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SUSCRIBITE A fines de marzo se llevó adelante -de manera virtual- el Seminario Internacional “Innovación tecnológica en reproducción natural ganadera”, organizado entre el laboratorio Agropharma y el Parque Científico y Tecnológico de la Facultad de Agronomía de la UBA. Fueron dos jornadas para capacitar sobre nuevas tecnologías dirigidas a profesionales en el manejo de la reproducción bovina.
En ese marco, también se presentaron referencias y resultados a campo de BullSynch, “una herramienta que permite inducir y activar el ciclo reproductivo y sincronizar los celos de los bovinos para ordenar el servicio natural”, tal como describió Juan Carlos Capece en representación de Agropharma.
A lo largo de toda la jornada quedó claro que la cría bovina es uno de los procesos más desafiantes de la producción ganadera y que si bien en nuestro país un 15% aproximadamente de las hembras se encuentra bajo programas de IATF, el resto de la reproducción se basa en la monta natural.
Por eso fue más que interesante escuchar al médico veterinario y referente internacional, Gabriel Bó, participar del Seminario destacando el rol de los veterinarios en la reproducción de precisión.
“Los profesionales podemos influir en la tasa de destete, que va a estar relacionada con la preñez y el peso de los terneros. Esas dos variables nos van a dar principalmente la eficiencia reproductiva”, explicó.
Pero claro que no todo es tan sencillo.
“Si queremos producir carne a paso de una manera económica debemos tener un intervalo entre partos de 12 meses para lograr lo de 1 ternero por vaca y por año. Una frase muy fácil de decir, pero no de conseguir. Porque de los 365 días que tiene el año, al menos 280 se lo lleva la gestación. Es decir que en el día 85 posparto deberíamos tener el 100% de las vacas preñadas… no es tan fácil”, resumió Bó la problemática.
Y agregó: “Algunas de las variables fisiológicas que van a trabajar en contra de cumplir el ansiado objetivo son la involución uterina (30 días) y el anestro posparto, que en las mejores condiciones será de 60 días al menos. Nos quedan 25 días para preñar a una vaca cuyo ciclo estral dura 21 días. Es decir que, si hacemos un inicio sincronizado vamos a tener 2 oportunidades para preñarla. Si no, una sola”.
Del Seminario, participaron una serie de especialistas en distintos temas ligados a la producción ganadera, como el Ing. Agr. Aníbal Pordomingo y el Ing. Agr. José Miguel Lizzi, líder del Área de Ganadería en la Unidad de I+D en CREA, quien también destacó conceptos más que interesantes.
“La condición corporal al momento del parto y la nutrición al servicio son determinantes para alcanzar buenos resultados”, explicó. Y aportó: “El impacto de mejorar la tasa de fertilidad y acortar el anestro posparto puede llegar a los 20 kilos más de PV. No perdamos de vista que más terneros por vaca en menor tiempo, es menos impacto ambiental”.
“No perdamos de vista que más terneros por vaca en menor tiempo, es también menos impacto ambiental”. José Miguel Lizzi.
En ese sentido, también se sumó al encuentro on line el Ing. Agr. Gustavo Franco, asesor de empresas agropecuarias y productor agrícola-ganadero de ciclo completo, para reforzar una idea estratégica.
“Siempre se debe buscar igualar la oferta con la demanda forrajera de los rodeos. Hoy la actividad tiene una mejor relación para implantar pasturas que en los últimos cinco años”, aseguró Franco. Y subrayó: “Hoy lo que sobra es genética y lo que falta es comida, especialmente en los rodeos de cría”.
Y si de monta natural se trata, no podía faltar el aporte del médico veterinario Carlos “Chuni” Acuña.
“Si nos falla una vaca perdemos un ternero, pero si el que falla es el toro, podemos perder de 20 a 40. No debemos subestimar su rol en la actividad”. Carlos “Chuni” Acuña.
“Cuando hablamos de fertilidad, se habla del factor más determinante en sistemas de producción de carne desde el punto de vista económico. Es 10 veces más importante que la calidad de la res y 5 veces más que la ganancia de peso. A pesar de esto, muchos ganaderos dan prioridad en la selección a la conformación y el tipo, antes que a la performance reproductiva”, destacó el profesional. Y reforzó: “Si nos falla una vaca perdemos un ternero, pero si el que falla es el toro, podemos perder de 20 a 40. No debemos subestimar su rol en la actividad”.
Se presentó BullSynch, de Agropharma
El Seminario internacional sirvió también para que el MV Gastón Cuestas, especialista en reproducción bovina y director técnico Veterinario en EMBRYO Biotecnologías Reproductivas, presente experiencias y resultados del uso de BullSynch. Se trata de una innovadora herramienta diseñada para generar un “priming” de progesterona que, seguido por la caída en las concentraciones circulantes de esta hormona, imita la actividad de un cuerpo lúteo de vida media corta, necesario para activar la función ovárica y reducir los períodos improductivos durante el anestro puerperal y en animales pre puberes.
“Lo novedoso es esta plataforma de liberación inteligente: es un sistema calibrado para que se libere progesterona y se extinga dentro de un tiempo establecido, con la practicidad de un inyectable y la versatilidad de un multidosis”, explicó el profesional. Y profundizó: “Es un activador de ciclicidad y sincronizador de celos para uso en los bovinos. Clave en tiempos en los cuales debemos llevar adelante un servicio natural activo para lograr los mejores resultados”.
A su turno, fue el consultor ganadero Víctor Tonelli quien tomó la posta y analizó el potencial de la nueva tecnología de Agropharma en primera persona, realizando un ejercicio de simulación en base al uso de BullSynch en su propio campo ganadero, ubicado en la Cuenca del Salado, provincia de Buenos Aires.
“Me propongo tener solo preñeces de cabeza y cuerpo, y acortar el servicio probablemente de 120 a 90 días el primer año al incorporar la nueva tecnología de Agropharma”. Víctor Tonelli.
“Me propongo tener solo preñeces de cabeza y cuerpo, y acortar el servicio probablemente de 120 a 90 días el primer año al incorporar la nueva tecnología de Agropharma”, inició Tonelli en una presentación.
“El desafío es pasar del 91 al 95% de preñez, aumentar el peso promedio de los terneros de 185 a 206 kilos y entre 4 y 5% de vaquillonas como para ser vendidas a terceros”, agregó el referente, dejando en claro la relevancia también de sostener un esquema que ronde el 88% de terneros al año.
“Tengo una pérdida preñez marcación del 8% promedio, influenciada por el clima, las inundaciones y la oferta forrajera son la clave”, destacó Tonelli.
Y concluyó: “Considerando los 15.5 kilos por ternero, a un valor de $360 el kilo, y con fecha fija de destete a fin de marzo, al utilizar BullSynch con el protocolo adecuado el resultado favorable será de un 8 a 9%, que serían casi $500.000 por cada 100 vientres en servicio”.