Senasa confirmó un nuevo brote de carbunclo en animales en la zona de Arata, en el noreste de La Pampa. El caso se suma a los presentados anteriormente en Unanue, en la misma provincia, donde murieron decenas de bovinos.
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SUSCRIBITESenasa confirmó el nuevo brote de carbunclo en bovinos en la zona de Arata, por lo que desde la Zoonosis provincial instan a la prevención y detección temprana.
Senasa confirmó un nuevo brote de carbunclo en animales en la zona de Arata, en el noreste de La Pampa. El caso se suma a los presentados anteriormente en Unanue, en la misma provincia, donde murieron decenas de bovinos.
Desde la Dirección de Ganadería del Ministerio de la Producción de La Pampa insistieron en la importancia de la detección temprana y la notificación inmediata de esta zoonosis, para implementar medidas de prevención, control y vigilancia por parte de los organismos competentes.
En ese marco se recordó que el carbunclo bacteriano, carbunco, pústula maligna o antrax es una enfermedad de curso agudo, altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales incluso al ser humano, por lo que se considera una zoonosis grave. Su sospecha tanto en casos humanos como de animales es de notificación obligatoria.
En febrero pasado, en un campo de Unanue, en el sureste pampeano, se constató la mortandad de vacas nuevas, e inicialmente se lo atribuyó a las altas temperaturas que se registraron por esos días en La Pampa. Sin embargo, la Mesa Provincial de Zoonosis confirmó luego que se trató de un foco de carbunclo.
Una veterinaria de Colonia Santa María tomó las muestras para los análisis, y los resultados arrojaron positivo de carbunclo. El foco causó la mortandad alcanzó al menos a 22 vacas, 5 terneros y 1 toro.
La bacteria responsable es el Bacillus anthracis, la cual forma un esporo que es resistente a condiciones climáticas severas, como sequías, y le permite sobrevivir en el ambiente durante largos períodos de tiempo en alimentos secos, subproductos animales como lanas y cueros, objetos contaminados y suelo.
La enfermedad se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita, salida de sangre por los orificios naturales (boca, nariz y ano). Con la sangre se eliminan los esporos que quedan en el suelo y de este modo son ingeridos por otros rumiantes al alimentarse.
El diagnóstico en personas es clínico-epidemiológico, el tratamiento es con antibióticos y también se indica profilaxis en caso de personas que hayan estado expuestas a los cadáveres animales.
Existen vacunas para animales, pero no para humanos. En los animales puede prevenirse, vacunando a los bovinos anualmente y en forma sistémica, a partir de los 6 meses de edad, preferiblemente en primavera.
En campos con antecedentes de la presencia de la enfermedad, se recomiendan dos aplicaciones al año con un intervalo de 6 meses entre ambas, a fines de potenciar las respuestas inmunitarias.
Es fundamental la intervención y participación de un profesional veterinario, para hacer el diagnóstico correspondiente, que permita confirmar la etiología de la muerte del o los animales.
Para notificación comunicarse con Senasa: whatsapp 11-5700-5704; e-mail: [email protected] o concurriendo a la oficina más cercana.