El mercado veterinario transita un punto de inflexión. Con la inflación (por ahora) en retroceso y una demanda que se recalibra, la cadena de valor enfrenta una clave disyuntiva: ¿seguir apostando al crecimiento vía volumen o rediseñar estructuras para sostener márgenes en un contexto más austero?
En esa tensión se debaten laboratorios, distribuidoras y veterinarias, que ven cómo las reglas de juego cambian de manera acelerada. La caída de los precios relativos, el freno en la reposición de acciones y la necesidad de ser más eficientes obligan a tomar decisiones que antes se postergaban. En este escenario, cada movimiento define no solo el presente, sino también la sostenibilidad futura de la industria.
El sector de los laboratorios y distribuidoras veterinarias se encuentra en pleno movimiento, buscando afianzarse ante el nuevo escenario macroeconómico nacional, el cual va delineando sin dudas un nuevo mercado.
Tal como se anunciara en la Cumbre de la Industria Veterinaria Argentina 2024 (CIVA), el sector de los laboratorios y distribuidoras veterinarias se encuentra en pleno movimiento, buscando afianzarse ante el nuevo escenario macroeconómico nacional, el cual va delineando sin dudas un nuevo mercado.
Debate
“Devolveme la inflación”, bromeaba un distribuidor recientemente en diálogo con MOTIVAR poniendo sobre el tapete el cambio sustancial vivido por este eslabón de la cadena en los últimos meses. “Así como hace un tiempo se especulaba con que los productos iban a aumentar siempre de precios, hoy vemos especulación a la espera de que -por el contrario- sigan bajando mes a mes”, nos graficaban también.
“Hay que dejar de hablar y salir a vender”, avanzaba otro referente de este rubro. ¿Por qué? Porque existen también aquellos que creen que es tiempo de resignar algo de rentabilidad en favor de agilizar las ventas, tal como viene ocurriendo en otros rubros, como puede ser la maquinaria en el caso del agro, o los alimentos balanceados si hablamos de las mascotas.
“Devolveme la inflación”, bromeaba un distribuidor recientemente en diálogo con MOTIVAR poniendo sobre el tapete el cambio sustancial vivido por este eslabón de la cadena en los últimos meses.
Esta situación no es la elegida por los dueños de los laboratorios, que si bien han visto disminuir en los últimos meses el peso de la materia prima sobre los precios finales de los productos veterinarios, tienen fundamentos de sobra para mostrar cómo su costo de estructura y comercialización se ha incrementado en el último tiempo, poniendo en foco la mayor eficiencia que se les exige a todos sus equipos.
Adecuación al nuevo mercado veterinario
“Puede ser que bajando los precios se venda más, pero esa no es la solución si queremos una industria sólida y con capaz de cumplir con las normas actuales”, expresan cuando se los consulta sobre este tema.
¿Todos los productos que bajaron sus precios relativos (salida de laboratorio) lograron cumplir con el estimado de unidades a comercializar?
Sin dudas este año será clave el control y la adecuación de los costos al nuevo mercado... tanto como la imperiosa necesidad de volcar cada vez más tiempo y recursos en estimular la demanda de productos que son indispensables tanto para el bienestar, como la productividad animal.