El brote de Aujeszky registrado recientemente en una granja porcina de la pequeña localidad de Emilia, en el centro-norte de la provincia de Santa Fe, puso en alerta a organismos oficiales y a productores de la zona, ante el riesgo de propagación de la enfermedad en una región donde su prevalencia es inédita.
Una de las instituciones más activas en este caso es el Colegio de Médicos Veterinarios de Santa Fe (1ra. Circunscripción), cuyo presidente Andrés Maurino, dijo a MOTIVAR que el caso ameritó la conformación de una subcomisión de porcinos dentro de la entidad, “para tener reuniones, informar a los colegas que hacen porcinos sobre la situación, y sobre todo alertar a los que están ahí en los alrededores para que tengan en cuenta que apareció Aujeszky en una zona donde no había prevalencia”.
"Es importante una modificación de la actual resolución de Aujeszky de Senasa, de manera que todos los establecimientos ingresen en un plan de control de la enfermedad" "Es importante una modificación de la actual resolución de Aujeszky de Senasa, de manera que todos los establecimientos ingresen en un plan de control de la enfermedad"
“Ojalá que sea realmente un caso aislado y que esté controlado”, auguró el profesional, teniendo en cuenta que en las inmediaciones de la granja afectada hay, por ejemplo, un establecimiento porcino de una importante empresa alimenticia que por estas horas está reforzando sus medidas sanitarias.
Control, sin excepciones
Desde el punto de vista institucional, Maurino enfatizó que “es importante una modificación de la actual resolución de Aujeszky de Senasa, de manera que todos los establecimientos ingresen en un plan de control de la enfermedad”.
El reclamo viene a colación de que esa norma impone controles sólo en aquellas granjas que tienen más de cien madres, siendo que “la enfermedad se da mucho en las granjas pequeñas, y que por esa resolución no están obligadas a controlar. Entonces hay un submundo de productores sobre los cuales no se conoce la situación actual de Aujeszky”, alertó el presidente del Colegio.
"Es necesaria la creación de la figura de un corresponsable porcino, que trabaje codo a codo con el productor en la elaboración de planes sanitarios y medidas de bioseguridad en cada granja" "Es necesaria la creación de la figura de un corresponsable porcino, que trabaje codo a codo con el productor en la elaboración de planes sanitarios y medidas de bioseguridad en cada granja"
Otro reclamo del Colegio es la creación de la figura de un corresponsable porcino, que trabaje codo a codo con el productor en la elaboración de los planes sanitarios y en las medidas de bioseguridad de cada granja. Cada una debería tener de forma obligatoria un veterinario corresponsable porcino acreditado por Senasa”, enfatizó Maurino.
Impacto en porcinos
La presencia del virus en la población porcina de un establecimiento afecta a la producción en forma directa por las fallas reproductivas, mortandad de lechones y enfermedad respiratoria y, de manera indirecta, por restricciones a los movimientos de animales y al comercio nacional e internacional, la obligación o necesidad de eliminar reproductores infectados y el aumento de los costos.
Los gastos que acarrea la erradicación de la enfermedad incluyen diagnósticos serológicos individuales y periódicos, la eliminación de portadores y reemplazo por animales libres, la eventual utilización de vacunas o, en caso de corresponder, el despoblamiento-repoblamiento de la granja, medidas que implican una inversión significativa.
Aujeszky: un virus persistente
La enfermedad de Aujeszky, -o Seudorrabia-, afecta a muchas especies (excepto a humanos y primates) y el cerdo es particularmente sensible. Además los porcinos son considerados huéspedes naturales actuando como reservorios y fuente de infección para otros animales susceptibles.
La enfermedad es causada por un herpesvirus que puede permanecer latente causando graves pérdidas económicas y su erradicación es difícil y costosa.
"Hay un submundo de productores sobre los cuales no se conoce la situación actual de Aujeszky” "Hay un submundo de productores sobre los cuales no se conoce la situación actual de Aujeszky”
El virus puede permanecer latente en el tejido nervioso del cerdo durante largos períodos de tiempo y entonces reactivarse. Una vez que se ha introducido en una granja, normalmente persiste en ella y puede afectar continuamente la eficiencia productiva a diferentes niveles.
Los signos clínicos y la presentación de la enfermedad en los cerdos varían según la cepa y la carga viral, la edad y el estado inmunitario de los animales afectados, entre otros factores.
Frecuentemente, una vez superada la fase clínica de la enfermedad, los animales convalecientes permanecen en estado de latencia. El virus puede sobrevivir hasta tres semanas fuera del cerdo. Y se producen brotes agudos de la enfermedad cuando una cepa virulenta infecta por primera vez una granja susceptible, no vacunada.
¿Qué otras especies pueden contagiarse?
El virus de Aujeszky puede afectar a otras especies que normalmente no lo transmiten, incluyendo vacas, caballos, perros y gatos; pero que muestran síntomas nerviosos y mueren. No afecta a los humanos.