La industria argentina de feedlot tiene un cierre de año cargado de incertidumbre.
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Si bien los corrales están llenos y el índice de reposición que comparte regularmente la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), sobre un universo de 104 establecimientos, se ubicó en 1,30 para septiembre, al mismo tiempo, Senasa indica que el mismo indicador en 0,8. Es decir, literalmente un 20% por debajo del histórico para los últimos tres años.
El dato del ente oficial toma los más de 1.200 establecimientos registrados en todo el país.
Sin embargo, el borrador con el dato más actualizado de la Cámara sectorial indica que el mismo índice cayó a 0,71 para el arranque del mes de noviembre.
Esto abre un nuevo interrogante en el rubro: ¿qué pasará en 2024 con la oferta de carnes?
En diálogo exclusivo con MOTIVAR, Fernando Storni, gerente general de la CAF, adelanta que la enorme incertidumbre que cubre al sector dificulta pronosticar los próximos tres meses de la industria.
Para ponerlo en otras palabras: nadie sabe si habrá carne, ni tampoco a qué precio.
“El último año tuvimos un adelantamiento de la faena producto de la sequía, algo que se cortó; pero la oferta de corrales empieza a disminuiry no visualizas oferta de campos suplementados debido a las consecuencias de esa misma seca”, señala Fernando Storni.
Y sigue describiendo la situación actual: “Por otro lado, el problema viene por el lado de la oferta de insumos de alimentación. No solo debido al precio del maíz, sino sobre todo a la disponibilidad. A su vez, el acceso a otros subproductos que componen la oferta nutricional de la industria en medio de esta situación política, lleva a que las ventas en pesos sean casi nulas y aquellas dolarizadas a 75 días son inusuales, lo que incrementa la incertidumbre”.
La sequía dejó paso a las precipitaciones y las mismas tuvieron un efecto casi inmediato en las islas.
“Llegó el agua y los animales que salen de las islas irán a faena y corrales al punto tal que los dueños de aquellos que ofrecen hotelería les piden a sus clientes no reponer”, asegura el ejecutivo que sigue de cerca distintos temas no solo ligados a la producción, sino también a la sanidad en los corrales.
“Ante menor oferta se espera una suba de precios, pero ese pronóstico se dificulta porque una posible devaluación puede impactar en la demanda”, analiza jugando en la cornisa de la incertidumbre.
Mientras tanto, hoy “el negocio va a pérdida a tal punto que, en tres meses, el gordo debería estar vendiéndose arriba de $1.400 para lograr el breakeven”, cierra Fernando Storni su análisis sobre el panorama actual, en el diagnóstico de nuestro medio.