La ganadería en las vastas zonas áridas y semiáridas de Mendoza siempre ha sido un desafío, marcada por la impredecible variabilidad climática que complejiza los sistemas de cría y golpea los ciclos productivos. Pero un equipo de especialistas del INTA y del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) está cambiando el juego, demostrando que la clave no es luchar contra el clima, sino anticiparse estratégicamente para minimizar el riesgo y disparar la eficiencia del rodeo.
"Gestionar eficazmente un sistema de cría significa integrar el ambiente y la empresa como un todo. Cada decisión técnica tiene un impacto directo tanto en lo económico como en lo ambiental", asegura Sebastián Mora, investigador de INTA Rama Caída. Reconoce que "existen herramientas concretas que permiten planificar, organizar y producir con mayor estabilidad en estos entornos complejos".
Momentos clave
Los expertos han identificado tres momentos críticos en el camino de todo productor ganadero: la definición de la preñez del próximo ciclo, la recuperación de la condición corporal de la vaca y el manejo de esa condición durante el invierno y preparto.
Adrián Orozco, también investigador de INTA Rama Caída, es enfático: "Reconocer esos momentos críticos permite anticiparse a los desafíos y aplicar estrategias eficaces para mejorar la eficiencia del rodeo".
Las estrategias estrella que están transformando la ganadería mendocina incluyen:
• Planificación forrajera y ajuste de carga: Considerada la "herramienta central", permite equilibrar la oferta de forraje con la demanda de los animales, ajustando la carga de ganado para optimizar los recursos.
• Sistema de pastoreo rotativo diferido: Esta práctica aporta sostenibilidad al sistema. No solo es fundamental ajustar oferta y demanda, sino que es "imprescindible asegurar el tiempo de recuperación de las pasturas". Esto es vital para que las vacas lactantes, que tienen mayores requerimientos nutricionales durante la parición y el servicio (etapa clave para definir la preñez), cuenten con "un buen tamaño de bocado". Además, en años de sequía, este forraje diferido puede complementarse estratégicamente con suplementos para mejorar la calidad de la dieta.
• Destete oportuno: Una técnica complementaria esencial para evitar la pérdida de condición corporal de la vaca y asegurar su preñez en el próximo ciclo.
Éxito comprobado
Los establecimientos que adoptaron estas metodologías con el asesoramiento del INTA están reportando mejoras significativas:
• Estancia Travesía: En un módulo experimental del INTA, la disponibilidad forrajera se disparó de 150 kilogramos de materia seca por hectárea en 2020 a impresionantes 250 kg/ha en 2025.
• Establecimiento La Sofía: Demostró cómo el pastoreo rotativo diferido permitió incrementar la carga animal, pasando de necesitar 20 hectáreas por equivalente vaca a solo 17 hectáreas para alimentar al mismo animal durante todo el año.
• Preñez superior al 85%: En todos los casos donde se implementó esta tecnología, se lograron tasas de preñez superiores al 85% en los últimos 3 años.
Jornada de IPCVA e INTA
Mañana miércoles 25 de junio, el IPCVA y el INTA Rama Caída invitan a una Jornada a Campo en General Alvear, Mendoza.
Bajo el eslogan "Herramientas claves para una ganadería sustentable", este encuentro –que se realizará en el Establecimiento “La Sofía”– es una oportunidad única para asistir a disertaciones técnicas de primer nivel sobre nuevas tecnologías para el manejo de pastizales naturales, el desafío de la nutrición extensiva y herramientas para la rentabilidad.
También se podrá participar en dos salidas a campo para observar en acción tecnologías innovadoras, como el uso del rolado para mejorar el pastizal y el manejo de la lactancia.
La entrada es libre y gratuita, pero los cupos son limitados.
FUENTE: INTA