Después de algunos años volvemos a sufrir en nuestro país un brote de esta enfermedad zoonótica que afecta principalmente los equinos y al hombre, la encefalomielitis equina.
Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEDespués de algunos años volvemos a sufrir en nuestro país un brote de esta enfermedad zoonótica que afecta principalmente los equinos y al hombre, la encefalomielitis equina.
Se trata de una enfermedad causada por un virus de la familia togaviridade, genero Alphavirus con tres variantes Este, Oeste y Venezolano.
En la década del '30 aparecieron los primeros casos y posteriormente fueron tipificados para nuestro país el virus del Oeste y del Este.
Años después se empezaron elaborar vacunas para prevenir esta enfermedad cuya trasmisión se da por la picadura del mosquito y como reservorios virales en aves y roedores.
Sobre la base de esa tipificación es que se elaboró la vacuna para la prevención
Por el rápido accionar del diagnóstico de laboratorio, hoy sabemos que la cepa aislada en la variante del Oeste.
Eso nos permite saber que las vacunas que se elaboran en nuestro país y/o se importan están conformadas por esas cepas.
Mientras continúa el alerta por el brote de encefalomielitis equina (EE), con diagnósticos confirmados en Corrientes y Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, y Buenos Aires y sospechas clínicas en otros lugares, debemos seguir actuando.
La presencia de esta enfermedad con lleva a limitar los movimientos de los equinos, aspecto este que ya está en práctica en ciertas provincias y lugares de concentración (Hipódromos y eventos hípicos han suspendido sus reuniones)
Sin duda esa limitante trae aparejado los trastornos económicos obvios causados por la suspensión de las diferentes actividades, pero sin dudas hay que tomarlo muy enserio y no dejar que la enfermedad se propague más todavía.
Teniendo en cuenta que gran parte del parque caballar de Argentina lamentablemente no cuenta con la vacunación correspondiente para prevenir la enfermedad y sumado al problema que la trasmisión a través de la picadura del mosquito también puede afectar al hombre.
Hasta donde hoy conocemos la variante es Oeste, y su trasmisión son los mosquitos que contagian el virus de la encefalomielitis, cuyo reservorio son las aves y los roedores
El caballo no le transmite la enfermedad a otro. A su vez, cuando el humano es afectado, tampoco se lo transmite a otro humano.
Dentro de los consejos, las fumigaciones en lugares de concentración, evitar los movimientos sin duda ayuda, pero el más seguro es la vacunación.
Es imposible hoy pretender que alguien para mover sus caballos haya vacunado hace 15 días como máximos porque la falta de vacuna no lo permite, salvo excepciones.
La vacuna fue obligatoria por muchos años y los casos de esta enfermedad bajaron notablemente.
Con el correr de los años empezó a disminuir, por falta de control, y se creó un círculo vicioso que se trató en numerosas reuniones donde los productores no vacunaban y los laboratorios no fabricaban las dosis que se necesitaban.
Así se fue dejando de vacunar y en el 2016 a pesar de la oposición de las entidades, asociaciones, colegios veterinarios, etc, se emitió la resolución 521 donde pasaba la vacuna hacer optativa, no sabemos porque razón científica porque el virus permanecía en sus reservorios y antes se debía haber hecho un relevamiento que indicara su ausencia.
No fue así y hoy estamos donde estamos.
De esa manera se agravó la falta de vacunas y el desinterés de no vacunar se aumentó y por ende la cubertura vacunal descendió notablemente
¿Cuál es el mensaje que queremos dejar? Que vuelva la vacunación obligatoria con debidos controles.
No podemos darnos el lujo de dejar de vacunar en un país tan extenso, con tanta actividad hípica y tan importante en las diferentes disciplinas del deporte ecuestre y con un comercio exterior relevante en muchas de ellas.