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SUSCRIBITEEl engorde a corral crece en nuestro país, fundamentalmente, desde el año 2000 – 2001. De hecho y tal cual lo aseguran desde la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), cerca del 50% de la faena nacional pasa por distintos sistemas de este estilo, como herramienta para sumarle valor a la agricultura local a través de la producción bovina.
Si bien estos esquemas evidencian cambios sustanciales en este período, básicamente en lo que hace a la inversión que se requiere para iniciar el negocio (incrementos en el valor de la hacienda y del alimento) y a los tiempos de engorde propiamente dichos, tras la quita de los subsidios que recibió el sector años atrás (los cuales, en buena medida, aún no se han cobrado), no quedan dudas que la actividad llegó para quedarse (Ver recuadro).
Interesante fue también escuchar recientemente a Rodrigo Troncoso -gerente de la CAF- sostener que: «Los años 2012 y 2013 representan una etapa de transición, contándose en estos momentos con una ocupación (en los feedlots más profesionalizados) del 55% a nivel local».
Claro que esto tiene que ver con un período del año caracterizado por una tendencia al «vaciado» de los feedlots. Se espera, para los próximos meses, un mayor nivel de ocupación, el cual podría estimarse por encima del 60% a partir de agosto. Una vez más, entra en juego la mirada a largo plazo que los productores puedan sostener para analizar la rentabilidad del negocio.
Con motivo de conocer la situación de los esquemas productivos cordobeses, este Periódico MOTIVAR entrevistó al Dr. Oscar Luján -presidente del Colegio de médicos veterinarios local- quien dio su opinión al respecto: «Córdoba no es ajena a la agriculturización de las superficies ganaderas, razón por la cual, en los últimos años, se ha generado una proliferación de los engordes a corral en la provincia».
Antes de avanzar en el eje central de este artículo, corresponde dimensionar los dichos del profesional. En base a un trabajo realizado por Senasa, hasta el año 2011 -en Córdoba- existían 433 establecimientos en los cuales se encerraban 190 mil cabezas: un 19% del total país. A modo complementario: Buenos Aires reflejaba 607 establecimientos y Santa Fe, 370; con 389 mil y 206 mil animales involucrados, respectivamente. Interesante es mencionar el análisis realizado por el ente sanitario en lo que hace a la estratificación de estos «encierres» en la provincia mediterránea.
Allí, se divide al número total en las siguientes categorías: hasta 500 cabezas (310 unidades productivas, con 46 mil cabezas); entre 501 y 1.000 (78 UP y 55 mil bovinos); entre 1001 y 2500 (29 UP y 46 mil bovinos); entre 2501 y 5.000 (15 UP y 52 cabezas); y entre 5.001 y 10.000 (sólo un establecimiento). Si bien está claro que estas cifras pueden haberse modificado en estos tiempos, no hacen más que confirmar la visión de nuestro entrevistado.
Oscar Luján tiene mandato al frente del Colegio de Veterinarios de Córdoba hasta 2014. Forma parte de la entidad desde el año 1997, momento en el cual ya era representante de los profesionales ante la COPROSA local.
«A través de la lucha institucional llevada adelante en el interior de la Comisión Provincial de Sanidad Animal hemos logrado posicionar al veterinario en la mayoría de los planes sanitarios nacionales y provinciales. Lamentablemente, habíamos sido desplazados por las normativas que surgieron en los ´90, a manos de personas que no contaban con un título universitario», explicó Luján. Por su parte, dejó en claro que «los entes han reconocido la importancia de contar con los profesionales».
Y agregó: «Obviamente que debemos seguir trabajando no sólo en la clínica de grandes animales, sino también en el área de Veterinarios de Registro para lograr un arancel digno para los colegas».
Más allá de esto y en base al avance de los engordes a corral, en 2006 la Legislatura de la provincia sancionó la Ley 9.306, que regula los sistemas intensivos y concentrados de producción animal (SICPA).
Este no es un dato menor: Córdoba es la única provincia del país en la cual la normativa vigente sostienen la obligatoriedad de que estos establecimientos (feedlots) cuenten con un asesor técnico responsable; lugar que puede estar ocupado tanto por ingenieros agrónomos o médicos veterinarios, debidamente matriculados en sus colegios.
Pero esto no es todo, la Ley a su vez destaca que las cuestiones sanitarias corresponden pura y exclusivamente a estos últimos.
«Ha sido una lucha permanente de nuestra entidad la de mantener la incumbencia profesional en la parte sanitaria. No es una mera expresión de deseo sino que está reglamentada y publicada en el Boletín Oficial de la provincia», aseguró Luján.
Ya disponible en la sección Videos dentro de hablandodelonuestro.com.ar podrán encontrar las palabras del médico veterinario José Giraudo respecto de la actualidad de los sistemas de engorde a corral en Córdoba. Allí, el profesor titular de la Cátedra de Enfermedades Tóxicas y Transmisibles de los Rumiantes de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), se refiere a distintas cuestiones sanitarias a tener en cuenta así como también al cambio de paradigma en la alimentación de los animales que surgirá del subproducto de maíz que comenzará a generarse a partir de la instalación de plantas de bioetanol en la provincia.
La acreditación para convertirse en responsable técnico se logra con la realización de un curso que se dicta de manera conjunta entre los colegios de veterinarios y agrónomos con la secretaría de Ambiente provincial. Es una capacitación de cuatro módulos en la que se tratan temas ligados al bienestar animal, legislación vigente relativa al medio ambiente y nutrición.
De manera separada, los veterinarios reciben una actualización de lo que hace a la problemática sanitaria en el encierre a corral. Existe una regulación específica en cuanto a las visitas semanales y honorarios mínimos que deben recibir los profesionales por su asesoramiento, en base a la cantidad de animales de los establecimientos.
Corresponde mencionar también que el hecho de realizar estas capacitaciones no alcanza para recibir la certificación, a la cual se accede formalmente al inscribirse y abonar un arancel mínimo ante la secretaría de Ambiente, ente responsable de la aplicación efectiva de la Ley.
Como siempre, uno puede ver el vaso medio vacío o medio lleno. Lo concreto es que Córdoba es la única provincia del país que avanzó formalmente en una legislación tan específica a favor de la inserción de los profesionales en este rubro: hasta el momento, más de 140 veterinarios y cerca de 60 agrónomos han realizado los cursos.
Este número de acreditados posibilitaría contar -como mínimo- con responsables técnicos en casi la mitad de los establecimientos de engorde a corral locales, si tomamos en cuenta los datos provistos por el Senasa a finales de 2011. No es poco.
«Si bien es cierto que debemos seguir avanzando en la temática, recientemente estuvimos reunidos con el subsecretario de Ambiente por estos temas y también con personal del Centro Regional Córdoba del Senasa, a fin de generar un intercambio de información útil para evaluar los pasos a seguir», le explicó el Dr. Oscar Luján a MOTIVAR. Y agregó: «Con el apoyo de las autoridades, ésta es indudablemente una fuerte salida laboral para los colegas».
Coincidentemente con lo que ocurre en el resto del país, uno de los principales inconvenientes de los sistemas de engorde en Córdoba está ligado a las enfermedades respiratorias. «Esta es una realidad presente en la mayoría de los feedlots y el médico veterinario tiene herramientas para controlarla, al igual que en el caso de las clostridiales. Son variables a manejar a partir de un mayor y mejor asesoramiento», aseguró nuestro entrevistado. A la vez, explicó que «existen algunos problemas podales en los animales».
Más allá de ésto y ya refiriéndose a la situación de los productores locales, Luján sostuvo que «ésta es una época relativamente buena» y que «hay intenciones de seguir engordando». Además y en lo que hace a la profesión, explicó que: «En los últimos años el veterinario ha aprendido que no solamente debe prestarle atención a la parte clínica, sino que también la parte numérica es un elemento importante a la hora de decidir inversiones, aconsejar movimientos y solicitar cambios».
Por último y sobre la posibilidad de seguir avanzando en la aplicación total de la Ley 9.306, el presidente del Colegio de Médicos Veterinarios cordobés remarcó:
«Falta todavía una mayor concientización tanto de los profesionales como de los productores para poder cumplir con la misma y así generar una mayor productividad, a través de la regulación de estos establecimientos, en los cuales se puede contribuir a una mejor sanidad de la hacienda y una mejor calidad en el producto final».