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El Colegio de Médicos Veterinarios de la provincia de Buenos Aires realizó el pasado 27 de septiembre una ceremonia con motivo del Día Mundial de la Lucha Antirrábica.
Durante el acto, se distinguió a los Dres. Juan Carlos Arrosi, Oscar Larghi y Federico Gury Dohmen (en representación de su padre, el Dr. Enrique Gury Dohmen) en reconocimiento a la labor realizada contra el flagelo de esta zoonosis en nuestro país.
El emotivo acto se llevó adelante en la sede central de la entidad bonaerense, en La Plata, y contó con la presencia del Dr. Rodolfo Bottini -director nacional de Sanidad Animal del Senasa-, el Dr. Gustavo Montali -en representación del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia-, el Dr. Daniel Simón -de la división Zoonosis Urbanas del Ministerio de Salud de Buenos Aires- y el Dr. Fernando Marino -representando al decanato de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata-.
A lo largo de la jornada, el Dr. Pedro Beltrachini -de la división Zoonosis Urbanas del Ministerio de Salud bonaerense- recorrió brevemente los orígenes de la rabia en nuestro país y en el mundo.
Mencionó que la fecha elegida para celebrar mundialmente el día de la lucha antirrábica corresponde a la que Luis Pasteur fallece (médico que en 1980 desarrolló la primera vacuna contra la rabia, para conejos).
A partir de allí, Beltrachini comentó quienes siguieron adelante en esta labor destacándose el Dr. José Meister y el Dr. Desiderio Davel (primero en lograr una vacuna contra la enfermedad en Argentina).
Vale recordar que el surgimiento de la rabia en nuestro país data de las invasiones inglesas con una Buenos Aires a la que arribaron en barco decenas de perros que portaban el virus.
Desde entonces comenzó a ser conocido el flagelo en los centros urbanos, que iría creciendo y decreciendo hasta llegar al año 1970, ocasionando la muerte de más de 20 personas y con cinco mil animales afectados.
Es en ese momento cuando se crea el Programa de Control de la Rabia en Argentina, el cual -junto a diversos factores que intervinieron en su éxito- contribuyó consistente y efectivamente a diezmar el virus.
Por otra parte, el actual director nacional de Sanidad Animal del Senasa, Rodolfo Bottini, expresó el reconocimiento de este organismo al trabajo realizado por los médicos veterinarios en este sentido: «En nuestro caso y como servicio oficial, nos queda seguir trabajando en el tema a través del Programa de rabia.
Para la etapa en la que estamos -en definitiva siempre el último tramo es el más fácil- todo lo que haga a divulgación y difusión, es importante. La vigilancia, es uno de los pilares que nos queda por seguir llevando adelante».
Finalmente, el ex director de Zoonosis del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Dr. Juan Carlos Arrosi, sostuvo: «Estamos aquí para insistir en lo que se ha logrado con el Programa antirrábico: la desaparición de la rabia en la provincia y en el resto del país, quedando focos todavía en Salta, Jujuy y en zonas fronterizas con Bolivia».
Ya culminando, agregó: «Habiéndose registrado el último caso de la enfermedad en un animal en Buenos Aires allá por el año 1984, queda una etapa de mantenimiento y consolidación, puesto que la eliminación no significa la erradicación de la rabia.
Sobre todo en el conurbano, donde existen condiciones etnográficas, sociales, culturales y económicas que crean una alarma en cuanto a la eventual entrada de un animal infectado en un momento en que la gente, y algunas autoridades incluso ligadas con la salud, le han sacado la prioridad al tema.
Hay que mantener el control. Sería realmente lamentable el recrudecimiento de la enfermedad».
Fuente: Prensa del Colegio de Médicos Veterinarios de Buenos Aires.