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Manejo

Del "masomenómetro" a la precisión con condición corporal

El score de condición corporal en la vaca es clave para pasar de la observación al diagnóstico y mejorar la sanidad, nutrición y productividad.

Por Redacción de MOTIVAR 15 de junio de 2025 - 08:00

La condición corporal de la vaca al tacto rectal es mucho más que un dato de cierre: bien observada e interpretada, puede marcar el rumbo de todo el ciclo productivo. En esta entrevista con MOTIVAR, el MV Ricardo “Chiche” Chayer, referente del Grupo CONPAS, explica cómo integrar este indicador a la gestión sanitaria, nutricional y forrajera de los rodeos.

En tiempos donde la eficiencia productiva se vuelve una necesidad urgente en la ganadería de cría, cada dato que aporte valor real se vuelve oro. Y la condición corporal de las vacas, evaluada cuidadosamente al tacto, se consolida como una herramienta estratégica para anticiparse, planificar y actuar con precisión.

Con más de 30 años de experiencia recorriendo campos en distintas regiones del país, Ricardo “Chiche” Chayer conoce de cerca la dinámica de los rodeos de carne y la complejidad de cada decisión que el veterinario debe acompañar.

En diálogo con MOTIVAR, destaca el uso del score de condición corporal no solo como un indicador nutricional, sino como un eje que articula decisiones clave: ajustes sanitarios, planificación forrajera y estrategias reproductivas.

MOTIVAR: ¿Cómo transformas te el uso de la condición corporal en una herramienta de gestión estratégica para tus asesoramientos?

Ricardo Chayer: Tal como muchos autores han publicado, las vacas que paren en baja condición corporal tienen un anestro post parto más largo. Se afirma que el balance energético de los vientres antes y durante el servicio tiene efecto sobre la reanudación de la ciclicidad post- parto.

Varios años de registrar y analizar la información de diferentes campos, y sobre un muy importante número de animales, no hizo más que confirmar la asociación de la condición corporal de los vientres en momentos puntuales del ciclo con el resultado de preñez.

El desafío no es saber lo que ocurre sino poder hacer “algo” para que el sistema funcione como queremos y no como dicte el año o la naturaleza. Con esta herramienta dejamos de lado la subjetividad que observamos a diario en la ganadería de nuestro país y pasamos de informar que las vacas están “buenas” o “muy flacas” para decir que se encuentran en 5,2 puntos de CC de la escala de 1 a 9. Es decir, desterramos el “masomenometro”.

El aumento de 1 punto de condición corporal en una vaca representa un aumento de alrededor de 40 kg de peso; una ganancia diaria de 500 gramos durante 2 meses y medio. Así que mejorar 1 punto de condición corporal implica tiempo y buena alimentación.

El aumento de 1 punto de condición corporal en una vaca representa un aumento de alrededor de 40 kg de peso; una ganancia diaria de 500 gramos durante 2 meses y medio. El aumento de 1 punto de condición corporal en una vaca representa un aumento de alrededor de 40 kg de peso; una ganancia diaria de 500 gramos durante 2 meses y medio.

Ahora, es más difícil que la vaca gane kilos cuando está en lactancia, con altos requerimientos, que cuando se encuentra en los dos primeros tercios de gestación con casi la mitad de demanda energética de la vaca criando ternero. Por eso, le damos mucha importancia al registro de condición corporal al tacto, porque en ese momento podemos evaluarla individualmente a cada vientre y asociarla con el tiempo de gestación (preñez cabeza o cola). En base a estas dos variables, reagrupamos los vientres para darles manejos diferenciales en su alimentación.

En los campos en que estamos involucrados en el manejo de los rodeos y que, por supuesto, nos basamos en el monitoreo de la condición corporal, logramos mejorar la preñez en el primer o segundo año y estabilizar buenos resultados a través del tiempo.

Un punto no menor es la “calidad” de la preñez a la que no siempre se le da la importancia que tiene. No es lo mismo una distribución de la preñez de 65% cabeza, 25% cuerpo y 10% cola que otra con un 40% en el primer mes, 30% en el segundo y 30% en el tercero, a pesar de que en los dos casos el porcentaje de preñez final fue el 92%.

¿Cuál es tu protocolo para evaluar este indicador?

RC: La condición corporal la evaluamos en el momento que encepamos la vaca para palpar. Se observan las zonas del animal establecidas para diferenciar grados de condición corporal como relieve de la columna, punta y ala de cadera, costillas visibles, etc. y se asigna la puntuación según la escala elegida (1 a 9 puntos o 1 a 5 puntos). Si tenemos dudas y no la podemos definir con el animal encepado, observamos la vaca cuando sale de la manga.

Es importante puntuar según establece la escala ya que será la única forma de poder comparar nuestros resultados con la bibliografía y con otros colegas. Tengamos en cuenta que la escala de 1 a 9 es exactamente igual que la escala de 1 a 5 con puntos intermedios.

Para estandarizar la medición, solo es necesario que el observador este entrenado y conozca las diferencias anatómicas que definen cada punto.

Chiche grafico 1.jpg

¿Qué rango de valores consideras crítico en esta etapa del año (post tacto) para preñeces de vaquillonas vs. Vacas multíparas?

RC: Si bien soy enemigo de dar “recetas”, podríamos simplificar para nuestra zona que la vaca de tercer servicio en adelante debería parir en CC de 5 puntos, la vaquillona de primer servicio, especialmente las que se entoraron a los 15 meses y la vaca de segundo servicio que tuvo el primero a los 15 meses, debería parir en CC= 6 puntos.

Por lo tanto, todo animal que se encuentre por debajo del estado óptimo antes del parto debe ser alimentado mejor para llegar al parto en la CC adecuada. Recordemos que es más fácil mejorar el estado entre el tacto y el parto, cuando los vientres tienen requerimientos más bajos.

Luego del parto, los requerimientos aumentan por la lactancia y resulta más difícil mejorar la condición corporal.

Manejo y toma de decisiones

¿Qué decisiones sanitarias concretas definís a partir del score de CC?

RC: La condición corporal de la vaca no determina cambios en el plan sanitario. En cambio, sí define estrategias de manejo tales como asignación de recursos forrajeros de mejor calidad y/o cantidad en caso de ser necesario recuperar el estado de los vientres antes o durante la parición. En casos más extremos, una baja CC en el inicio del servicio podría forzarnos a destetar precozmente o tomar alguna medida de emergencia.

¿De qué manera la CC impacta en la planificación forrajera?

RC: La planificación forrajera, por definición, debe hacerse en forma anticipada, teniendo en cuenta el número y categorías de vientres que debemos mantener en cada etapa del ciclo.

Cuando detectamos señales de alerta reflejadas en una condición corporal más baja de lo deseable al tacto, o en cualquier otro momento del ciclo, los recursos forrajeros disponibles ya están definidos.

Para estandarizar la medición, el observador debe estar entrenado y conocer las diferencias anatómicas Para estandarizar la medición, el observador debe estar entrenado y conocer las diferencias anatómicas

Por lo que la decisión no sería que recursos implantamos en ese momento sino como asignamos el forraje disponible según necesidad de cada rodeo.

En casos extremos, cuando no es suficiente el forraje disponible, se deben tomar otro tipo de decisiones como lo son la suplementación, anticipar destetes, descargar el campo, etc.

¿Cómo integras esta evaluación con otros indicadores?

RC: La condición corporal al tacto, asociada al resultado de preñez, es una herramienta útil para diagnosticar causas de fallos de preñez. Nuestros datos muestran que las vacas multíparas que llegan al tacto en condición corporal 5 o mayor, logran preñarse por encima del 90%.

Cuando las vacas en buena condición corporal no alcanzan los niveles lógicos de preñez, asociados a distribución anormal de la preñez u otros indicadores, nos alerta a indagar en diagnósticos más específicos de causas de fallos en el servicio como por ejemplo enfermedades venéreas.

Las vacas multíparas que llegan al tacto en condición corporal 5 o mayor, logran preñarse por encima del 90% Las vacas multíparas que llegan al tacto en condición corporal 5 o mayor, logran preñarse por encima del 90%

Los resultados difieren cuando se trata de vaquillonas, especialmente con entore precoz, o vacas de segundo y tercer servicio que tuvieron el primero a los 15 meses. En estas categorías, se requiere un punto más de CC para que la preñez se estabilice por encima del 90%.

La condición corporal al parto, está estrechamente relacionada con la longitud del anestro post parto y consecuentemente con la cantidad de celos que va a presentar cada vientre dentro de la temporada de servicio siguiente (obviamente cuantos más celos tenga la vaca durante los meses de servicio, más chances tiene de preñarse).

El análisis de nuestros datos nos permite comprender el efecto de la condición corporal sobre la preñez y predecir resultados en función de la situación del rodeo.

Poder predecir malos resultados tiene el enorme valor de advertir el problema con tiempo suficiente para minimizar el daño tomando acciones correctivas.

¿Qué herramientas usas (checklists, apps, planillas) para sistematizar y comunicar el diagnóstico con el productor y su equipo?

RC: Cuando tomamos condición corporal al tacto, registramos el dato individualmente para cada individuo. Hasta hace poco lo hacíamos en planilla de papel que luego pasábamos a un archivo de Excel donde analizábamos la información. Actualmente registramos la información en una aplicación para trabajos de manga (Gesvet), para posteriormente analizarlo en nuestro archivo de Excel y emitir el informe correspondiente.

Cabe aclarar que en el Grupo Conpas, la Ing. Agr. Cecilia Pasqualini es la responsable de analizar la totalidad de la información generada por los 8 veterinarios que junta a ella integramos este equipo.

Las determinaciones de monitoreo que hacemos en las demás etapas del ciclo (parición - inicio del servicio – Fin del servicio) se hacen a campo sobre una proporción de los vientres al azar.

Poder predecir malos resultados tiene el valor de advertir el problema a tiempo para minimizar el daño y accionar Poder predecir malos resultados tiene el valor de advertir el problema a tiempo para minimizar el daño y accionar

La información puede anotarse en un papel (cuantos animales se observan en cada grado de CC) o utilizar un formulario de Google seteado a tal efecto. Esta información se vuelca a un tablero de control que simula un semáforo para ser de fácil lectura para el productor.

Si bien el dato del promedio de CC de cada rodeo lo tenemos en cuenta, nos es de mucha utilidad la distribución observada. Para los vientres adultos usamos una clasificación en donde la CC de 1 a 3 se considera de color rojo, la 4 de color amarillo y de 5 para arriba de color verde.

En el caso de las vaquillonas y vacas de segundo servicio se usa la misma clasificación subiendo un punto. Cualquiera sea la forma de registro se vuelca en una planilla de monitoreo, donde se procesa para mostrar la evolución a lo largo del ciclo reproductivo

Recomendaciones a veterinarios

¿Cuáles son los errores más frecuentes a campo?

RC: El principal error es no tener en cuenta las modificaciones de la condición corporal durante el ciclo productivo y no usarla para corregir problemas, con la anticipación suficiente para minimizar los efectos sobre la preñez.

La consecuencia productiva directa se ve reflejada en la tasa de preñez baja, cuando la condición corporal de un rodeo disminuye en periodos claves del ciclo. Son los problemas más frecuentes, una baja condición corporal al inicio del servicio, o inicio del servicio en condición corporal aceptable, pero con pérdida de estado durante los meses de entore.

Chiche grafico 2.jpg

Esta situación es corregible si se monitorea la condición corporal. Ejemplo de rodeo de vientres adultos que ganó estado durante gran parte del ciclo reproductivo y terminó con un 95% de preñez.

¿Por qué un veterinario debería incorporar este indicador en su paquete de servicios?

RC: Monitorear la condición corporal y usar la herramienta para corregir la asignación de recursos forrajeros por rodeo hace la diferencia entre un buen resultado de preñez o un fracaso en el servicio.

Un veterinario que está a cargo de decisiones de manejo no debería ignorar esta útil herramienta. Casualmente esta metodología de trabajo la utilizamos para dejar de lado la subjetividad con la que habitualmente se toman decisiones en la ganadería de nuestro país.

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