Son miles de dólares los que se pierden por recibir terneros en el feedlot sin conocer su estado sanitario previo. La importancia de incorporar este manejo en las producciones intensivas.
2 de abril de 2020 - 10:10
Compartí esta nota:
Es sabido que las enfermedades respiratorias y digestivas son las causas más frecuentes de pérdidas en los feedlots. Por este motivo, el período de adaptación que dura 30 días aproximadamente luego del ingreso de los terneros constituye una etapa fundamental.
Para afrontar esta situación sin pérdidas, los especialistas en el tema recomiendan intensificar los controles sanitarios, incorporando, además, otras prácticas de manejo para complementar.
Un correcto plan sanitario para terneros que ingresan al feedlot requiere contemplar lo siguiente: prevenir el síndrome respiratorio y clostridial, controlar parásitos -tanto internos como externos- y realizar una suplementación vitamínica y mineral.
En esta línea, en la segunda jornada de Expoagro 2020 MOTIVAR conversó con Fernando Apa, MV de CONECAR, acerca de sus proyecciones junto con Biogénesis Bagó en el marco de una alianza inteligente.
“Venimos trabajando hace seis años de manera conjunta, en los planes sanitarios del feedlot CONECAR y hace un año firmamos un acuerdo de reciprocidad para trabajar y darle institucionalidad al vínculo. Nos comprometimos a llevar adelante diferentes tareas y proyectos”.
En cuanto a su participación en la megamuestra llevada a cabo en San Nicolás, relató: “Estamos mostrando la base estadística de los indicadores más importantes de morbilidad y mortalidad en los feedlots. Los resultados más destacables muestran que desde el 2013 al 2019, la evolución del manejo sanitario mejoró estos índices”.
Sin embargo, considera que se debe tener en cuenta que es un tema multifactorial donde está en juego tanto la sanidad como el manejo en bienestar animal y el medio ambiente. “Los indicadores fueron decreciendo hasta llegar a un 0,16% de mortalidad en un mes”, subrayó Apa.
Uno de los principales objetivos junto con Biogénesis Bagó, es tratar de que los animales que ingresan al feedlot, entren bioacondicionados. “El feedlot recibe un ternero con un estatus sanitario desconocido, y tenemos que armar un plan sanitario en base al desconocimiento. Para eso creamos un plan estandarizado y trabajamos sobre la cría”.
Esta integración sanitaria garantizará que en todo su ciclo tengan una mejor performance productiva. “Hay que tener todo el ambiente controlado para que los insumos brinden los mejores resultados, disminuyendo los índices de morbilidad y mortalidad”, aseguró Apa.
En referencia a las variables a controlar más allá de lo sanitario propiamente dicho, cabe mencionar que los terneros antes de llegar a los feedlots sufren estrés por transporte, pasajes por la manga, cambios de alimentación, de hábitat y orden social.
Por lo tanto, bioacondicionarlos y respetar los tiempos de acostumbramiento, es clave para lograr éxito en los corrales.
Retomando con lo sanitario, el especialista destacó la necesidad de trabajar con trazabilidad y hacer foco en las principales enfermedades de los feedlots pero que tienen precedentes en los campos de cría. “Los mismos deben ser adecuados a cada región y a sus principales enfermedades, para que una vez que lleguen al feedlot, con el bioacondicionamiento, reforzar lo que es necesario para combatir las principales afecciones”.
A la vez, el MV remarcó a MOTIVAR la importancia de la comunicación entre los veterinarios de los campos que les proveen terneros, con los profesionales de los feedlots para evitar mayores pérdidas económicas.
En conclusión, los productores que realicen un adecuado manejo del estrés durante la recepción de los terneros, que sean consistentes en la alimentación, que respeten los tiempos de acostumbramiento, capaciten al personal en la detección precoz de enfermedades y ejecuten planes sanitarios, obtendrán sin dudas grandes resultados. CONECAR junto con Biogénesis Bagó, trabajarán arduamente para lograrlos.