Scolari es sinónimo de innovación en producción de leche. Aladino Scolari, hijo de un inmigrante italiano, impulsó un clúster lechero en el norte de la provincia de Córdoba que continúa en expansión de la mano de tres ramas de la familia.
Rubén e Ignacio, representantes de la segunda y tercera generación de productores, están al frente de Establecimiento San Luis, una de las tres usinas que aporta un promedio superior a los 20.000 litros de leche al sistema nacional.“En el futuro habrá menos productores y menos tambos y los que seguirán produciendo serán aquellos que invierten en tecnología y adapten la cabeza, porque el desafío más grande es romper la estructural mental para lograr adaptarse a los nuevos modelos productivos”, afirma Scolari padre en diálogo con MOTIVAR.Y agrega: “Si como productor no estás pensando en invertir, especializar y capacitar a los recursos humanos, sabiendo que todo viene con más desafíos y complicaciones, es el momento de vender”.
Cultura: invertir y reinvertir
“A lo largo de un proceso de constante expansión también sufrimos crisis, como con el sistema de pastoreo que, hace cerca de 15 años casi nos funde: superamos holgadamente la carga de animales por hectárea, fulminando el perfil agronómico de los suelos. A partir de eso, cerramos toda la tropa sin intenciones de volver atrás”, recuerda Scolari y sigue: “La autocritica en todos los procesos productivos caracteriza nuestro establecimiento. Si bien entendemos que en productividad tenemos indicadores muy buenos, incluso por encima de la media, si levantamos “la vista” vemos que perdemos un litro acá y medio allá. Hay que evaluar mejoras e implementarlas”.
El tambo del Establecimiento San Luis está asentado sobre una base de 236 hectáreas propias que se elevan a 300 con la suma de otros establecimientos, más otras 600 alquiladas. Con 670 vacas en ordeñe que, pronto serán 750, destina 390 has para la ganadería y en el resto, se genera maíz y soja para autoconsumo o medio de pago.
“La producción del establecimiento pasó de 20 a más de 30 litros diarios después de avanzar con el proceso de producción en encierre. En 2014 superamos los 33 litros/día por vaca y este año, proyectamos llegar a los 34”, grafica Ignacio Scolari la evolución del sistema. Para su padre, “nuestro proyecto es elevar a 1.100 vacas el stock de vacas en ordeño y profundizar el modelo a partir de mejorar en detalles de todas las características que hacen a la producción. Seguimos pensando en inversiones para incrementar la previsibilidad del modelo”.
Asimismo, el productor sostiene que “más temprano que tarde se implementará el encierre con camas, debido a la mejora genética con vacas que tienen potenciales de 60 litros de producción y le damos alimentación para 40. Podemos darle más nafta Súper a nuestras vacas, pero sino están en cama, no nos darán todo el potencial. Y eso incluye atacar el estrés calórico a través de rocío, hormigón y ventiladores para 600 vacas”.