Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITE Del dicho al hecho hay un largo trecho”, reza el resabio popular. Y vaya si lo sabrán los investigadores y técnicos argentinos que durante los últimos años difundieron el inicio de un rebrote de sarna bovina hoy evidente en distintas zonas del país. En ese marco y buscando no retroceder tanto en el tiempo, recordaremos el trabajo realizado en 2014 en los laboratorios de parasitología del INTA Rafaela (Santa Fe) y de la Universidad Católica de Córdoba, a partir del cual se determinó un aumento de los casos de esta enfermedad.
Esto puso sobre el tapete la necesidad de determinar si el incremento era temporal, o si el problema estaba adquiriendo nuevamente proporciones endémicas en la región, situación ésta que parece estar confirmándose.
También por aquellos años el experto en parasitología, César Fiel, revitalizaba su difusión sobre la importancia de este tema ya de la mano de la Cámara Argentina de Feedlot.
“Si bien la sarna se presenta aquí de un modo distinto al que estamos acostumbrados en los campos de cría, es clave entender que para poder juntar animales en los encierres se debería aislarlos previamente durante dos semanas luego de los tratamientos”, le explicaba a MOTIVAR.
Y se adelantaba a un debate hoy vigente (Ver recuadro: “¿Cómo sigue el tema…?”): “En el mercado hay más de 100 ivermectinas: una que no tenga la calidad deseada quedará en evidencia si se la emplea contra sarna, más que frente a parásitos internos”, advertía Fiel.
Diversos fueron los trabajos que se sucedieron hasta llegar a uno recientemente publicado por el CIVETAN, donde los inconvenientes de las avermectinas se hacían ya evidentes (Ver recuadro: “Fallas en los tratamientos”).
Pero volvamos al feedlot. ¿Por qué? Para recordar la última apuesta de la CAF en 2018 de la mano de una Mercedes Lloveras (INTA Balcarce) que explicó que los tratamientos deberán realizarse de manera integral: “Un endectocida + Levamisol + piojicida + enviar a corrales de acostumbramiento, puede ser una alternativa”, sostuvo el año pasado para luego plantear la semilla de un debate que toma más y más fuerza en la actualidad:
“En cuanto a los tratamientos curativos, los bañaderos están en el Norte, pero no sé si no vamos a tener que volver a esto también en nuestra región” …
Interesante fue para MOTIVAR validar toda esta información y datos generados por las instituciones, pero en el campo. Campo desde el cual hace ya un tiempo escuchamos voces opinar sobre el avance de la sarna bovina. En las reuniones técnicas, en los foros de profesionales y hasta en las redes sociales, desde donde últimamente sonó fuerte la palabra del médico veterinario Miguel Mejía (@MejiaVet, en Twitter), con quien tomamos contacto para profundizar el tema.
“La sarna no se fue nunca. Si bien durante los años ´80 se trabajó muy bien, bajando la prevalencia, no se logró avanzar en su erradicación. Recuerdo que se nos contaba el ejemplo de Australia, país que erradicó la enfermedad sin el Amitraz, lo hizo siendo prolijo en el manejo de la hacienda, con una buena legislación, bañando a los animales y cortando el ciclo del ácaro para evitar los contagios”, aseguró quien hoy forma parte de un equipo de trabajo que asesora establecimientos principalmente en la Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa. Y refuerza: “Los casos de éxito demuestran que toda falla que tenemos es porque algo hicimos mal. Debemos encontrar los errores y corregirlos”.
Miguel Mejía: Digo que la sarna nunca se fue porque seguimos encontrando nichos donde está presente.
Pero claro, no se expresaba porque teníamos activa la lucha contra la mosca de los cuernos en verano con pourones o productos que, si bien no eliminaban al ácaro, disminuían notablemente su visión. Y en los inviernos ocurría algo similar con el uso de las lactonas macrocíclicas. “Lo que no veo, no existe” … y así fue como seguimos hasta el día de hoy.
Vemos que en los campos de cría e invernada hay sarna.
Este es un tema que al productor le preocupa; lo ve, pero repite el comportamiento de la década del ´80: cuando llama a los veterinarios ya es tarde.
Fuimos perdiendo contacto con la enfermedad. Deberíamos repasar los datos con los que Jorge Núñez graficaba que la presencia de sarna en feedlots, por ejemplo, era el equivalente a fundirse.
Hace 8 años empezamos a ver sarna en los tambos y te diría que hoy en todos los que asesoramientos nos encontramos con algún grado de presencia del ácaro.
Este tema plantea un debate técnico interesante en cuanto a cuál es la estrategia a emplear frente a esto en la producción láctea, el cual se extiende a la actividad ganadera en general.
Mucho se habla del tema en los feedlots ¿Cuál es ahí el problema? El problema es que en los encierres teníamos una herramienta fantástica como las lactonas macrocíclicas, con una efectividad notable contra sarna y que lo único que había que hacer era manejarla bien, respetando los tiempos de aislamiento para sarna. Pero no lo hicimos. Entiendo que es difícil. Sé que implica más trabajo, pero debemos ocuparnos seria y técnicamente de este tema. Hay que repasar el ciclo de la sarna, sobre el cual hay todavía muchos mitos. Debemos agarrar la información técnica, aplicar protocolos y hacer lo que hay que hacer.
En los campos ganaderos que no tengan resistencia a las lactonas la clave está en cuidarlas como si fueran de oro, revisando quizás las dosis e intervalos.
Mientras que los que ya tienen la problemática en el lugar van a tener que sentarse con sus veterinarios a ver qué hacen: si quieren convivir con la sarna o si se deciden a erradicarla con otros métodos, o con combinación de cosas.
Más allá de esto, vale decir que personalmente he fracasado en la erradicación de la sarna en los 80 con todo método que no fuese el bañadero de inmersión; lógicamente hasta tanto llegaron las lactonas que hoy comienzan a fallar.
Las lactonas macrocíclicas son drogas que usándolas con lógica y en rotación con otras, siguen vigentes en el control de parásitos gastrointestinales, aun 19 años después de haberse reportado las primeras resistencias.
Las usamos en los campos y, de hecho, en algunos, hemos logrado revertir los niveles de resistencia a parámetros aceptables. Se puede.
Las cuidamos para que mantenga efectividad sobre todo contra Ostertagia, para lo cual es clave rotarlas con los otros dos grupos químicos, en ciertos momentos del año y no usándola al tacto a todas las vacas adulta del campo.
Destacamos también la rutina de hacer control post tratamiento (HPG). Tenemos que acostumbrarnos a usar las herramientas que tenemos para ver las cosas que no podemos ver a ojo.
No hay dudas que el primer perjudicado con la sarna en los campos es el productor. Lamentablemente creo que vamos a reaccionar nuevamente tarde.
Un trabajo publicado por el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil, Buenos Aires (CIVETAN) en la edición de marzo de MOTIVAR describe por primera vez bajo condiciones de campo, la falla del tratamiento de la ivermectina contra el ácaro de sarna bovina en un sistema de engorde a corral. Similares fallas se observaron en ensayos posteriores realizados en bovinos afectados por sarna en sistemas pastoriles de producción de carne.
Para tener datos objetivos, el CIVETAN realizó un ensayo bajo condiciones experimentales estandarizadas, en un engorde a corral ubicado en el centro de la provincia de Buenos Aires, con antecedentes de problemas de sarna.
“En nuestro estudio la ivermectina falló en curar a los animales afectados”, explicaron. Y reforzaron: “Como consecuencia del uso desmedido de la ivermectina en el control de los nematodos gastrointestinales, es posible que se haya condicionado la aparición de cepas resistentes de ácaros de la sarna, de la misma manera que el uso frecuente para el control de garrapata habría condicionado un rápido desarrollo de resistencia por nematodes”.
Los interesados en el artículo completo generado por Lifschitz A, Fiel C, Steffan P, Cantón C, Muchiut S, Dominguez P, Lanusse C, Alvarez L. pueden solicitarlo vía [email protected].
Consultados por MOTIVAR, distintos responsables de las áreas técnico – comerciales de laboratorios veterinarios especializados en el tema confirmaron que las fallas de las ivermectinas ahora también en el control de la sarna ponen en duda futuras inversiones pensadas sobre la base de este principio activo.
Si bien también se destaca la participación que ha tenido últimamente la Doramectina en este tipo de tratamientos, desde la industria vislumbran que las futuras soluciones vendrán de la mano de tratamientos intermedios, combinando inyectables con baños por aspersión.
Más allá de esto y de los desafíos que siguen planteando la implementación de inyectables en los feedlots, los representantes de los laboratorios también están al tanto de los últimos resultados publicados por INTA Bariloche, por ejemplo, donde vienen demostrando una mayor eficacia de los tratamientos por inmersión frente al control parasitario, en pruebas que por ahora fueron realizadas solamente en ovinos. ¿Vuelven los bañaderos? ¿Mejora el manejo y se revierte la situación?