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SUSCRIBITEDías después de lanzar una Consulta Pública promoviendo una Declaración Jurada de no uso de productos veterinarios que contengan “17 β Estradiol” para el caso del ganado que se destine a faena con destino a la UE en nuestro país, el Senasa realizó la primera reunión de su nueva Comisión Nacional de Sanidad Animal y Bienestar de los bovinos y bubalinos, dependiente de la DNSA a cargo de la MV. Ximena Melón.
Participaron 25 representantes de los sectores público (como INTA, universidades y CONICET) y privado, tanto del sector productivo, como el de comercialización y el industrial; y también representantes de los Colegios y Consejos de veterinarios privados.
Fue allí donde se clarificó una situación que durante los primeros días de este 2022 generó un revuelo en todo el sector vinculado a la reproducción bovina en el país.
¿El movimiento del Senasa es un primer paso para prohibir el uso del estradiol en el país? No. Pero vayamos por parte.
En la reunión virtual concretada el pasado 11 de enero, los funcionarios oficiales -entre los cuales se encontraban el presidente del organismo, Carlos Paz, y su vicepresidente, Carlos Milicevic- informaron sobre la reciente auditoría de la Unión Europea realizada sobre residuos en carnes bovinas y contaminantes en animales vivos y productos animales, y sobre las propuestas de normas publicadas en la Consulta Pública (Ver recuadro), considerando que la UE exige que los animales que proveen carne para exportar a ese destino no hayan recibido 17 β estradiol y sus ésteres en toda su vida.
Asimismo, explicaron el contexto regional y las experiencias de las auditorías similares de la UE sobre residuos en países vecinos (Paraguay y Uruguay) y las medidas sanitarias tomadas por éstos, que fueron consideradas por el Senasa a la hora de proponer el esquema de garantías sobre el no uso de 17 β estradiol y sus ésteres en vacas y vaquillonas que se destinen a faena en la UE.
“Teniendo en consideración la importancia de sostener el uso actual del 17 β estradiol como herramienta inocua para mejorar los índices reproductivos en Argentina y sobre la base de la información científico-técnica de que su uso en esas concentraciones y con fines zootécnicos no impacta en la salud de las personas, Argentina ofreció al bloque sostener su uso en nuestro país y al mismo tiempo garantizar su no utilización en los animales destinados a faena UE cumpliendo con la exigencia del bloque comunitario”, destaca un comunicado de prensa del organismo sanitario nacional.
Argentina ofreció a sus pares de la región sostener el uso del estradiol en nuestro país y al mismo tiempo garantizar su no utilización en los animales destinados a faena UE, cumpliendo con la exigencia del bloque comunitario.
Se remarcó que las normas que Senasa está proponiendo “no prohíben el uso de esta hormona en Argentina, sino que restringen su uso en aquellos animales que se destinen a faena UE y establecen los procedimientos de declaraciones juradas y controles para garantizar la medida al bloque comprador”.
Más allá de esto y de cara al futuro, los asistentes al encuentro de la Conab coincidieron en que resulta fundamental evaluar alternativas para la sustitución gradual de medicamentos prohibidos por los mercados compradores.
Vale aquí también destacar que hoy, los envíos de carne bovina desde Argentina hacia la Unión Europea representan algo así como el 7% del total de las exportaciones nacionales, consideradas en toneladas.
Presentado el pasado 30 de diciembre de 2021 y vigente hasta el 14 de enero, el Proyecto de Resolución del Senasa sobre este tema propone, en su Artículo N° 1, que: “Los bovinos y bubalinos de las categorías vacas y vaquillonas que egresen de un establecimiento de origen con destino a un Establecimiento Rural Proveedor de Ganado para Faena Exportación con destino a la UE ya sea en forma directa o a través de un remate feria, deberán estar amparados por la “Declaración Jurada de Proveedor” de no uso de productos veterinarios que contengan “17 β estradiol” y sus ésteres”.
Asimismo, en su Artículo 2, la propuesta establece que: “El Establecimiento Rural Proveedor de Ganado para Faena exportación UE, deberá excluir la remisión de bovinos y bubalinos de las categorias vacas y vaquillonas que hayan sido tratados con “17 β estradiol” y sus ésteres”.
Si bien entidades profesionales como la FeVA o FECOVET se han mantenido activas respecto de este tema y su implicancia en las tareas que realizan los profesionales dedicados, por ejemplo, a realizar IATF en el rodeo bovino, fue la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial (CABIA) una de las primeras entidades en salir a reforzar conceptos, destacando que: “No existe evidencia científica que demuestre que el estradiol en IATF genera riesgo para los consumidores”.
Asimismo, la entidad adelantó su postura: “La restricción en el uso de estradiol producirá una reducción en el uso de la IATF con la consiguiente disminución de la productividad de los rodeos, amenazando el progreso genético logrado en los últimos treinta años gracias al incremento de la aplicación de esta biotecnología”.
Distintos profesionales referentes en reproducción bovina se manifestaron respecto del tema. Tal fue el caso del MV Javier de la Mata, quien desde La Pampa y a través de sus redes sociales manifestó: “En los últimos años la técnica de IATF ha tomado gran relevancia en la ganadería argentina. Se inseminan alrededor de 4 millones de cabezas por año y son muchos los beneficios de su aplicación, desde mejora genética, mejora en el manejo de los animales y mejoras en la eficiencia reproductiva de los rodeos para carne”.
Más allá de esto y si bien el texto completo de las declaraciones de Javier de la Mata puede leerse en su cuenta de Facebook, el especialista avanzó: “Partiendo de la base de los fines de su aplicación, actualmente las sales de estradiol son muy utilizadas en programas reproductivos con muy bajas dosis en comparación a otra práctica, no utilizada aquí, que es la promoción del crecimiento, aumentando la conversión y el peso de los animales (dosis más altas anabólicas)”.
Y aseguró: “Sea cual fuere su uso, no existe evidencia científica que demuestre en condiciones in vivo que el consumo de carne con residuos de estas hormonas con dosis altas (promotores de crecimiento) tengan un efecto negativo en la salud de personas (aparición de cáncer). Además, no se han hecho estudios controlados en los que un grupo de personas reciba por un período carne con tratamientos a base de estradiol versus controles positivos y negativos para determinar causa / efecto. Tampoco se han realizado estudios con rigor científico que evalúen el efecto de las dosis reproductivas (0,5 a 2 mg de sales de estradiol), sobre la salud de personas que consuman carne con residuos de menores dosis de estradiol”.
Finalmente, el profesional dejó en claro un concepto sobre el cual parecería haber un consenso general entre los expertos y las autoridades oficiales de nuestro país: “Sabemos que estas concentraciones bajas son usadas en programas reproductivos de IATF, superovulación y transferencia de embriones en bovinos, y no difieren y hasta incluso son menores que las concentraciones de estradiol 17 Beta endógeno generadas por una vaca o vaquillona durante el estro (celo) o en el último periodo de gestación de una hembra preñada”.
¿Vale la pena limitar el uso de esta tecnología vía IATF en aquellos animales que se envían a faena con destino a la Unión Europea a cambio de poder seguir empleándola en el resto de los animales? Parecería que sí, sobre todo porque la otra opción es “convertirnos” en Uruguay, donde la producción y uso interno de productos que contengan estradiol está lisa y llanamente cancelada.
En simultáneo a la controvertida Consulta Pública que propone establecer una declaración jurada de no uso de productos veterinarios que contengan “17 B estradiol” para el caso de los establecimientos que envían vacas y vaquillonas a faena con destino a la UE, el Senasa puso el foco también sobre los laboratorios veterinarios, proponiendo avanzar sobre el rotulado de productos que contienen en su formulación estradiol. De aprobarse la medida, los productos veterinarios nacionales o importados destinados a ser utilizados en animales productores de alimentos para consumo humano, que contengan en su formulación estradiol y sus esteres, deben incluir en sus rótulos: “Este producto no debe administrarse en animales productores de alimentos para consumo humano, cuyos productos y/o subproductos, se exporten a la unión europea y/o a otros países con requisitos equivalentes”.