En la avicultura, la calidad del agua es un factor clave para garantizar la salud animal y el rendimiento óptimo de las aves. Según lo publicado en Avinews, los bebederos desempeñan un papel crucial en el suministro de agua limpia, y el uso de sistemas de filtración adecuados evitan la transmisión de enfermedades y garantizan una producción eficiente.
La calidad del agua no solo impacta en el bienestar animal, sino también su crecimiento, rendimiento productivo y la calidad del producto final, ya sea carne o huevos.
Bienestar animal
El agua contaminada es una de las principales vías de entrada de patógenos en las granjas avícolas.
Según Avinews, microorganismos como bacterias, virus y parásitos pueden encontrar en los sistemas de agua un medio ideal para su proliferación. Estos agentes patógenos no solo afectan el bienestar de las aves, sino que también pueden generar enfermedades que reducen la tasa de crecimiento, la producción de huevos y aumentan la mortalidad.
Entre las bacterias más comunes que pueden transmitirse por el agua se encuentran Salmonella, Escherichia coli y Campylobacter.
Además, los biofilms, que son acumulaciones de bacterias y otros microorganismos que forman una capa viscosa en las superficies internas de los sistemas de agua, pueden ser extremadamente difíciles de eliminar y se convierten en un problema persistente en las granjas que no cuentan con un sistema de filtración adecuado.
Consecuencias de no filtrar el agua
No contar con un sistema de filtración eficiente puede tener graves consecuencias:
- Reducción del consumo de agua: Las aves que detectan agua de mala calidad suelen reducir su consumo, lo que impacta directamente en su crecimiento y en la producción de huevos.
- Aumento de costos veterinarios: Las enfermedades derivadas de la ingesta de agua contaminada aumentan los costos de medicamentos, tratamientos y mano de obra, reduciendo así la rentabilidad de la granja.
- Disminución de la conversión alimenticia: Cuando las aves no consumen suficiente agua o consumen agua de mala calidad, su capacidad para procesar los nutrientes del alimento disminuye, lo que reduce la conversión alimenticia y afecta los resultados económicos.
La solución
Los sistemas de filtración eliminan partículas sólidas, materia orgánica, sedimentos y microorganismos del agua que consumen las aves, lo que asegura que el agua se mantenga libre de contaminantes.
Un sistema de filtración bien implementado puede prevenir la formación de biofilms y garantizar que las aves tengan acceso a agua potable limpia y segura en todo momento.
FUENTE: Avinews