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Profesión

Una guía para el diagnóstico de pérdidas reproductivas en bovinos

El INTA publicó un documento de alto valor con recomendaciones concretas en el diagnóstico de pérdidas en reproducción bovina que no se deben pasar por alto.

Por Redacción de MOTIVAR 24 de febrero de 2024 - 08:10

Publicada el pasado mes de diciembre de 2023, la guía para el diagnóstico de pérdidas reproductivas en bovinos que generó el Centro Regional Buenos Aires Sur del INTA es un material de alto valor para la profesión veterinaria.

“Generan un elevado costo al sistema con las consiguientes pérdidas económicas, ya sea porque es necesaria la asistencia profesional para lograr arribar a un diagnóstico etiológico de la merma, el reemplazo de todo vientre que no presente ternero, o volver a darle servicio, en el caso que se considere apropiado”, aseguran los referentes. Y destacan: “El resultado final de estas pérdidas son menores kilos de carne y leche producidos por unidad de superficie ganadera destinada a tal fin”.

Asimismo, el trabajo del INTA sostiene que, en sistemas de producción de carne bovina, se espera que la presencia de una vaca en un rodeo, en condiciones de manejo habituales, genere una cría todos los años, es decir, en primera instancia debe preñarse, luego llevar la gestación a término y parirlo normalmente. Además, debería criarlo apropiadamente para lograr un ternero lo más pesado posible al momento del destete.

“Para hacerlo, la vaca debería preñarse lo más temprano posible en la temporada de servicio. Esto permitirá lograr terneros más pesados al momento del destete. Sin embargo, los datos históricos de la región demuestran que los porcentajes de destete en sistemas de producción de carne bovina nunca superan los 60-65% de la totalidad de hembras que entran a servicio”, repasan los especialistas en el documento.

Y aseguran: “En condiciones óptimas de manejo, estos porcentajes deberían estar cercanos al 90%. Ese 30% de vacas que no genera un ternero todos los años es el resultado final de la ineficiencia de estos sistemas”.

De manera similar, en sistemas de producción lechera, se espera que la hembra logre preñarse lo más rápidamente posible, luego de haber parido un ternero, para tratar de lograr intervalo entre partos de 365-380 días y de esta manera optimizar la continuidad de la producción lechera.

En ese marco, la guía deja en claro que “cualquiera sea la causa de alargar estos periodos o disminuir los kilogramos de carne producida por unidad de superficie utilizada para tal fin, podrá tener un impacto directo sobre estos sistemas”.

Compartamos más recomendaciones de los técnicos del INTA.

INTA_CRBsAsSur_EEABalcarce_Canton_GJ_Guía_diagnóstico_pérdidas_reproductivas.pdf

Identificación del problema (Anamnesis)

En primera instancia es imprescindible identificar en qué momento ocurren estas mermas. En los sistemas de producción lechera, donde la inseminación artificial es de uso mucho más frecuente, con el consiguiente diagnóstico de gestación temprana, conocer si la vaca se preña o no, no suele ser un problema.

En cambio, en sistemas de producción de carne, donde en el mejor de los casos, el servicio natural se realiza durante 3 meses, la identificación de una vaca que no se preña se hace en el momento del diagnóstico de gestación, que puede ser a los 4 o 5 meses de iniciado el servicio.

Por lo mencionado, lo primero para tratar de indicar es si la vaca se preña efectivamente. Se recomienda realizar el diagnóstico de gestación lo más tempranamente posible.

Es importante conocer el estatus sanitario del rodeo respecto a algunas enfermedades infecciosas de la reproducción bovina (brucelosis, enfermedades de transmisión sexual). En el caso de éstas, también es importante conocer el estatus sanitario de los rodeos vecinos y la aplicación de vacunas “reproductivas” para conocer la posible protección que pudieran tener estos rodeos.

A los bifes

Si bien existe el preconcepto que en general toda pérdida reproductiva es producto de una enfermedad de origen infeccioso, no siempre es el caso.

Las pérdidas de origen genético son muy difíciles de diagnosticar, aunque su incidencia se cree que es muy baja. Dentro de las pérdidas de origen ambiental, se incluyen a una amplia variedad de componentes: traumáticas, hormonales, asociadas a temperatura ambiente, algunos tóxicos, de origen nutricional, o mecánicas. A continuación, se mencionarán algunas de ellas.

En sistemas de producción extensivos pastoriles una de las principales causas que explican que los futuros vientres no se preñen es el estado nutricional al que llegan al comenzar la temporada de servicio. En tal sentido es importante tener este tipo de información anamnésica para poder explicar fallas reproductivas.

Otro factor que podría tener implicancia para explicar fallas en la concepción es el efecto que tiene la temperatura ambiente sobre la capacidad reproductora.

Este tipo de presentaciones se ha empezado a detectar con mayor frecuencia, y muchas veces este efecto se ve exacerbado por el consumo de ergoalcaloides producidos por hongos en las pasturas: Epichloë coenophiala (festucosis) o Claviceps purpurea (ergotismo).

Si la temporada de servicio se corre hacia los meses donde la temperatura ambiente comienza a ser más elevada, este aspecto podría explicar fallas de la concepción. Esto puede observarse al momento del tacto, detectando que hay vientres que uno esperaría preñados “cola” y esta “cola” no está presente.

Para poder confirmar esto debería evaluarse la temporada de servicio, temperaturas medias registradas durante ese tiempo y porcentajes y distribución de las preñeces logradas al tacto.

Fallas en la concepción de origen infeccioso

Quizás la de mayor relevancia en nuestra región es el efecto que tienen las enfermedades de transmisión sexual en nuestros rodeos. Tanto la tricomonosis como la campilobacteriosis genital bovina suelen manifestarse clínicamente de manera similar: fallas de concepción temprana, alteraciones en la distribución de las gestaciones (cabeza, cuerpo y cola), entre otras características clínicas.

El diagnóstico de estas enfermedades se centra en su detección en los toros, que es revisado en la Guía (Ver recuadro). La principal limitante con estas pérdidas es el tiempo transcurrido en el que ocurrieron, las detectamos e intentamos hacer algún muestreo para tratar de identificar la causa.

Cabe mencionar que tampoco pueden descartarse otras problemáticas sanitarias que puedan explicar estas mermas entre el tacto y la parición, o incluso produciendo mortalidad perinatal y hasta los primeros meses de vida.

También, algunas intoxicaciones pueden provocar pérdidas reproductivas.

Claves para realizar una necropsia

La Guía para el diagnóstico de pérdidas reproductivas en bovinos generada por el Centro Regional Buenos Aires Sur del INTA aborda y profundiza tres temas específicos como lo son: fetos abortados, vacas abortadas y un capítulo especial para toros (o semen).

Es así como en el primero de ellos, destaca, entre otras informaciones de valor algunas premisas a considerar al momento de realizar una necropsia.

1. Minimizar el proceso de autólisis manteniendo el feto en lugares frescos (¡no congelar!), especialmente durante las épocas de mayor temperatura ambiente.

2. Antes de comenzar una necropsia es indispensable estar equipado con la vestimenta apropiada, especialmente destinada a ese fin, así como material de protección: guantes y anteojos descartables, barbijos, etc.

3. Disponer del instrumental adecuado, cuchillos afilados, sierra o serrucho, chaira, piedra de afilar. Para tomar muestras de tejidos utilizar bisturí, pinzas, tijeras, jeringas y agujas, etc. Se deberá disponer también de portaobjetos para realizar frotis o improntas de tejidos. Se necesitarán frascos con formol bufferado al 10% y recipientes estériles para envío de materiales al laboratorio de microbiología; frasco con alcohol y garrafa para esterilizar el instrumental para el muestreo microbiológico, entre otros.

4. Al realizar la necropsia, proceder ordenadamente examinando los diferentes órganos y tejidos sistemáticamente.

5. Efectuar cortes netos y con seguridad evitando accidentes personales.

6. Colocar las muestras en recipientes apropiados para cada fin y trasladar las muestras debidamente rotuladas y acondicionadas evitando riesgos de infección a terceros y al personal del laboratorio.

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