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Salud intestinal

Porcinos: el complejo entérico, un enemigo oculto para el crecimiento y la terminación

El MV Guillermo Racca analizó los factores que intervienen en la salud del intestino, tratamientos y bienestar animal.

Motivar | Lizi Domínguez
Por Lizi Domínguez 3 de agosto de 2024 - 08:00

Toda granja porcina enfrenta el desafío de hacer frente a aspectos de cuya resolución depende la rentabilidad de la producción. En este complejo entramado se juega la conversión alimentaria, es decir, la relación entre el consumo de alimento y la ganancia de peso de los cerdos, en determinado período.

En el impacto económico de esa conversión se juegan los costos de alimentación, la digestibilidad y la salud del intestino, entendido como “un segundo cerebro del animal. El tercero, es la microbiota”, aseguró el MV Guillermo Racca, referente técnico para la línea de porcinos de MSD Salud Animal. En el marco del último Congreso de DROVET, el profesional abordó al complejo entérico porcino como “un enemigo oculto en los resultados de crecimiento y terminación”, y analizó los factores que intervienen en la salud del intestino, trazó un esquema de tratamientos y las pautas para el bienestar animal.

Costos

“Hoy el costo de alimentación representa un 74% del costo de producción. Es mucho y por eso siempre seguimos la conversión alimenticia, porque evaluamos cuántos kilos de alimento se utilizan para producir un kilo de carne, ya que ese kilo de alimento es lo más caro, lo que más impacta en el costo de producción”, explicó el MV graduado en la FCV de Esperanza, Santa Fe.

A la hora de evaluar esa conversión se revisan las condiciones de bioseguridad y de bienestar animal, y por otra parte, “tratamos de controlar la mortalidad sobre todo en edades tardías. Porque un animal que nos consumió más de 220230 kilos y se nos muere, al final impacta en la conversión alimenticia”, resumió.

Salud del intestino y su impacto

“Muchas veces, cuando tenemos los cierres de lote, los resultados finales no son lo que esperábamos. Entonces nos ponemos a analizar y creemos que estaba todo bien, sobre todo en las cosas que vemos, pero ¿qué pasó dentro del intestino que no detectamos y cómo pudo haber afectado esos resultados?, disparó Racca.

“Cuidemos la salud de intestino primero, y éste va a cuidar de todo el resto”, dijo el profesional, entendiendo al órgano como un “segundo cerebro”, cuyo funcionamiento impacta no sólo en la digestibilidad sino sobre el resto del sistema. Y la microbiota, “es el tercer cerebro y sus alteraciones afectan a la producción y la rentabilidad”, afirmó el técnico.

Estrés e intestino

Racca sumó un factor clave en la salud intestinal: el estrés. Y recordó que después del parto, la etapa más traumática para el lechón es el destete, “que impacta a nivel intestinal con la atrofia de las vellosidades, la hiperplasia de las criptas, el aumento en la permeabilidad de esos intestinos y que puede traducirse en una diarrea que tarda entre 7 y 10 días”.

El MV planteó que es preciso concebir al estrés y su impacto en la microbiota más allá de esa etapa, y entender que puede darse en cualquier otra situación que lo genere tanto en la etapa de recría, desarrollo y engorde.

En ese sentido, señaló que, cuando la microbiota intestinal se afecta por la exposición a alguna alteración transitoria, se produce un estado de eubiosis, pero cuando la alteración es duradera, la microbiota se altera y puede ocurrir una diarrea clínica, por ejemplo. Y si esa situación se extiende, el cuadro puede agravarse y en ocasiones ser silencioso, subclínico, y el impacto “lo vamos a ver recién al final, cuando tengamos un mayor índice de conversión o menor ganancia”, advirtió.

Desafíos en la granja

Uno de los mayores desafíos para las granjas es detectar los casos subclínicos o al menos no tan visibles que afectan los resultados productivos y la rentabilidad.

Racca dio el ejemplo de la ileitis, que tiene tres formas de manifestación: una hemorrágica, una crónica y una subclínica y “ésta es la que más nos llama la atención, porque sabemos que el 50% de los animales que tienen esta enteritis hemorrágica se mueren, y muchas veces afecta a las cachorras servidas por lo que perjudica la tasa de parto”.

La adenomatosis no se manifiesta con diarrea, “con suerte, clínicamente la podemos llegar a ver a partir de la heterogeneidad de los lotes, pero es mucho más común que lo que afecte sea la ganancia de peso”. Otro fenómeno que sorprende es que “cuando vamos a frigorífico, vemos distintos grados de lesión de adenomatosis y sólo el 16% de los intestinos analizados tenían lesiones de grado cero”.

Tratamientos

Lógicamente, ante un cuadro clínico hay que realizar un tratamiento para cortar el problema. “Pero tenemos que ver por qué se está produciendo, la causa primaria, cuándo apareció y con qué lo vamos a tratar. Y esto es clave”, sentenció el profesional y remarcó que es fundamental saber qué agentes están presentes mediante análisis para prescribir.

“Tenemos que empezar a estructurar y tomar decisiones rápidas en las granjas con los datos. Entonces, saber cuáles son los patógenos que tenemos, saber a qué edades aparecen y qué antibióticos serían los más adecuados, porque puede haber más de una enfermedad”, señaló.

Bioseguridad y bienestar animal

“Bioseguridad es todo lo que hacemos para evitar que ingrese una enfermedad nueva a la granja o enfermedades que sabemos que están en la granja se diseminen desde animales enfermos a animales sanos”, definió Racca.

“Es clave en la granja tener un flujo de circulación. Si nosotros sabemos que hay diarrea, primero movernos desde los animales más chiquitos hacia los más grandes. Tratar a todos los animales, pero concentrar el cuadro en un mismo galpón, usar botas exclusivas para éste, y tal vez asignar a una misma persona encargada del mismo, que lo atienda al final de la jornada”.

Por otra parte, el MV comparó y equiparó el concepto de bienestar animal a todas las acciones tendientes a evitar los factores predisponentes o estresores dentro de la granja, como garantizar un buen ambiente, que los animales estén sanos, que haya una buena nutrición, que no se queden sin alimento, entre otras. Y aseguró que todos estos aspectos, en definitiva, tienen que ver con la salud intestinal.

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