Estudios realizados por el INTA indican que, para bovinos en crecimiento, la diferencia de peso causada por la garrapata bovina cuando no es controlada puede ir de 18 a 42 kg de carne al año. Este es el dato que más le importa a los productores a la hora de planificar con su veterinario un control integrado de la enfermedad.
Victoria Rossner, Doctora en Ciencias Veterinarias y representante del INTA Colonia Benítez, dialogó con MOTIVAR y brindó detalles de esta enfermedad y explicó los pasos a seguir tanto para productores como para veterinarios.
Clima y persistencia
MOTIVAR: ¿Qué vinculación existe entre el clima y la presencia de garrapatas en los bovinos? ¿Cuáles son las principales problemáticas?
Victoria Rossner: En Argentina la garrapata común del bovino (R. microplus) se distribuye al norte de los paralelos 31-32° S con excepción de la región andina, en las provincias de Salta, Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Formosa, Misiones, Entre Ríos, Corrientes y Chaco. Dentro del área ecológicamente favorable para esta garrapata, las zonas más propicias para su desarrollo son aquellas con déficit hídrico anual menor a 200 mm y temperaturas superiores a 15 ºC durante la mayor parte del año.
La diferencia de peso causada por esta parasitosis cuando no es controlada puede ir de 18 a 42 kg de carne al año La diferencia de peso causada por esta parasitosis cuando no es controlada puede ir de 18 a 42 kg de carne al año
Las regiones ganaderas de ambientes subtropicales se caracterizan por presentar elevadas temperaturas y alta radiación solar y por las fluctuaciones estacionales en la producción de forraje y la infestación por parásitos.
La abundancia de este parásito sobre los bovinos sigue un claro patrón estacional, caracterizado por un incremento en la carga de garrapatas desde mediados de la primavera al otoño, donde alcanza el pico máximo, para luego decrecer hacia el invierno.
Garrapata - Victoria Rossner - INTA
El cambio climático causa modificaciones en las poblaciones animales y en los vectores asociados a la transmisión de aquellas enfermedades debido a sequías, inundaciones, corrientes de calor, entre otras. La mínima variación del clima afectará a microorganismos, vectores, reservorios y seres humanos pudiendo generar un cambio en la distribución e incidencias de numerosas patologías; en su mayoría de tipo infeccioso. A esto también se suma la modificación en el tipo de uso de los suelos, pasando de zonas subutilizadas a producciones agrícolas y mixtas.
¿Qué está pasando (y puede pasar) con la presencia de parásitos este año (más lluvioso y húmedo) en relación con los dos años anteriores?
VR: El ciclo biológico de la garrapata R. microplus presenta una fase parasitaria de aproximadamente 23 días, en la que los estadíos de larva, ninfa y adulto se desarrollan sobre un único huésped bovino. La fase no parasitaria comienza cuando una garrapata hembra adulta se desprende del bovino y cae al suelo para poner sus huevos.
Este parásito constituye una gran restricción a la productividad ganadera produciendo severas pérdidas económicas en el país por distintos motivos Este parásito constituye una gran restricción a la productividad ganadera produciendo severas pérdidas económicas en el país por distintos motivos
La cantidad de ciclos anuales estará determinada por la duración de la fase no parasitaria, que es influenciada por factores abióticos como la temperatura y la humedad del ambiente. De acuerdo con el clima esta parasitosis puede cumplir 3, 4 o incluso 5 generaciones en un establecimiento, lo que genera un crecimiento exponencial mayor de parásitos a lo largo del año.
La presencia de garrapatas requiere de inviernos benignos (mayoría de los meses con temperaturas superiores a 14,5 °C) y déficit hídrico inferior a 200 mm, es decir que aquellos años más lluviosos y húmedos favorecen el desarrollo de los ciclos parasitarios acompañados por temperaturas superiores a 15 °C en invierno.
¿Cuántos son los kilos de carne que se ponen en juego en cada caso por la presencia de estas parasitosis?
VR: Este parásito constituye una gran restricción a la productividad ganadera en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, produciendo severas pérdidas económicas en el país por distintos motivos.
Entre las pérdidas físicas directas de mayor importancia se pueden mencionar: disminución en la ganancia de peso, anemia provocada por hematofagia, desvalorización del cuero por la ocurrencia de lesiones y miasis y menor producción láctea; y otras asociadas a la transmisión de enfermedades, ya que R. microplus es el vector exclusivo de los agentes causales de la babesiosis bovina.
En estudios llevados a cabo en INTA, para bovinos en crecimiento la diferencia de peso causada por esta parasitosis cuando no es controlada puede ir de 18 a 42 kg de carne al año.
¿Qué dos o tres conceptos debemos fijar en la cabeza de los productores para que comprendan la importancia de abordar este tema a tiempo y de manera realmente posible?
VR: Primero, que el objetivo de los esquemas de control de garrapatas es aplicar tratamientos cuya eficacia terapéutica contribuya a mantener bajos niveles de infestación, de manera que la merma productiva por esta parasitosis sea muy baja.
Segundo, que la casi exclusiva dependencia de los productos veterinarios acaricidas químicos sintéticos para el control de la garrapata común del bovino está asociada a los problemas de resistencia a los acaricidas y contaminación. Cada establecimiento debe contar con la información de cómo funcionan los garrapaticidas disponibles.
Victoria Rossner - Garrapata - INTA
Tercero, que los esquemas de control estratégico forman parte de un programa prediseñado de mediano y largo plazo, y consisten en concentrar un número mínimo de tratamientos en una determinada época del año afectando la evolución de la población de garrapatas en la pastura con un efecto duradero.
¿Y en la de los veterinarios que los asesoran?
VR: Actualizarse y consultar a otros profesionales que cuentan con el conocimiento tecnológico para asesorarlos. En los últimos años ha sido ampliamente promovido a nivel mundial el concepto de control sustentable de garrapatas, que incluye aplicar combinaciones de productos acaricidas, manejo ambiental, y otras alternativas como medidas de control biológico y utilización de razas bovinas con resistencia natural a garrapatas.
Un concepto clave es el de “control integrado de la garrapata común del bovino” que implica la combinación en simultáneo de dos o más técnicas, de las cuales una de ellas no debiera ser química.
Las tres principales herramientas, con eficacia comprobada, que en la práctica pueden ser utilizadas en un control integrado de R. microplus en Argentina son: la aplicación de productos acaricidas químicos sintéticos; la rotación y descanso de pasturas y pastizales; la utilización de biotipos bovinos con resistencia natural a la infestación con garrapatas.