La reciente detección de un foco de influenza aviar altamente patógena (IAAP) en la provincia del Chaco, Argentina, ha generado una rápida respuesta de los países vecinos. Tanto Uruguay como Paraguay han declarado alertas sanitarias para prevenir la propagación del virus en sus territorios.
El Senasa confirmó el 15 de febrero de 2025 la presencia de IAAP en aves de traspatio en la localidad de Tres Isletas, departamento de Maipú, Chaco. Las especies afectadas fueron gallinas, pavos y patos. Tras la confirmación, se implementaron protocolos sanitarios que incluyeron la intervención del predio afectado, el despoblamiento y la desinfección correspondiente.
Respuesta de Uruguay
Ante la proximidad geográfica del brote, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay (MGAP) declaró el estado de alerta sanitaria en todo el país. La medida busca proteger la salud pública y la producción avícola nacional, dado que la enfermedad puede causar mortalidad súbita en aves, síntomas respiratorios y neurológicos, hemorragias y diarreas.
El MGAP enfatizó la importancia de notificar inmediatamente cualquier mortalidad de aves silvestres o domésticas a la División de Sanidad Animal.
Acciones en Paraguay
De manera similar, el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) de Paraguay emitió una alerta sanitaria tras la detección del caso en Chaco.
Se solicitó máxima alerta a funcionarios, productores y ciudadanía para reportar aves enfermas o muertas. Además, se recomendó evitar el contacto con aves que presenten signos de enfermedad para minimizar el riesgo de contagio.
Situación actual en Argentina
Hasta la fecha, el caso confirmado en Chaco es el único reportado por el Senasa en Argentina en 2025.
Oficialmente no se han dado a conocer nuevos focos de infección en otras provincias. Las autoridades continúan monitoreando la situación y aplicando medidas preventivas para evitar la propagación del virus.
Manejo ante la aparición de un caso
- Notificación inmediata: Reportar cualquier caso de aves enfermas o muertas a las autoridades sanitarias correspondientes.
- Medidas de bioseguridad: Implementar protocolos estrictos en granjas y establecimientos avícolas para prevenir el ingreso y propagación del virus.
- Evitar manipulación: No tocar aves que muestren signos de enfermedad o que hayan muerto sin causa aparente.
- Información actualizada: Mantenerse informado a través de canales oficiales sobre la evolución de la situación sanitaria.
La colaboración entre países y la pronta respuesta de las autoridades son fundamentales para controlar la propagación de la influenza aviar y proteger tanto la salud pública como la economía relacionada con la producción avícola.