Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITE La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) no lo duda: los hechos reportados en los últimos 6 meses confirman la amenaza global de la Peste Porcina Africana, que continúa extendiéndose en varias regiones del mundo, llegando a nuevos territorios, con graves impactos en los sistemas de producción porcina, salud y bienestar animal, así como en medios de vida, seguridad alimentaria y comercio internacional.
Esto queda claro en un reciente informe estadístico al que tuvo acceso MOTIVAR, en el cual se proporciona una actualización de la situación de la PPA, según la información presentada a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria de la Organización Mundial de Sanidad Animal, evaluando hasta el 17 de marzo de 2022.
La información es de vital importancia, entendiendo fundamentalmente que la detección de PPA en nuevos territorios plantea un riesgo de propagación a las zonas vecinas.
Por lo tanto, la OIE alienta a los Servicios Veterinarios a permanecer vigilantes e implementar normas y directrices internacionales basadas en la ciencia en sus programas nacionales de prevención y control de enfermedades. En particular, un sistema de detección temprana de la PPA podría facilitar la notificación y la respuesta tempranas, limitando la propagación de la enfermedad.
Distribución de PPA
La PPA ha estado tradicionalmente presente en el continente africano, donde desde 2005 la enfermedad se ha reportado en 32 países; mientras que su primera aparición se notificó en la Unión Europea en 2014 y desde entonces, numerosos países de la UE se han visto afectados por esta devastadora enfermedad porcina.
En agosto de 2018, el virus saltó a China, lo que representó la primera aparición de PPA en Asia.
Desde entonces, la enfermedad continuó propagándose en la Región, afectando a 16 países a partir de 2021.
En septiembre de 2019, Timor-Leste notificó la primera aparición de PPA en Oceanía, seguida de Papúa Nueva Guinea.
En julio de 2021 la enfermedad reapareció en las Américas después de una ausencia de casi 40 años, habiéndose introducido en República Dominicana y posteriormente en Haití.
Ya en enero de este 2022, el genotipo II de la PPA fue notificado en la península de Italia, después de unos 40 años de ausencia.
Según la OIE, desde enero de 2020 se ha reportado que la PPA está presente en cinco regiones diferentes del mundo en 35 países, afectando a más de 1.100.000 cerdos y más de 32.000 jabalíes, con más de 1.800.000 pérdidas de animales (Ver Tabla N° 1).
En estos más de 2 años, ocho países han reportado PPA como primera ocurrencia en el país, mientras que 12 países informaron su propagación a nuevas zonas.
“Como se observa en Europa y en algunas regiones de Asia, la transmisión de la PPA parece depender en gran medida de la densidad de población de jabalíes y su interacción con los sistemas de producción de cerdos de baja bioseguridad”.
“Esto pone de relieve una propagación continua de la enfermedad en nuevos países y nuevas zonas en países ya afectados”, aseguran los expertos.
Y agregan: “Como se observa en Europa y en algunas regiones de Asia, la transmisión de la PPA parece depender en gran medida de la densidad de población de jabalíes y su interacción con los sistemas de producción de cerdos de baja bioseguridad. Se requiere un buen conocimiento y manejo de la población de jabalíes, así como una fuerte coordinación entre los Servicios Veterinarios, la vida silvestre y las autoridades forestales para prevenir y controlar con éxito la PPA”.
La vigilancia de la PPA debe adaptarse al contexto epidemiológico local, teniendo en cuenta la presencia de cepas virulentas que podrían impedir la vigilancia clínica.
Los programas de vigilancia también deben abarcar las poblaciones silvestres y salvajes.
En este sentido, los Miembros de la OIE también deben garantizar el acceso a un diagnóstico de laboratorio de calidad, capaz de identificar el virus de acuerdo con las normas publicadas en el Manual Terrestre de la OIE.
“La bioseguridad sigue siendo la medida más importante y efectiva disponible para prevenir y controlar la PPA”, aseguraron desde la entidad internacional”. Y sumaron: “La implementación rigurosa y continua de los principios clave de bioseguridad, y el mantenimiento de un alto nivel de conciencia sobre la enfermedad entre todos los actores involucrados en la cadena y en las fronteras para prevenir el movimiento ilegal de productos infectados, pueden evitar que el virus ingrese a los rebaños de cerdos”.
También recuerdan que no existe una vacuna autorizada contra la PPA con eficacia y seguridad demostradas disponibles.
“Por lo tanto, cualquier tipo de vacuna contra la PPA que se venda en el mercado es falsa o contiene cepas mal atenuadas del virus, lo que plantea graves riesgos de seguridad y tiene el potencial de propagarse entre cerdos, causando enfermedades crónicas”, resaltaron.