A medida que me fui “atordillando”, o entrando en canas, fui peinando ideas con distintos sentidos en la vida. Y este de “Vete a Vete”, tiene varios: De Veterinario a Veterinario; de Veterinario veterano a Veterinario junior y de Veterinario Veterano a Veterano Productor. Y acá es a donde entran ustedes, pero el mensaje, a mi parecer, les va a los tres.
Estirando la mano, para recibirle el cebado, le respondí: pasa que, en estos dos años de juntarnos a matear, conocer los dueños de esta matera y a ustedes, me llevó a pensar si les quedó algo de todo lo que charlamos y discutimos.
Ello, haciendo hincapié en que ese resumen no dependerá de lo que nos acordemos de qué tema charlamos, cuál me gustó más, etc., sino de que tengamos en cuenta que cada idea, cada paso que demos, sea en pos de producir más y mejor, ser eficientes, y dejar de perder.
No todos los aspectos, ya sean tecnologías, medidas de manejo, son para todos los sistemas No todos los aspectos, ya sean tecnologías, medidas de manejo, son para todos los sistemas
Hay que recordar, siempre, que no todos los aspectos, ya sean tecnologías, medidas de manejo, etc., son para todos los sistemas productivos. Así estén alambre de por medio. Hay un sinfín de factores que pueden hacer que en un establecimiento funcione y en otro no.
El clima también hará que una vez funcionen y otras no. Recuerden esa frase que dice: “Dios, perdona siempre. El hombre, a veces. La naturaleza, nunca.”
“Hacerlo fácil” o “hacer lo fácil”
Crecer, sí; madurar, también. Pero no envejecer de golpe por una mala o apresurada decisión porque a Pedro le sirvió, a mí también, y no tuvimos en cuenta varios factores: idiosincrasia, billetera, personal, infraestructura, etc., o simplemente sin darnos cuenta creímos que “hacerlo fácil” era lo mismo que “hacer lo fácil”.
Por ello, siempre consideremos, dónde estamos situados para armar y corregir nuestro sistema productivo.
Muchas veces, en el caso de la cría, hacemos de este sistema de producción un ajedrez cuando creo que en su desarrollo es en todo caso un un TA-TE-TI, teniendo en cuenta que los únicos que lo hacemos difícil somos nosotros mismos.
Aquello de “Hacerlo fácil”, no es más que simplificar lo que creemos complicado y que de la mano de nuestro asesor podemos crecer aún más, refutando aquella vieja frase que decía: “Querés fundirte, contratá un Ingeniero Agrónomo o un Veterinario”.
Tiempos de cambio
Los tiempos de cambiar, son siempre, pero hace ya unos treinta años que nos deberíamos haber subido a ese tren de cambios; renovando las viejas teorías de producción tradicional a las que van mejorando los índices productivos y transformándonos de simples “tenedores de vacas” a verdaderos criadores o productores agropecuarios.
Y si hablamos de engorde, sea éste a pasto o a corral, debemos transformarnos en verdaderos empresarios de la producción de carne, eficientizando las ganancias de peso vivo a menor costo y dándole a la carne la mejor calidad, no sólo pensando en el mercado interno, si no también abriendo la cabeza a que, alguna vez, volvamos a ser el “granero y carnicería del mundo”.
Tecnología y crecimiento
Se lavó la yerba, se enfrió el agua, pero la ronda sigue atenta a esos cambios que hoy y desde hace algunos años la tecnología nos va permitiendo crecer, siempre y cuando le abramos la tranquera para dejarla entrar, calcularla, ver sus costos - beneficios y recordar que “un número callará mil palabras”.
La tecnología por sí sola, no nos hará crecer si no está acompañada de la infraestructura, maquinarias y nuestra cabeza: de ella sola no dependerá nuestro crecimiento.
Siempre hay algo por aprender. Debemos ser cada vez más prolijos y eficientes Siempre hay algo por aprender. Debemos ser cada vez más prolijos y eficientes
En la cría, podemos implementar, por ejemplo, el uso de la Inseminación a Tiempo Fijo (IATF), utilizando el mejor protocolo, adquiriendo el mejor semen, pero sin un estado corporal de la vaca óptimo, una manga acorde, los resultados seguramente serán por debajo de lo esperado. Entonces después decimos: “¡No sirve!”.
Los factores, son innumerables, pero la consecuencia una sola: no dio resultado. En el caso del engorde, a pasto o a corral, podemos contar, con los mejores ingredientes, el mejor mixer y tractor, pero si nuestro mixero no está capacitado, después decimos: “¡No sirve!”.
Gracias
Por eso, cerrando este ciclo de mates compartidos, además se me viene a la cabeza decirles ¡Gracias!
Por estar, por escuchar, por leer, por discutir. La riqueza de estos encuentros es que a cada uno nos haya quedado el mensaje de que siempre hay algo por aprender, que debemos ser cada vez más prolijos y eficientes, para de esa manera afrontar los achaques políticos, climáticos, que no siempre son los culpables de nuestros bajos índices productivos.
Lo abordado por el MV Fernando Grippaldi, está a disposición en charlas destinadas a productores, técnicos y operarios.
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