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Historias

Su amor por el tambo la llevó a ser la primera mujer argentina en una jura

Antonela Barberis es la primera mujer que juró la raza Holando en Argentina. Su participación fue en Todo Láctea y es parte de la Cabaña y Tambo La Lilia.

Motivar | Daniela Mattiusi
Por Daniela Mattiusi 7 de julio de 2023 - 00:00

Su amor por las vacas viene heredado de su papá. Tambera desde la cuna, es parte de la Cabaña y Tambo La Lilia, una empresa familiar dedicada a la cría y mejora genética de la raza Holando Argentino.

Antonela Barberis es la primera mujer que juró la raza Holando en Argentina, más específicamente en la muestra Todo Láctea. Sin embargo, la naturalidad de este mundo lechero y su historia familiar hizo que prácticamente decantara en su presente.

Es médica veterinaria recibida de la Facultad de Esperanza, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe. Vive en un pueblo muy chiquito, de 2.000 habitantes, llamado Colonia Aldao, donde junto a su familia tienen la cabaña.

Es parte de la tercera generación que se involucra en esta empresa que toda la vida estuvo ligada a la lechería. Comenzó su abuelo; luego continuaron sus padres y su tío, quienes aún son la cabeza de la empresa; y desde hace unos años, ella junto a sus hermanos también son parte de La Lilia. Antonela está volcada en toda la parte lechera; su hermano en la agricultura; su hermana es bioquímica y está más cerca del laboratorio; y su primo está dedicado a la parte de ganadería de carne, más específicamente en la raza Braford.

Actualmente, en Cabaña y Tambo La Lilia ordeñan unas 1.100 vacas, aunque el objetivo futuro es llegar a 1.500. Cuentan con el sistema free stall para poder aumentar la comodidad de las vacas para que expresen su mayor potencial genético, como lo vienen haciendo desde hace 60 años.

“La lechería siempre estuvo presente en nuestra vida y yo heredé los genes de mi padre... la pasión por las vacas lecheras. Este amor viene de chiquita, yo era de criar mis terneritos y me pasaba el día en el campo”, comenzó relatando en una charla con MOTIVAR.

“Yo siempre digo que, si te gusta algo mucho, pero mucho, no hay nada que te va a impedir llegar a eso". “Yo siempre digo que, si te gusta algo mucho, pero mucho, no hay nada que te va a impedir llegar a eso".

La vocación por la Jura

Pero este amor por las vacas no fue lo único que heredó de su papá. “Un día dije voy a ser jurado y así comencé muy despacio en mi camino”, recordó Antonela.

Actualmente, es aspirante en la Asociación de Criadores de Holando Argentino y mientras estaba haciendo este recorrido, le llegó la propuesta de José Iachetta para hacer jura a campo de la competencia en Todo Láctea, en Esperanza.

“Para mí la propuesta era un honor así que le pedimos el aval de la Asociación y, una vez que lo obtuvimos, nos pusimos manos a la obra. Realmente fue un trabajo hermoso”, destacó nuestra entrevistada.

Así fue como visitaron más de 30 tambos, todos en la zona de Santa Fe. Lo que se buscaban eran vacas de distintos partos por lo que cada productor hizo una preselección de vacas de un parto, de 2 o 3 partos, de 4 o 5 partos y de 6 o más partos.

“La verdad que la experiencia fue espectacular porque, además del trabajo en sí que a mí me gusta muchísimo, nos sirvió también para poder hablar con ellos, intercambiar las realidades de cada uno y la difícil situación climática que tuvimos todos estos 2 últimos años”, indicó a MOTIVAR.

Además, agregó que no solo le tiene que gustar muchísimo los animales, sino que también se evalúa el fenotipo genético, ya que tiene gran importancia. Y estas son las cuestiones que Antonela trae arraigadas de su familia.

Sin embargo, no deja de tener la importancia de ser la primera mujer en generar esta actividad y los ojos de otras profesionales pueden estar puestos en seguir sus pasos. “Yo no creo ser referente de nada porque uno tiene errores también y lo vamos transitando; pero ojalá sirva para que se animen porque hay mucho trabajo por hacer en los tambos”, manifestó la médica veterinaria.

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Antonela Barberis pasó de la la Cabaña y Tambo La Lilia a ser la primera mujer que juró la raza Holando en Argentina.

Antonela Barberis pasó de la la Cabaña y Tambo La Lilia a ser la primera mujer que juró la raza Holando en Argentina.

“Está bueno el mensaje de que sí se puede"

En relación al rol que ocupa la mujer en el campo, Antonela explicó que lo que sucede en Argentina es un fenómeno raro ya que en otros países hay miles de mujeres trabajando con vacas.

“Pero en este país es como que parece que el ir al campo es una mala palabra y es importante aclarar que se puede lograr indistinto al sexo que sos. Mi papá siempre se ríe porque me dice que tengo una doble faceta: una cuando me ve trabajando en el campo, pero otra en la que yo también tengo mis tacos y cuando me los tengo que poner me los pongo, me peino, me pinto y salgo”, resaltó Antonela.

“Todo esto es muy orgánico para mí, o sea trabajar entre hombres. Voy a las exposiciones, soy la única mujer y todos me conocen desde muy chiquita”, agregó.

Asimismo, indicó que hay pocas mujeres trabajando en el campo pero que, en la Facultad de Esperanza, en el ingreso a la Carrera de veterinaria, ya hay más mujeres que hombres. “Creo que esto sucede porque las mujeres ven que hay un campo de acción enorme para trabajar; así que se están incorporando a este mundo. Además, hay muchas trabajando y gestionando tambos, incluso algunas que nada tiene que ver con la veterinaria. Así que está bueno el mensaje de que sí se puede, que ya no es la fuerza bruta, es usar mucho la cabeza y gestionar mucho con la mente”, manifestó.

“Yo siempre digo que, si te gusta algo mucho, pero mucho, no hay nada que te va a impedir llegar a eso. Lo tenés que seguir y te puede costar un poco más o un poco menos, pero vas a llegar a hacerlo porque te gusta. Yo creo que cualquier cosa se puede hacer”, concluyó Antonela Barberis.

"Está bueno el mensaje de que sí se puede, que ya no es la fuerza bruta, es usar mucho la cabeza y gestionar mucho con la mente”. "Está bueno el mensaje de que sí se puede, que ya no es la fuerza bruta, es usar mucho la cabeza y gestionar mucho con la mente”.

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