Un estudio interinstitucional liderado por FAUBA, INTA y ASAGIR reveló que la producción de girasol en Argentina está lejos de alcanzar su techo. De hecho, los productores están obteniendo apenas entre el 60% y el 66% del rendimiento potencial del cultivo, según datos del período 2010-2016. Estos datos se observan en un informe publicado por Sobre La Tierra (SLT-FAUBA).
“Lo que encontramos es una brecha de rendimiento del 34% al 40% a nivel país”, explicó Ignacio Rodríguez, investigador del Grupo Don Mario y primer autor del trabajo publicado en Field Crops Research. Esta diferencia representa los kilos por hectárea que se podrían ganar si se aplicaran prácticas de manejo más eficientes.
Las causas de esta merma son principalmente tres: baja fertilización con fósforo y nitrógeno, el uso de labranza convencional y la elección de híbridos con bajo potencial de rendimiento. El impacto de cada factor varía según la región. Por ejemplo, en el sudeste bonaerense pesa más la fertilización deficiente, mientras que en el norte del país predomina el uso de técnicas de labranza obsoletas.
El equipo utilizó modelos de simulación como CROPGRO para estimar el rendimiento potencial del girasol en distintas condiciones de suelo, clima y manejo. Esta herramienta fue clave para superar las limitaciones de los ensayos tradicionales y brindó estimaciones más precisas y adaptadas al contexto argentino.
A casi dos décadas del último estudio de este tipo, esta nueva investigación no solo actualiza los datos sobre la brecha de rendimiento, sino que también identifica claramente los puntos críticos que deben atenderse para mejorar la productividad.
Aplicar buenas prácticas agrícolas, como la fertilización adecuada, la elección de materiales genéticos de alto potencial y la modernización de los sistemas de labranza, es el camino para que el girasol argentino aproveche todo su potencial.
Para los investigadores, cerrar esta brecha no solo es posible, sino urgente: significa aumentar la rentabilidad del cultivo sin necesidad de ampliar la superficie sembrada, algo especialmente relevante en un contexto donde se necesita intensificar la producción de manera sostenible.
Desde AQUÍ accedes a la lectura del informe completo.
FUENTE: Sobre La Tierra (SLT-FAUBA)