Especialistas del INTA Entre Ríos lograron, por primera vez, mapear la densidad poblacional de la chicharrita en esta provincia. Adriana Saluso, investigadora del Laboratorio de Entomología del INTA Paraná, explicó que esta información se actualiza cada dos semanas, está disponible online y es de acceso libre y gratuito.
“La sistematización de esta información actualizada le brindará al productor una estimación del número de chicharritas que puede encontrar por hectárea, la que podrá variar de acuerdo con las condiciones climáticas, previendo la población existente en el sistema”, detalló Saludo.
De esta forma, será posible analizar la fluctuación poblacional en relación a las diversas variables que se tienen en cuenta.
Este mapa es un logro que se encuadra en la estrategia nacional del INTA para el monitoreo de la chicharrita y se va a replicar en otras provincias para tener información a escala nacional.
mapa chicharrita.png
El objetivo es abarcar cerca de 1.400 km de norte a sur.
INTA
El objetivo es abarcar cerca de 1.400 km de norte a sur, desde el INTA Yuto -Jujuy- hasta el INTA Balcarce -Buenos Aires- y 750 km de este a oeste, desde el INTA San Luis hasta el INTA Concepción del Uruguay -Entre Ríos-.
Los especialistas del INTA tienen como meta estudiar y caracterizar la distribución de la chicharrita en el territorio argentino, además de identificar los factores referidos al clima de mayor incidencia en la densidad relativa de este vector.
Sobre la chicharrita
El achaparramiento del maíz, causado por la bacteria Spiroplasma kunkelii, es una enfermedad transmitida por la chicharrita Dalbulus maidis al alimentarse.
Se trata de un insecto que tiene entre 3 a 4 milímetros de longitud, de color amarillo pálido y tiene dos manchas redondas negras sobre el vértice de la cabeza.
Los individuos adultos se alojan en hojas o tallos y las ninfas jóvenes se encuentran preferentemente en las hojas jóvenes de cogollo de la planta. La hembra pone en promedio 480 huevos durante su vida.
Los síntomas de achaparramiento del maíz aparecen entre las 2 y 5 semanas después de la inoculación y se vuelven más severos con el tiempo en las partes más nuevas de las plantas a medida que se desarrollan. En ocasiones, los síntomas son similares a los causados por deficiencias nutricionales o por alguno de los otros patógenos del maíz.
FUENTE: INTA