El sector local de laboratorios veterinarios vio afectada su actividad en los últimos meses, tras decretarse el aislamiento social, preventivo y obligatorio a fines de marzo pasado.
Más allá de la dinámica que muestran las empresas, vale repasar algunas medidas que se han tomado. El hecho de haber licenciado al personal que entra en la categoría de Riesgo por COVID19 (mayores de 60 años, diabéticos, embarazadas, hipertensos, etc) llevó a que los laboratorios debieran reforzar su personal operativo con nuevas contrataciones y sueldos. Se adquirieron computadoras, renovaron teléfonos celulares y reforzaron las inversiones en redes sociales y sistemas de “teletrabajo”, por ejemplo.
Inversiones en equipos industriales y de ozonización, adquisición de saturómetros y arcos de toma de temperatura automáticos; todas acciones que no se habían planeado pero que ya a nadie sorprenden. Esto se suma a la decisión en cuanto a que el personal abandone el transporte público, haciéndose cargo el laboratorio de su traslado diario. Todo combinado con protocolos para garantizar en primer lugar la seguridad y salud de las personas y, luego, la continuidad de las operaciones.
Entre tanto, se cerraron las paritarias con el gremio de la Sanidad (FATSA), estableciéndose un aumento del 7.8% para los trabajadores a partir del sueldo de mayo.
“Estimábamos que este primer aumento rondaría ese valor y entendemos que la idea es ir acompañando el ritmo inflacionario”, aseguraron a MOTIVAR desde la industria.