Por eso, adecuar y ajustar la carga del sistema productivo no solo será para tener buenos índices de preñez, sino para garantizarnos esa “Nutrición Temprana”.
Estrategia
La decisión de cuándo comenzar el servicio deberá coincidir con el momento del año en que, al parto, la disponibilidad forrajera sea la mejor en cantidad y calidad. Es decir: primavera climática, para que la vaca tenga al momento de la parición y pico de lactancia la mayor y mejor cantidad y calidad, respectivamente, de ese recurso forrajero.
Pero teniendo en cuenta que, en invierno, plena gestación y quizás en muchas regiones del país, estamos en un estado avanzado de la preñez donde los requerimientos son altos, no solo hay una limitante del consumo por la calidad del forraje, sino también porque el útero grávido (preñez) hace peso sobre el rumen y también lo limita.
Entonces tenemos: baja calidad, baja cantidad, limitado el consumo, cómo vamos a lograr una buena nutrición de la vaca y de ese ternero gestante.
Si es por la vaca: Lograr menor cantidad días puerperio, mejor actividad ovárica, más cabeza de preñez, etc.
Si es por le ternero: Nutrición temprana óptima en todo su desarrollo fetal, que va a influir en forma muy directa a su futura performance productiva; pubertad temprana, desarrollo de su masa ósea, muscular, etc.
Como ya seguramente todos tenemos adecuado el sistema para garantizar buenos índices reproductivos (preñez, parición y destete), ahora nos pondremos a pensar, planificar y a ejercitar el planteo para lograr un buen índice productivo, que será el de producir mayor cantidad de kilos de ese ternero al destete.
Por ello debemos plantearnos la posibilidad de suplementar a la vaca en la época de menor valor nutricional del forraje, que es en invierno, teniendo en cuenta principalmente, como les comentaba, que la disponibilidad forrajera decrece en cantidad y calidad.
Su digestibilidad es baja, además de no poseer la cantidad de nutrientes suficientes, con el agregado de la baja de consumo por cuestiones físicas propias de la planta y disminución de la capacidad del rumen.
No quiero aburrirlos, hablando de trabajos “científicos”, pero es bueno mostrárselos para que ratifiquen, lo que, en esta ronda de mates, vamos charlando.
Vaquillonas hijas de vacas que recibieron suplemento proteico durante la gestación tuvieron mejores pesos al destete, mejor peso al servicio, mejor peso al tacto, y mejor índice de preñez que las vaquillonas hijas de vacas que no recibieron suplementación.
La suplementación proteica durante la gestación tardía aumentó el peso al destete, ganancia de peso al destete y proporción de terneros destetados cuando se compararon con terneros hijos de vacas suplementadas con no suplementadas que comían campo natural. (Stalker et al., 2006, 2007; Larson et al., 2009)
Novillos hijos de vacas que recibieron suplementación proteica, recibieron menor cantidad de tratamientos por enfermedad al ingresar al feedlot, comparados con aquellos terneros hijos de vacas no suplementadas. (Mulliniks et al. 2008 and Larson et al. 2009.
Fetos subnutridos, generan novillos con menos capacidad de marmoreo. (Du et al., 2010).
Fetos subnutridos dieron novillos que pesaron menos y sus carcasas fueron más livianas a 30 meses de edad (Greenwood et al. 2009)
Fetos bien nutridos, produjeron carne con mayor terneza.
Los años de presentación que tienen estos trabajos no hacen decaer la certeza, en lo que resaltan.
Restringir a las madres durante la etapa de gestación tiene consecuencias productivas futuras en sus hijos. Restringir a las madres durante la etapa de gestación tiene consecuencias productivas futuras en sus hijos.
Resumiendo
Restringir a las madres durante la etapa de gestación tiene consecuencias productivas futuras en sus hijos, tanto en los machos, como en las hembras.
Si, debemos saber que las herramientas e insumos, para dicha suplementación invernal, dependerá de la zona en la que nos encontremos. Porque no en todos lados hay subproductos disponibles a un costo y logísticas óptimos.
Entonces cada uno se lo planteará y planificará desde dónde esté, qué, cómo y cuánto.
Acá no hay recetas, ya que la disponibilidad de subproductos, productos comerciales, sistemas productivos y por qué no la propia idiosincrasia de productor, tienen tantas variables que es mejor analizarlas en forma individual.
Una vez que el ternero/a ya nació, debemos tener en cuenta que la calidad del forraje consumido por éste también debe ser de muy buena calidad, aportando los nutrientes necesarios para su mejor y mayor crecimiento y desarrollo; teniendo en cuenta que:
A partir de los 3,5-4 meses de vida, la ganancia de peso del ternero depende poco de la leche ingerida, pasando a ser mayor su dependencia del pasto ingerido.
A los 120 kilos, la leche de la madre aporta menos del 10% de la ganancia de peso del ternero.
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Considerando que la vaca está bien nutrida, el aporte de la leche, más lo que consuma el ternero por su cuenta, los terneros destetados con buen nivel nutricional, tiene un impacto altamente positivo sobre:
- Efectos sobre stress.
- Ganancias de peso a la entrada a feedlot.
- Efectos sobre tejido graso (maduración adipocitos).
- Menor cantidad de terneros enfermos.
Sí, deseo resaltar y terminando la ronda, porque el mate está lavado y frío, que lo que vayamos a usar, al ver los índices reproductivos y los productivos, se paga solo.
Además, si somos productores de terneros, el invernador, sea a campo o a feedlot, estará contento por la performance de esos terneros y seguro volverá a buscarlos, resaltando la calidad de nuestro producto: ¡Que no es poco!
A los que se compartieron, mes a mes, esta ronda de mates; a MOTIVAR que nos cedió el espacio, primero: ¡MUCHAS GRACIAS! Y el deseo de un gran final de año y mejor 2024.
Que el 2024 sea mejor que el 2023, pero peor que el 2025.
Lo abordado por el MV Fernando Grippaldi, está a disposición en charlas destinadas a productores, técnicos y operarios.
Más información: [email protected].