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Análisis

"Los caballos más afectados nunca tuvieron una vacunación"

Desde el Senasa, Mario Iturria graficó la situación que atraviesan distintas provincias argentinas a causa de los casos de encefalomielitis equina.
Motivar | Luciano Aba
Por Luciano Aba 10 de diciembre de 2023 - 00:00

Por lo expuesto, el movimiento de equinos no representa un riesgo de transmisión y contagio, y la vacunación contra el virus de la EEE y EEO asociada a los movimientos no tiene sustento epidemiológico suficiente para prevenir el contagio de otros animales susceptibles…”. De esta manera argumentaba en 2016 el Senasa la decisión tomada por medio de la Resolución 521 que dejaba sin efecto la vacunación obligatoria contra la encefalomielitis equina en nuestro país.

Asimismo, y si bien ya en aquel entonces el organismo reconocía que la aparición de casos era factible, incluso los referentes de aquel entonces a cargo de las áreas de Sanidad Animal justificaban ante MOTIVAR que “un caso de encefalomielitis equina constituye un problema para el animal infectado y su propietario, pero no representa un riesgo para los equinos de la población cercana o los humanos”. E incluso reforzaban: “No hay justificación técnica para imponer la obligatoriedad de la vacunación”.

Hoy, siete años más tarde, y tal como distintas entidades profesionales, veterinarios privados y cámaras de laboratorios habían vaticinado, la encefalomielitis equina vuelve al país, causando estragos en el sector.

Y es en este marco que cobran más sentido las palabras compartidas por el actual responsable del Programa de Equinos del Senasa, Mario Iturria en La Red Rural (AM 910): “Hay una particularidad de los brotes: se dan mucho en caballos de campo que no han tenido nunca una vacunación en respecto a esta enfermedad”. Es decir: sí hacía falta vacunar.

Además, el funcionario explicó en ese medio de prensa que “los equinos deportivos en general tienen un plan sanitario un poco más completo respecto de las vacunas”.

Para ilustrar la gravedad del tema, vale recordar que la tasa de letalidad de esta enfermedad (el porcentaje de equinos muertos sobre los que se enferman) es alta, mientras que también suele dejar secuelas en los equinos que convalecen.

Esta enfermedad viral se transmite de las aves a los mosquitos, y éstos a su vez infectan a los equinos y seres humanos (es una zoonosis). El período de incubación de la enfermedad -es decir el tiempo que pasa desde la infección hasta que aparecen los signos clínicos- es de 5 a 14 días.

En lo que respecta al virus, el Instituto de Virología “Dr. José María Vanella” de la Universidad Nacional de Córdoba realizó la tipificación de las muestras que arrojaron resultado positivo de encefalomielitis equina en Santa Fe e informó que se trata del tipo Oeste, el mismo que se diagnosticó en el país en 1988.

Volver a la obligatoriedad

A la fecha de cierre de esta edición de MOTIVAR la situación no era la ideal.

Con movimientos restringidos e incertidumbre en cuanto a la provisión real de vacunas que podría existir no solo para contener los brotes, sino para dar cumplimiento al retorno de la obligatoriedad de su uso en eventos con concentración de animales, las medidas pasan por fumigar y repeler al mosquito.

¿Y qué más? No mucho más, realmente.

Al tiempo que desde las entidades profesionales destacaban la importancia de emplear productos aprobados por el Senasa (Ver recuadro) y ante la posibilidad que se utilicen vacunas de otros países, la industria veterinaria redobla sus esfuerzos para contar con la mayor cantidad de dosis posibles, en el menor plazo que se pueda.

Esta situación no solo puso en evidencia las falencias del sistema sanitario del sector, sino que también trajo nuevamente a escena el viejo debate por la cantidad de caballos que existen en Argentina.

¿Son 2,5 millones como dice el Senasa? ¿Está más cerca de los 4 a 5 millones como circula extraoficialmente?

A ciencia cierta, no se sabe.

Por eso, con el correr de los días también tomó fuerza la idea de “aprovechar” la vacunación contra la encefalomielitis equina (con las dosis que haya) para incluir de manera efectiva un chip en el animal.

LOS CABALLOS MÁS AFECTADOS SON LOS QUE NUNCA TUVIERON UNA VACUNACIÓN.JPG

“Esto nos permitiría empezar a tener información certera sobre la cantidad de animales, a la vez de poder tomar un registro correcto de aquellos equinos que efectivamente están recibiendo la vacuna”, le decía a MOTIVAR hace unas semanas el MV Andrés Maurino, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios (1° Circunscripción) de Santa Fe. ¿Será? No hay por ahora indicios de que se pudiera esto concretar.

Y si de vacunas hablamos, no podemos pasar por alto la opinión del médico veterinario Arturo Baldini, uno de los tantos que en su momento advirtieron sobre el riesgo de dejar la vacunación obligatoria contra encefalomielitis equina.

Gran parte del parque caballar de Argentina lamentablemente no cuenta con la vacunación correspondiente para prevenir la enfermedad, lo cual se suma al problema que la trasmisión a través de la picadura del mosquito también puede afectar al hombre”, nos decía Baldini. Y agregaba: “La vacuna fue obligatoria por muchos años y los casos de esta enfermedad bajaron notablemente”.

En ese marco, el profesional recordó que con el correr de los años empezó a disminuir, por falta de control, y se creó un círculo vicioso que se trató en numerosas reuniones donde los productores no vacunaban y los laboratorios no fabricaban las dosis que se necesitaban.

“Así se fue dejando de vacunar y en el 2016 a pesar de la oposición de las entidades, asociaciones, colegios veterinarios, etc, se emitió la resolución 521 donde pasaba la vacuna hacer optativa, no sabemos porque razón científica porque el virus permanecía en sus reservorios y antes se debía haber hecho un relevamiento que indicara su ausencia. No fue así y hoy estamos donde estamos”, completó Arturo Baldini.

Según el profesional, de esa manera se agravó la falta de vacunas veterinarias y el desinterés de no vacunar se aumentó y por ende la cubertura vacunal descendió notablemente.

Es clave que la vacunación sea obligatoria, con debidos controles. No podemos darnos el lujo de dejar de vacunar en un país tan extenso, con tanta actividad hípica y tan importante como el nuestro en las diferentes disciplinas del deporte ecuestre y con un comercio exterior relevante en muchas de ellas”, concluyó.

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