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SUSCRIBITELa MV Bibiana Brihuega indicó que la leptospirosis bovina produce pérdidas reproductivas y económicas. El diagnóstico veterinario junto a las vacunas y la prevención, la clave.
La MV Bibiana Brihuega destacó que la leptospirosis bovina es una enfermedad zoonótica e interespecie.
La leptospirosis bovina es una enfermedad infecciosa que afecta justamente mucho a esta especia y produce pérdidas reproductivas. Además, en Argentina es endémica, con brotes epidémicos en los momentos de precipitaciones. Sin embargo ¿cuáles son las herramientas diagnósticas actuales? ¿Qué hay que saber del ciclo epidemiológico para tenerlo en cuenta como prevención?
En el marco de las I Jornadas de Actualización en Sanidad Bovina, la MV Bibiana Brihuega brindó una charla “Epidemiología y diagnóstico de la leptospirosis bovina” donde disertó sobre la epidemiología y el diagnóstico de la enfermedad.
En diálogo con MOTIVAR adelantó que la leptospirosis no se puede erradicar, pero que, a través de la vacunación y del diagnóstico, se puede controlar.
En ese sentido explicó que es una enfermedad interespecie ya que puede contagiarse de cualquier especie, teniendo en cuenta que quienes más la transmiten son los roedores, caninos y porcinos, algunos presentándola como casos clínicos y otros solo como portadores.
Sin embargo, al tratarse de una enfermedad zoonótica, la MV indicó que sus colegas y los trabajadores de campos son los más afectados y tienen mayor riesgo de infectarse si no toman los recaudos necesarios.
En primera medida, Brihuega destacó 3 cuestiones para intentar identificar si se trata de una infección leve, aguda o crónica.
“Esto varía en relación a lo virulenta o lo patógena que pueda ser la cepa con la cual se contagió el bovino. Por otro lado, el número de la carga si fue importante o más leve. Y, por último, el estado inmunológico o el estado del animal. Por ejemplo, tienen dos momentos en los cuales está más en riesgo que es durante la preñez y durante la lactancia que son cuando los bovinos están más exigidos físicamente, entonces está como más desprotegido ante cualquier infección”, explicó la profesional.
Estos patrones se suman a que haya un animal susceptible y un portador, por lo tanto, ahí es cuando se da todo el ciclo.
En ese sentido, la MV manifestó que esta es una enfermedad en la cual el ciclo epidemiológico es prácticamente perfecto. “Esto se debe a que involucra a todos los animales silvestres, domésticos, de producción, al hombre y al medio ambiente, siendo el agua el vehículo de la leptospira.
Otro de los puntos importantes que manifestó Brihuega son los posibles síntomas que tienen los bovinos y por los cuales se puede pensar que el diagnóstico es leptospirosis: el aborto terminal y autolítico, retención placentaria, muerte embrionaria, fetos autolíticos, mortalidad perinatal, ictericia, mastitis.
Por otro lado, en el caso de los tambos, indicó que se observará una caída muy grande en la producción de la leche, sumado a que esta tiene grumos, un aspecto calostral y coágulos sanguíneos.
“Consideramos que la leptospirosis en los tambos se podría solucionar con una buena higiene. Por lo tanto, se dice que es una enfermedad en los tambos por mal manejo y falta de higiene. La leptospira es muy hábil pero simplemente higienizando todo con agua y lavandina, ya la anulamos”, detalló Brihuega.
Y agregó: “Nunca se puede erradicar sino controlar por medio de vacunas, el diagnóstico y la prevención que tiene que ver con la higiene; el mantenimiento y protección del personal”.
Cuando Brihuega habla de diagnóstico, indicó que se refiere a un concepto muy amplio ya que incluye varios aspectos:
- El diagnóstico clínico por parte de los veterinarios ya que son quienes tienen el “ojo clínico”.
- El diagnóstico microbiológico. “Es el intento de aislamiento para eso hay que mandar orina o un órgano para intentar aislar en un laboratorio que tenga los medios”, detalló.
- El molecular o PCR, el cual permite detectar la enfermedad en un tiempo más prolongado. “Hoy en día contamos con la muestra Lisa la cual nos ayuda muchísimo en el diagnóstico”, destacó.
- El serológico. “El al que los veterinarios siempre recurrimos porque es la muestra más fácil para tomar suero y este nos da muchos datos”, agregó.
Por último, Bibiana Brihuega aclaró la importancia de la vacunación. “La vacuna es anual y eso se recomienda siempre. Es algo muy simple pero que evita que la enfermedad se propague”, concluyó.
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