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SUSCRIBITE Los puntos en común entre la industria de laboratorios veterinarios, la cadena de distribución, los profesionales y las entidades que los nuclean son evidentes, pero a la hora de simplificarlos y desarrollarlos, la tarea no resulta tan sencilla.
Por eso, tomaremos como punto de partida el inicio de un 2023 que descomprimió algunos de los principales interrogantes del sector: se anunciaron los primeros pronósticos auspiciosos en cuanto a que el clima recupere un ritmo “lógico” de lluvias y en las pizarras ya comenzaron a visualizarse también los primeros incrementos en el precio del kilo vivo del ternero, de los muchos que esperan los veterinarios de campo para actualizar los valores de sus honorarios.
Así es. Del campo a la ciudad y de la ciudad al campo iremos repasando cuestiones que impactan en todo lo ancho y largo de la cadena.
En este sentido, si abrimos las tranqueras veremos a los veterinarios ya avanzando fuertemente con los trabajos de brucelosis y los primeros tactos a nivel nacional, dos temas muy relevantes en el día a día de los profesionales.
En la veterinaria, en la manga y hasta en webinars específicos resuenan las alarmas cuando los profesionales comienzan a analizar los resultados de los sangrados contra brucelosis, teniendo en mente el principal desafío de mantener como libres de la enfermedad a aquellos campos que en 2022 lograron tal status.
¿Podrán? Algunos sí y algunos, lamentablemente, ya empezaron a hacerse a la idea de que no…
En esta edición de MOTIVAR, ustedes también podrán apreciar una serie de informes que vuelven a poner la lupa sobre la productividad de la ganadería argentina, situación que sin dudas involucra a todos los actores del sector.
Sobre todo, en un momento como el actual, donde veterinarios de todo el país tienen esas de las pocas chances de poder ingresar a los establecimientos y -vía tactos y revisaciones- comenzar a planificar y clarificar cómo será este 2023 en los rodeos que asesoran.
Con relativamente buenas expectativas, sin dudas que el impacto de la seca se hará sentir.
En el campo y en las veterinarias, tanto de grandes, como de animales de compañía, también este año se perfila para abrir un nuevo capítulo en todo lo que hace a la habilitación de los puntos de venta de productos zooterápicos y el control sobre el canal que distintos colegios y consejos profesionales del país profundizan, en conjunto con el Senasa.
Como siempre, al igual que cuando inicia cada año, desde MOTIVAR comenzamos a tomar contacto con las estrategias y visiones que tanto la industria, como su canal distribuidor y los propios profesionales planean poner en marcha en los meses que se vienen.
Planificación, orden y “respeto por las variables macro”, parecerían ser las tres cuestiones que se les (nos) vienen a la mente a la hora de realizar las proyecciones 2023.
En año de elecciones, con una inflación que todavía no afloja, costos en alza y paritarias que se asoman, muchos prefieren ser cautos y ver de qué manera pueden reestructurar su negocio luego de un 2022 “de mucho volumen, pero pocas nueces”, como algunos de los principales líderes del rubro nos han manifestado.
Ahora bien: ¿puede alguno de estos jugadores del ultra competitivo sector veterinario pensar en no crecer en los próximos meses? ¿Todos serán cautos? ¿Quiénes estarán preparados para aprovechar las oportunidades?
Este interrogante es el que sobrevuela hoy en el rubro.
Claro que no todo es blanco y negro.
Obviamente que el contexto invita a ser cuidadoso, pero sin dudas el sector veterinario seguirá adelante con la fuerza y el alcance que lo caracteriza; mirando lo que hace la competencia y atento a poder mantenerse motivado para una vez más salir a posicionar su mensaje, su conocimiento y sus soluciones, en favor de una mejor sanidad animal.
En el segmento de animales de compañía sin dudas también se consolida un combo que se deberá seguir de cerca este año, incluso más de lo que se lo hacía en el pasado.
En un marco de “estancamiento” respecto de lo que fueron las ventas de productos veterinarios respecto de 2020 y 2021, la industria y el canal comercial seguramente buscará estar más cerca de las clínicas veterinarias, dándole soporte a profesionales que atraviesan una situación particular, signada por la violencia y el estrés. Si, es una realidad y hay que verla.
Las discusiones, los escraches (virtuales y físicos) son cada vez más frecuentes, afectando no solo el negocio sino también la calidad de vida de veterinarios y veterinarias en todo el país.
Sobre este tema sin dudas estaremos profundizando en el año que comienza a través no solo de esta edición impresa de MOTIVAR, sino también por medio de nuestras distintas plataformas digitales, sobre las cuales muchas novedades les estaremos contando en los próximos tiempos.
A ciencia cierta claro que no lo sabemos.
¿Quién sí? Lo que vemos es una clara vocación por planificar y presupuestar correctamente todo el año. ¿Todos lo están haciendo? ¿Los veterinarios también?
Realmente esperamos que sí, porque los desafíos sin dudas serán grandes en esta materia.
Mientras tanto, “en la calle”, lo que se vive es un vertiginoso ritmo por no perder ventas, ni asesoramientos, ni consultas.
El potencial pareciera estar ahí, al alcance de la mano… ¿cuál será la estrategia de aquellos que salgan a buscarlo? Lo veremos, sin dudas, en los próximos meses…