Luego de una presentación realizada por el Comité de Coordinación en Investigación en Salud Animal (CCISA) en Montevideo, se conoció que en el periodo 2011-2021, se perdieron al año cerca de U$S 800 millones en Uruguay por problemas de salud animal en las cadenas de producción, principalmente de bovinos.
Analizando los resultados por cadena productiva, la primera observación realizada por los consultores refiere a la incidencia de los bovinos de carne, cuyas pérdidas en salud animal representan en promedio el 55% del total.
Le siguen en relevancia, la cadena de bovinos de leche con 29%, y la cadena ovina un 14% (Ver Gráfico N°1).
Estos datos no pasaron desapercibidos entre las autoridades presentes, puesto que la magnitud de las pérdidas equivale, en promedio y para el periodo 2011-2021, al 20% del PIB agropecuario, considerando agricultura, ganadería y silvicultura. “Si se considera exclusivamente el PIB pecuario, las perdidas equivalen a casi el 34% del valor agregado por las cadenas de producción animal (exceptuando los animales de compañía y las perdidas por zoonosis)”, aseguraron los referentes, encabezados por el MV Alejo Menchaca.
Bovinos de carne
En la cadena de bovinos de carne las pérdidas se ubican en el entorno de U$S 400 millones anuales. En este caso se consideran pérdidas directas por mortandad, animales no nacidos y animales adultos que no se produjeron por los animales que no nacieron.
También se observó una relación más débil que en las cadenas antes analizadas entre la evolución de las pérdidas y el precio promedio ponderado de las muertes.
Si bien persisten fluctuaciones asociadas de ambos fenómenos, la variabilidad de las pérdidas parecería tener explicaciones adicionales.
En la cadena de bovinos de carne las pérdidas se ubican en el entorno de U$S 400 millones anuales
Por ejemplo, a caída de las pérdidas en el año 2017 se explica por una reducción a raíz de teneros faltantes.
En el Gráfico N° 2, se presenta la etiología de las principales causas de mortandad en bovinos y las causas de pérdidas de terneros no nacidos. Estas proporciones surgen del relevamiento y registros de análisis diagnósticos de laboratorios de DILAVE de casos de un período de 10 años (UNIRAD, 2022).
Este análisis se realiza a partir de información de bovinos en general, sin diferenciar entre bovinos de leche y bovinos de carne. Sin embargo, por la proporción de los bovinos de carne en el rodeo general y por las particularidades de la lechería, esta información podría ser más representativa de la cadena de bovinos de carne.
Las afecciones de salud animal que causan la muerte de animales y resultan más costosas en términos de pérdidas económicas son: causas bacterianas (34,6%) y parasitarias (21,6%) como las principales fuentes de pérdidas económicas en la cadena.
Por su parte, los abortos representan el 61,2% de los terneros faltantes.
Bovinos de leche
En la cadena de bovinos de leche las pérdidas se ubican en el entorno de U$S 200 millones anuales (Ver Gráfico N° 3), con algún periodo entre 2011 y 2015 que se ubicó más cerca de los U$S 250 millones.
La principal fuente de pérdidas está asociada a la producción de leche, razón por la cual se observa una relación consistente entre la evolución de las pérdidas y la evolución de precios.
Las pérdidas de producción de leche se presentan según los tres escenarios de productividad descriptos en el modelo. El 30% del rodeo lechero considerado en tambos de 16 litros de leche por vaca masa por día, explican 10 puntos porcentuales de un total de 28% de leche que no se produce.
Los tambos del escenario promedio, que representan el 50% del rodeo lechero, explican otros 13 puntos porcentuales, mientras que los tambos de mayor eficiencia que representan el 20% del rodeo lechero, explican sólo 4 puntos porcentuales del total de pérdidas en leche.
También se consideran en bovinos de leche las pérdidas en la producción de carne, por muertes directas, terneros perdidos y hembras adultas que no están disponibles para la reposición por no haber nacido. Pare el periodo 2010-2021 esas pérdidas se ubican en el entorno de los U$S 27 millones anuales, que, si bien es una cifra importante, resulta de menor magnitud que la que se reporta en la producción de leche.
¿Y cuánto invierte?
En su presentación, los consultores detallaron que desde el sector público y privado se invierten U$S 224 millones al año para resolver las problemáticas vinculadas a la sanidad animal. Por cadena productiva, los bovinos de carne representan el 42% del gasto, los animales de compañía el 32% y los bovinos de leche el 16%.
Se invierten U$S 224 millones al año para resolver las problemáticas vinculadas a la sanidad animal
En lo que refiere a la búsqueda de nuevas soluciones de I+D, la consultoría mostró que entre 2018 y 2022 la inversión en salud animal fue de U$S 5 millones anuales, lo que representa el 2,5% de la inversión total en ciencia y tecnología del país (U$S 200 millones). “Esto es poco siendo un país donde el PBI ganadero representa aproximadamente el 5% del PBI total, se podría invertir quizás el doble en I+D en salud animal para estar en un nivel aceptable", afirmó Menchaca.
"Si Uruguay no cambia y seguimos como estamos, vamos a seguir perdiendo y gastando más de U$S 1.000 millones año tras año. Para un país como el nuestro, con una economía basada en la producción agropecuaria, es fundamental reducir esas pérdidas buscando soluciones diseñadas para nuestros problemas", señaló el referente.
Y completó: "El camino hacia el futuro debería comenzar diseñando y planificando una estrategia nacional y una política a mediano y largo plazo para atender esta problemática que ahora sí conocemos en profundidad. Es muy difícil generar políticas públicas y privadas si no conocemos la magnitud de las dificultades que queremos resolver. Ahora sabemos cuánto estamos perdiendo por problemas de salud animal y creemos que el próximo paso es invertir justo ahí, donde más estamos perdiendo", concluyó el experto.