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SUSCRIBITELa ganadería post convertibilidad
La evolución del stock de ganado vacuno tanto en el país, como en la provincia, es acompañado periódicamente por fases de liquidación y retención, determinadas tanto por eventos climáticos adversos, como así también por la relación entre el precio del ganado y el de los productos agrícolas.
A diferencia de otras actividades, la producción ganadera no posee la típica curva de oferta positiva sino que, por lo contrario, en el orto plazo y ante un incremento en el precio, la cantidad ofrecida no sólo no se incrementa sino que se reduce. Y este comportamiento inusual se debe a que el ganado tiene un doble carácter, al ser un bien de consumo y un bien de capital.
En una visión a largo plazo, se pueden identificar dos etapas en la evolución del stock ganadero en Formosa durante los últimos 12 años.
La primera, comprendida entre 2003 y 2008, en la cual se registró un significativo incremento del stock, que se expandió a una tasa anual acumulativa del 5%. En la segunda etapa (2009 y 2015) no se produjo una tasa de variación notable del stock, pero luego de una leve caída, se inició una nueva fase de retención al punto que en 2013 se alcanzaron niveles superiores al registrado en 2008. Los valores mínimos alcanzados ese año constituyeron un piso a partir del cual evolucionó el ciclo ganadero formoseño.
Con respecto a 2001, el valor actual -en dólares- de la tierra en la región de cría se incrementó un 50%. Esto permitió una elevada ganancia patrimonial, al casi duplicarse el valor promedio de la hectárea con respecto a 15 años atrás.
En el Cuadro Nº 1 se observa el stock vacuno total entre los años 2003 y 2015. Con dicho stock, que fue creciendo de manera sostenida desde el 2003 al 2008, Formosa pasó de 1,4 millones de cabezas a 1,8 millones.
Cuadro Nº 1: Existencia bovina total (cantidad de cabezas) en Formosa | ||
Año | Cabezas | Variación |
2003 | 1.403.243 | |
2004 | 1.455.624 | 3,70% |
2005 | 1.667.370 | 14,50% |
2006 | 1.702.232 | 2% |
2007 | 1.675.400 | -1,50% |
2008 | 1.801.798 | 7,50% |
2009 | 1.785.060 | -0,90% |
2010 | 1.748.920 | -2% |
2011 | 1.732.867 | -0,90% |
2012 | 1.790.001 | 3,20% |
2013 | 1.872.872 | 4,60% |
2014 | 1.768.691 | -5,50% |
2015 | 1.756.725 | -0,60% |
Fuente: SENASA, 1° Vacunación Aftosa 2003-2015 |
Ese crecimiento responde, por un lado, al avance de la ganadería en el norte del país, y por otro, a un incremento de la adopción de tecnología como estrategia de crecimiento para los productores.
La ejecución de buenas prácticas de manejo para aumentar la producción de pasturas y mejorar los índices de preñez fueron aspectos fundamentales para lograr explotaciones más productivas y sustentables.
Entre 2008 y 2011 tanto por el desestímulo de la actividad, como por medidas políticas que hicieron que el productor se incline por otra producción.
También se atentó contra las exportaciones de carne en tiempo de precios internacionales en aumento y se incrementó el peso mínimo de faena, así como por la sequía que afectó a casi todo el rodeo nacional, se produjo una caída del 3,8% del stock ganadero, un total de 68.963cabezas.
Situación que obligó al productor a reducir el rodeo. Sin embargo, hubo una posterior recuperación muy rápida de la cantidad de vacunos, alcanzando en el año 2013 niveles superiores a los del 2008 para luego estabilizarse.
Los últimos cinco años: Cría
La evolución de 2010 a 2015 de la cantidad de terneros y terneras es destacable; para el año 2010 se vacunaron contra la fiebre aftosa 385.175 animales de dicha categoría, mientras que en 2015 se vacunaron 422.758 cabezas, habiéndose incrementado en 5 años en 37.583 cabezas (aproximadamente 7.500 terneros/as por año).
Sin embargo en dicho lustro, la existencia bovina total de la provincia creció sólo en 7.805 cabezas, lo que indica que hubo variaciones en las categorías ganaderas. Por ejemplo, se redujo la cantidad de novillos en un total de casi 60 mil cabezas (27.597 novillitos y 32.034 novillos).
Pero por otro lado, se registra un incremento de 42.185 vacas, lo que explica por qué en el quinquenio se mantuvo incesante el stock en términos generales, pero con alteraciones en sus categorías.
Como se puede observar en el trabajo completo, entre 2008 y 2010 la tendencia fue retener gran parte del novillito debido a causas coyunturales; al ser años de sequía probablemente las madres hayan tenido un bajo índice de parición y habiendo señales de rentabilidad futura adversas para el sector, se procedió a la liquidación de terneros para aprovechar los precios relativamente altos de ese presente respecto al precio del novillo. Sin embargo, en los años sucesivos se observa una brecha importante entredichas categorías.
En base a esta información, se entiende que en la provincia de Formosa se realiza mayormente la actividad de cría, en menor medida la recría y la minoría de los establecimientos ganaderos realizan el ciclo completo.
En cuanto al porcentaje de destete, el promedio provincial es de 59,9%. Calculado éste de acuerdo a la cantidad de terneros más terneras dividido la cantidad de vacas. Tal cual se puede observar en el Cuadro Nº 2, no se percibe demasiada variabilidad en el destete.
Cuadro 5. Destete de la provincia de Formosa 2005/2015 | |||
Año | Vaca | ternero/ra | destete % |
2005 | 711.087,00 | 377.740 | 53% |
2006 | 722.688,00 | 392.377 | 54% |
2007 | 734.974,00 | 394.766 | 54% |
2008 | 760.075,00 | 420.812 | 55% |
2009 | 750.265,00 | 383.935 | 51% |
2010 | 737.928,00 | 385.175 | 52% |
2011 | 752.315,00 | 420.443 | 56% |
2012 | 785.360,00 | 445.901 | 57% |
2013 | 829.845,00 | 470.975 | 57% |
2014 | 794.433,00 | 441.938 | 56% |
2015 | 780.113,00 | 422.758 | 54% |
Por departamento
Si bien la existencia ganadera total en términos generales se mantuvo constante, cuando se observan datos por departamento se puede ver que hubo cierto movimiento en los rodeos. En el departamento de Bermejo, el stock creció entre 2005 y 2015 un 39,4% (34.500 cabezas).
Con respecto a 2001, el valor actual -en dólares- de la tierra en la región de cría se incrementó un 50%.
Asimismo, en el departamento de Patiño se ganó un 19,2% del stock bovino (82.800 cabezas). Sin embargo, Laishí y Formosa perdieron stock ganadero en esa década. Al mismo tiempo, Patiño es el que registra la mayor cantidad de vacunos (512.560 cabezas), seguido por el de Pirané (347.428 cabezas).
La densidad ganadera de la provincia es de 0,24 cab/has; es decir unas 4,1 hectáreas por cabeza, registrándose las mayores concentraciones de hacienda en el este, el cual cuenta con el 61% del stock provincial.
Perspectivas
Dado que el modelo económico actual busca funcionar en base a la inversión potenciada por el sector externo, la ganadería tiene las condiciones para conseguir las divisas extranjeras que necesita la balanza comercial argentina.
Si bien el mercado internacional muestra un excelente panorama, no será a corto plazo la dinamización y motorización de la exportación.
Una condición preliminar es recuperar el stock nacional perdido en los últimos años, sabiendo que Argentina tiene las condiciones para volver a transformarse en un jugador relevante en el mercado de carne bovina a nivel mundial.
El interrogante es ¿qué papel va a jugar Formosa en este posible escenario? Dada la escasez de novillos pesados, principal animal faenado para su exportación, seguirá funcionando como fábrica de terneros para ser engordados en otras provincias ¿O avanzará hacia la recría a campo utilizando favorablemente la conexión entre campos del Este y el Oeste?
En este sentido, la actividad de cría y un alto precio del ternero juegan un papel importante. Todo indica que el valor del ternero va a mantener un 14% de diferencia con el novillo, y no deja de ser un negocio a tener en cuenta para el productor. Sin embargo, existe una intención oficial de lograr la retención anual de un número importante de terneros con destino a invernada local, a fin de que el ciclo de producción sea finalizado en la provincia.
De aquí en adelante, Formosa deberá aprovechar los años que se avecinan afrontando nuevos desafíos, comprendiendo que el número a hacer crecer no es tanto el stock bovino, sino la productividad y eficiencia.