variación en el peso de venta, gastos veterinarios, y -de no lograr controlarlos-, elevados índices de mortalidad en los porcinos.
Además de los planes de vacunación (para las patologías en que están disponibles), flujo de producción e higiene de la granja, apoyarse en lo nutricional es de vital importancia para la salud digestiva. El uso de estrategias nutricionales acordes al momento de la vida del animal, demanda y capacidad de digerir el alimento de cada individuo, contribuyen no sólo a prevenir patologías digestivas, sino también a mejorar el estado general del animal.
Javier Sarradel, Med. Vet profesor de la UNR disertó sobre esta temática y reflexionó: “Realizar un abordaje no sólo desde la etiología, sino más bien focalizado en la prevención a través de estrategias no medicamentosas, en búsqueda de una mayor salud digestiva, bienestar animal y reducción de uso o uso más responsable de antibióticos, por la resistencia antimicrobiana, es el gran desafío de la producción actual”.
Visión integral
No debe perderse de vista que todo el intestino tiene un sistema inmune difuso, por lo que además de afectar la conversión alimenticia directamente, las patologías intestinales generan gasto energético y de proteínas de alto valor biológico por la propia respuesta inmune local.
Trabajar en el plano nutricional, asegurando tanto niveles, como calidad de cada componente, incorpora herramientas que no solo previenen la aparición de cuadros digestivos sino que mejoran el estado general de los animales previniendo otras patologías.
La salud digestiva está relacionada a una muy buena calidad de dieta y una dieta equilibrada La salud digestiva está relacionada a una muy buena calidad de dieta y una dieta equilibrada
Dentro de los aditivos que pueden considerarse, podemos encontrar por ejemplo productos que contengan enzimas (Fitasas, Xilanasas, Proteasas), ácidos orgánicos, fibras fermentables, probióticos y aceites esenciales.
MOTIVAR ¿Cuáles son las principales enfermedades en las que poner foco?
Javier Sarradel: Depende de la edad o categoría de los animales, particularmente en el nacimiento del lechón y los primeros días de vida, los principales desafíos bacterianos están asociados a Escherichia coli, en el post destete lo mismo.
Luego hacia el engorde / finalización tenemos otros agentes bacterianos como pueden ser la Lawsonia intracellularis que causa una enfermedad que se llama ileitis o enteropatía proliferativa. La disentería porcina puede ser otro desafío en algunas granjas.
¿Cuáles son las tendencias en tratamiento y prevención en salud porcina?
JS: Las tendencias más definidas están en abordajes nutricionales que tiendan a un uso más equilibrado de la proteína de soja, particularmente en etapas donde el lechón está adaptándose al consumo de esa proteína.
Otra de las tendencias es el uso de aditivos que mejoran la digestibilidad de la dieta, bien sean enzimas que se agregan a la dieta para ayudar al lechón a digerir ese aporte nutricional, el uso de ácidos orgánicos, fibras fermentables y determinados aceites esenciales etc., que nos ayudan a la mayor salud digestiva.
¿Cómo puede ayudar el trabajo el equipo entre nutricionistas y sanitaristas?
JS: ¡Fundamental! La salud digestiva está relacionada a una muy buena calidad de dieta y una dieta equilibrada. Cuando el sanitarista tiene que intervenir para el diagnóstico, a veces el abordaje es un fracaso -por así decirlo- de todo el resto de lo que estamos haciendo.