El 20º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis confirma la presencia sostenida de la chicharrita del maíz en todas las regiones monitoreadas del país, con niveles de capturas que se mantienen elevados respecto de campañas anteriores.
El documento releva datos obtenidos entre enero y mayo de 2024 en 57 sitios distribuidos en 11 provincias, e indica que la densidad poblacional del insecto se mantuvo alta en zonas del norte y centro argentino, con registros destacados en Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, compuesta por investigadores, técnicos, universidades, INTA y empresas privadas, analizó 57 sitios distribuidos en 11 provincias argentinas: Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, San Luis y Buenos Aires.
El relevamiento se realizó entre enero y mayo de 2024 con trampas amarillas semanales, evaluando la presencia y abundancia del insecto vector que ha generado estragos en la agricultura argentina.
Focos de alta intensidad
El informe destaca una presencia confirmada de chicharrita en todas las regiones monitoreadas. Las mayores densidades se registraron en el norte del país, especialmente en Santiago del Estero y Chaco, donde las capturas superaron los 1.000 individuos por trampa en algunas semanas.
En Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires también se observaron niveles importantes, con picos de entre 300 y 800 insectos por trampa, según el sitio.
Variabilidad regional y dinámica poblacional
Durante los primeros meses del año, se observó un patrón de crecimiento poblacional en la mayoría de las regiones.
En general, las capturas comenzaron a aumentar en febrero, alcanzando sus máximos en marzo y abril, con una leve disminución hacia mayo. En Buenos Aires, por ejemplo, se alcanzó un promedio de 400 individuos por trampa en marzo, mientras que en Córdoba los valores oscilaron entre 100 y 600 dependiendo del departamento.
Respecto de la campaña 2022/23, los valores de capturas en la 2023/24 fueron en su mayoría superiores, especialmente en el centro del país, lo que indicaría una expansión sostenida de la plaga.
En Buenos Aires y Santa Fe, el número de sitios con detecciones positivas fue mayor que en años anteriores, lo que confirma la tendencia de avance geográfico hacia el sur.
Monitoreo de patógenos asociados
Además del insecto vector, el informe incluye análisis moleculares para determinar la presencia de los patógenos que transmite: Spiroplasma kunkelii, Maize bushy stunt phytoplasma y el virus del rayado fino del maíz (MRFV).
Los resultados preliminares indican una alta proporción de insectos positivos para Spiroplasma en las regiones del norte, aunque con detecciones también en Córdoba y Santa Fe. En cambio, la presencia de fitoplasmas y MRFV fue baja y localizada.
Aunque el informe no propone recetas técnicas definitivas, remarca la importancia de continuar con el monitoreo semanal, intensificar la vigilancia en regiones centro-sur y avanzar en estrategias regionales de manejo integrado.
También destaca la necesidad de evaluar la eficacia de los controles químicos aplicados durante la campaña y estudiar la susceptibilidad de los híbridos utilizados en zonas afectadas.