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SUSCRIBITE La magnitud del impacto sanitario y económico que generó la pandemia por COVID19 llevó a que la actividad veterinaria nacional buscara rápidamente adecuarse a la excepción recibida por parte del Ejecutivo, por medio de la cual se la declaraba una actividad esencial. Cumplido ese objetivo, los organismos públicos, las facultades nacionales, los investigadores y las empresas del sector privado volcaron también su experiencia, conocimiento y recursos a la búsqueda de distintas soluciones de impacto concreto en las personas.
Así fue como en el muestreo que se publica en las páginas 10 y 11 de esta edición de MOTIVAR, se demostró el compromiso que la pandemia despertó en el sector de la salud animal, el cual por primera vez en mucho tiempo recogió un sentimiento de pertenencia en todo lo que hace a la salud pública.
Desde los laboratorios del Senasa y del INTA puestos a disposición para la realización de diagnósticos de avanzada sobre COVID19, pasando por veterinarios trabajando codo a codo con investigadores de facultades de medicina humana y empresas del rubro en el desarrollo y puesta a punto de distintos tipos de respiradores artificiales, por ejemplo. Vale citar el caso del generado desde la UNLP para ser empleado en 2 personas a la vez (denominado DuplicAR), así como la participación de la Cátedra de Anestesiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, junto con UNLAM, la colaboración del ITBA y la firma Herlam en el desarrollo de una nueva herramienta para duplicar el alcance de ventiladores mecánicos.
Ciencia en general. Medicamentos de uso veterinario que podrían mejorar notablemente la salud de las personas.
Características y fortalezas de los animales al servicio del bien público, no solo para probarlos sino básicamente para entenderlos y generarlos, como es el caso del suero híper inmune, donde los equinos juegan un rol clave en lograr un recurso similar al plasma de pacientes convalecientes.
¿Qué más? Mucho más. En las próximas líneas profundizaremos solo en algunos de los múltiples avances que profesionales y empresas del sector veterinario han generado en los últimos meses.
La cátedra de Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, actualmente se encuentra trabajando en dos proyectos relacionados con COVID19.
Por un lado, aquel focalizado en el diagnóstico serológico de la infección en animales domésticos convivientes con el ser humano y en animales silvestres. Además, la Institución fue elegida para participar en las etapas iniciales de la prueba de inmunogenicidad preclínica en animales de una vacuna frente a Coronavirus a vectores desarrollada en la Universidad de Wisconsin.
Al tanto de la importancia de estos temas, MOTIVAR entrevistó a la MV. Silvia Mundo, una de las investigadoras de la UBA que participa de ambas iniciativas y nos comentó los avances. “Estamos trabajando en la puesta en marcha de las pruebas diagnósticas tanto virológicas como serológicas y realizando los muestreos de los animales expuestos en el caso del proyecto de diagnóstico. En el tema de ensayo de inmunogenicidad estamos acondicionando el laboratorio para la vacunación de los animales”, relató. Cabe aclarar que el grupo diagnóstico está conformado, además, por la Dra. Ana Bratanich, el Dr. Marcelo Miragaya, el Dr. Gabriel Capitelli; mientras que en el caso del proyecto de evaluación de la vacuna participan la Dra. Silvia Colavecchia, el Dr. Gabriel Capitelli y el Dr. Jorge Osorio. “Las expectativas son altas dado que estamos dedicados al desarrollo de estos proyectos con recursos humanos de muy buen nivel y profesionalismo, apoyados por nuestra facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires”, resaltó Mundo. Por último, y al ser consultada por MOTIVAR sobre la imagen de los profesionales frente a la sociedad, la experta en inmunología veterinaria declaró: “Estos proyectos son de nuestra incumbencia profesional directa y están colaborando en la identificación del papel de las Ciencias Veterinarias a nivel de la sociedad en su conjunto. Nos ubica como referentes en esta zoonosis y estamos trabajando activamente para dilucidar los interrogantes del comportamiento de este virus en los animales domésticos y silvestres. Sin descuidar el ensayo preclínico de vacunas que nos permitirá aportar datos sobre la factibilidad de inducir respuesta inmune que prevenga la infección tanto en animales como en seres humanos”.
Uno de los proyectos científicos que surgieron en el marco de la pandemia, fue el kit ELA CHEMSTRIP COVID-19 para la detección del virus SARS-Cov2. Por medio de éste, se puede diagnosticar a personas que están cursando la infección, tengan síntomas o no. Es más rápido que el test RT-PCR, utiliza componentes y tecnología argentina y no solo fue aprobado por la ANMAT, sino que ya se han producido más de 150.000 unidades. Se apunta a llegar a las 400.000 en el mediano plazo.
Del desarrollo participaron investigadores de las Universidades de San Martín, de Quilmes y de dos Pymes tecnológicas: CHEMTEST y Productos Bio-lógicos SA. En este punto, Juan Manuel Capece, representante de CHEMTEST y del laboratorio veterinario Biochemiq, manifestó en diversos medios de comunicación que la producción del kit avanza con el objetivo de abastecer las necesidades de la sociedad argentina, también pensando en poder exportarse a otros países de la región.
El kit funciona en tres pasos a partir del hisopado nasofaríngeo de la persona a diagnosticar. Todo el proceso dura una hora y media y puede realizarse con los componentes que vienen en el kit diagnóstico, más un equipo para incubar a 60°. “Se pasa un hisopo por la nariz hasta la garganta del paciente y se obtienen sus células que luego se procesan para que liberen el ARN del virus si estaban infectadas. El siguiente paso es garantizar que el virus sea detectable. Para esto, se aplica tecnología para amplificar su presencia, por más mínima que sea. El diagnóstico concluye con una tira reactiva que al entrar en contacto con el ARN viral amplificado muestra dos bandas coloreadas. Si el virus no estaba presente, la tira muestra una sola banda y significa que el paciente no está infectado”, explicó Diego Comerci, investigador del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB) de la UNSAM, coordinador del desarrollo y también vinculado a la industria veterinaria, principalmente en el campo de la investigación en vacunas.
Siempre destacando la importancia de ser cautelosos en la expectativa que despierta la difusión del potencial uso de la Ivermectina en el tratamiento del COVID19, el Dr. Adrián Lifschitz, profesional de la FCV de la UNICEN y miembro del Centro de Investigaciones de Tandil (Conicet) volvió a tomar contacto con MOTIVAR. Claro, el producto veterinario quizás más utilizado en nuestro país (luego de la vacuna antiaftosa), está siendo probado en humanos para el tratamiento de infección por SRAS – CoV-2 con la aprobación también del ANMAT. “El ensayo clínico se está realizando en Buenos Aires en diferentes centros hospitalarios. Los pacientes enfermos entran con diferentes características fisiológicas y se trabaja siempre bajo su consentimiento”, nos explicó el referente.
Específicamente el rol dentro del consorcio del CIVETAN, es evaluar entre otras cosas, la carga viral de los pacientes y el monitoreo de la concentración de ivermectina en sangre de los pacientes tratados. “Medimos para tratar de correlacionar las concentraciones con respecto a los resultados que se van obteniendo. Esperamos tener resultados preliminares en el transcurso de un mes”, completó Lifschitz.
Para concluir, desde MOTIVAR le consultamos sobre el rol de los veterinarios en la búsqueda de la cura contra el coronavirus: “Nosotros históricamente trabajamos en la salud animal y la mayoría de la información disponible de los últimos años con respecto a la Ivermectina, se aportó desde el lado de la medicina veterinaria. Eso nos llena, nos da un orgullo que como veterinario podamos aportar, en conjunto con otras disciplinas, para cuidar a las personas”.
Las investigaciones argentinas en relación con COVID19 sin dudas que también se vinculan a la actualidad del Grupo Insud, del cual forma parte Biogénesis Bagó.
En ese punto, vale repasar algunas de las declaraciones realizadas por su fundador, Hugo Sigman, sobre las pruebas que se están desarrollando tanto sobre la ivermectina, como también en lo que fue la reciente aprobación del ANMAT para que otra empresa del grupo empiece a probar el suero inmune. Respecto de este último, vale destacar que la empresa Inmunova (también Grupo Insud) logró ya la autorización de ANMAT para iniciar las pruebas de su desarrollo: un antígeno (proteína RDA) por ingeniería genética que inyectada en caballos produce un suero hiperinmune.
“La producción de este antígeno ya demostró ser capaz de tratar la toxina Shiga -responsable del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) – y ya recibió para esto la aprobación de la autoridad regulatoria europea (EMA) y de la FDA (Estados Unidos)”, le explicaba hace unas semanas Sigman a Infobae. Y resumía: “Si esto funcionara es un recurso extraordinario para usarlo en los inicios tempranos de la enfermedad, y si los anticuerpos del suero de caballos neutralizan el virus se conseguiría, probablemente, evitar el progreso del COVID19”.