Erradicar una enfermedad infecciosa, significa el cese total de la transmisión de la infección por la eliminación del agente etiológico. El logro práctico consiste en que no hay peligro de contraer la enfermedad erradicada porque ya no existe el agente que la produce.
Por eso podemos decir que erradicar una enfermedad es una aspiración, pero que, en la práctica, lo que podemos hacer en realidad y en el mejor de los casos es controlarla. No olvidemos que, a nivel mundial, solo una enfermedad que afecta a la especie humana fue erradicada: la Viruela.
Hay una serie de medidas a llevar adelante para controlar y eventualmente erradicar una enfermedad infecciosa, pero sin dudas las más relevantes son la vacunación y la educación.
No vacunar atenta contra la sustentabilidad de nuestras producciones y es perder de vista la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de los animales
A nivel regional hay distintas enfermedades controladas, pero al no ser conseguida su eliminación mundial (erradicación), esas regiones son susceptibles de que vuelvan a ingresar y los individuos enfermar. La posición generalizada, considerando la gran y rápida movilización de las personas y animales (por ejemplo, aves migratorias) es seguir vacunando, como medida preventiva para evitar el reingreso y consecuente enfermedad de su población.
En el caso particular de la fiebre aftosa, la discusión que se presenta es la de seguir vacunando o no en esas regiones donde, gracias a un efectivo programa de educación y vacunación, han conseguido eliminar localmente la enfermedad, pero al no ser erradicada mundialmente, no se puede asegurar la ausencia completa de riesgo de su reintroducción.
Por otra parte, la sociedad actual no toleraría el sacrificio de entre 8 y 10 millones de bovinos, como fue llevado adelante en Gran Bretaña para detener el brote de aftosa que azotó a las islas en 2001.
Así como tampoco soportaría ver por redes sociales imágenes de animales enfermos como las que se vieron en nuestro país también por esos años, luego que se levantara la vacunación obligatoria a fines de los ´90. Sufrir hoy brotes de tamaña magnitud sería devastador no solo en términos productivos y económicos, sino también en materia de la salud y bienestar de los animales.
A pesar de esto, la situación regional muestra que países como Brasil buscan avanzar en dejar atrás la vacunación contra la fiebre aftosa en bovinos y bubalinos, con el fin de lograr el estatus de libres de la enfermedad, sin vacunación, por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
En ámbitos como la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa (COSALFA) e incluso el Comité Veterinario Permanente del Cono Sur (CVP) éste es uno de los temas que más debates que ha generado en el último tiempo, y lo seguirá siendo, entre los países de la región.
¿Y Argentina?
En reiteradas oportunidades el Senasa ha insistido en que su idea es no dejar de vacunar contra la fiebre aftosa, decisión que cuenta hoy también con el apoyo de las distintas entidades que nuclean a la producción, buscando incluso que esta decisión no limite al país en el comercio internacional de carnes y genética bovina, a través de productos como semen, embriones y reproductores.
Desde FADEFA, entendemos que libre de aftosa es libre de aftosa, independientemente de si se vacuna o no en cada país como medida preventiva para sostener el estatus.
En ese marco, desde la entidad que reúne a distintas entidades representativas de la actividad ganadera nacional destacamos que la vacunación no solo es útil para controlar y erradicar, sino también para prevenir su reintroducción, sobre eso hay un claro consenso técnico.
Además, y frente a la histórica disyuntiva en cuanto a cómo lograr diferenciar anticuerpos de animales enfermos y animales vacunados para dar garantías de la no circulación del virus, entendemos que la situación se ha modificado en cuanto a lo que ocurría con este tema en el pasado.
Hoy sí es posible hacer esa diferenciación mediante test diagnósticos.
Además, mediante terneros centinelas también se puede generar vigilancia sobre este tema en particular.
Teniendo a nuestro alrededor países que van dejando de vacunar, es importante defender el uso de la vacuna no solo como herramienta para prevenir el reingreso de la enfermedad al país, sino también para resguardar la salud y el bienestar de los animales, evitando exponerlos a situaciones de gravedad por una cuestión comercial. No vacunar es también perder de vista la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar animal.
El debate que viene
No fueron pocas las discusiones alrededor de este temapuertas adentro de cada uno de los Servicios Veterinarios de la región.
Tampoco lo fueron en el seno de organismos internacionales como la propia OMSA, en cuya Asamblea Anual de este 2023 se vislumbraba un consenso técnico sobre la propuesta que impulso Argentina junto a 32 países del continente americano (Uruguay y otros países de la región), para modificar el Código Terrestre que limita el tránsito de animales y otros productos derivados como la genética bovina, entre países libres de aftosa con y sin vacunación, el cual finalmente no logró materializarse en los hechos. Siendo que la Comisión científica de la OMSA en febrero de 2023, en Paris, fueron quienes dictaminaron que el riesgo de transmisión del virus es insignificante.
¿Qué ocurrirá en 2024?
¿Cuál será la posición técnica de nuestro país en la Organización Mundial de Sanidad Animal de mayo próximo? ¿Qué debates regionales se posicionarán meses antes tanto en la COSALFA, como en el CVP?
Estos serán los temas que irán marcando la agenda que viene, sobre la base de discusiones técnicas y la indispensable presencia de consensos en la búsqueda del mejor modelo posible para el crecimiento del sector ganadero nacional.
Desde FADEFA venimos apoyando el trabajo que está llevando adelante TAFS Forum, organización sin fines de lucro con sede en Suiza, dedicada a facilitar el intercambio de conocimiento, para generar un cambio de paradigma instalado sobre una diferenciación que hace la OMSA, sobre países libres de fiebre aftosa con y sin vacunación, para que sean considerados bajo un mismo estatus sanitario.
Desde FADEFA también consideramos que una vez cumplidos todos los requisitos exigidos por la OMSA y logrado el reconocimiento de país libre de fiebre aftosa, es potestad de cada país decidir cómo asegurar la continuidad de ese estatus sanitario logrado.
La recomendación de FADEFA es seguir vacunando y que por ello no sea discriminado el país que considere a la vacunación como una herramienta eficaz para evitar reintroducción de fiebre aftosa, sino una forma de poder seguir dando garantías de la calidad de nuestras carnes, a través de un trabajo público-privado serio y consistente en el tiempo.