GERSON FREITAS JR. San Pablo
Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEGERSON FREITAS JR. San Pablo
Las empresas veterinarias vieron como su principal mercado perdía fuerza en 2011 en Brasil. Presionadas por el aumento de la competencia y por el más bajo número de dosis vendidas en algunos estados, los ingresos con la venta de vacunas contra la fiebre aftosa bovina cerrarán el año en caída. Los números no son oficiales porque las empresas aún no contabilizaron los resultados de la segunda campaña nacional de vacunación, realizada en noviembre, pero la estimación es que los negocios encogieron alrededor de 10%.
Mayor fabricante de vacunas de Brasil, Merial estima que su facturación en el segmento caerá 11% en 2011, a R$ 76 millones. Pfizer vio su ingreso con la vacuna bajar 7% este año, a cerca de R$ 30 millones. “El mercado está perdiendo dinamismo. La competencia creció, y los precios bajaron”, admitió Jorge Espanha, presidente de la compañía.
Emílio Salani, presidente del sindicato que representa a la industria veterinaria, el Sindan, confirmó el diagnóstico. “En los últimos 18 meses, tres nuevas empresas entraron en el mercado, y el parque fabril creció sensiblemente”. Además de los laboratorios Merck, Merial y Vallée (que produce para Pfizer), que ya fabricaban el medicamento, Inova Biotecnologia y Ouro Fino Saúde Animal abrieron nuevas fábricas y ampliaron la capacidad total de la industria, de 400 millones para aproximadamente 580 millones de dosis. Además, disputan espacio en el mercado de laboratorio Biogénesis-Bagó, que importa la vacuna de Argentina, y el laboratorio brasileño Biovet, que aguarda la liberación del ministerio de Agricultura para iniciar la producción.
El problema es que la demanda se estancó en un nivel muy inferior, en la franja de 365 millones de dosis. A pesar del crecimiento del rebaño, Goiás, Bahia y Paraná, que hacían dos vacunaciones “llenas” por año, pasaron a vacunar solo a los animales de hasta dos años de edad en la campaña de noviembre. “Juntos, esos estados sacaron entre 15 y 18 millones de dosis del mercado potencial”, afirmó Salani.
El ejecutivo calcula que, en consecuencia, los precios cayeron entre 15% y 20% en 2011.
Alfredo Ihde, presidente de Merial de Brasil, considera normal el proceso de acomodamiento del mercado. “La evolución de la campaña contra la aftosa presupone un mercado más chico, con menos vacunaciones por año. El mercado volvería a crecer si hubiera un foco, pero las consecuencias serían desastrosas para la industria como un todo”, afirmó Ihde.
Salani considera que las empresas se adaptarán a la mayor competencia y a un escenario de márgenes de ganancia más apretado. “Se trata de un segmento estratégico para las empresas, porque existe una demanda compulsoria. Además, es un inductor para la comercialización de otros productos veterinarios”, afirmó.
Tradicionalmente, la aftosa responde por cerca de un quinto de la facturación del sector veterinario en Brasil, estimado en cerca de R$ 3.000 millones. A pesar de la baja de las ventas del producto, el mercado de salud animal tuvo un año positivo.