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SUSCRIBITEUn manejo inadecuado en la reposición de nutrientes empobrece los suelos dedicados a la producción agropecuaria, según difundió FERTILIZAR Asociación Civil.
Manejo. Hay una menor reposición de nutrientes respecto a la extracción por los cultivos.
El uso de fertilizantes, la principal entrada de nutrientes en la gran mayoría de los suelos dedicados a la producción agropecuaria, viene aumentando, aunque no vertiginosamente, en las últimas décadas. Si relacionamos el consumo al área sembrada veremos que “la dosis” del manejo de inicios de los años 90 se multiplicó por 7 tomando en promedio los últimos 5 años.
En este punto podemos quedarnos tranquilos, o continuar con la pregunta ¿ese aumento en dosis es suficiente para garantizar la sostenibilidad de la producción en los suelos agropecuarios? En el último Simposio Fertilidad 2025, el Dr. Hernán Sainz Rozas y su equipo mostraron los resultados de los últimos relevamientos de suelos de zonas productivas de la Región Pampeana (datos de 2024) y del NEA y NOA (2023).
Lo que quedó en evidencia es que los suelos productivos de Argentina, a pesar de que los niveles de fertilización van aumentando lentamente, están perdiendo nutrientes, año tras año, campaña tras campaña. Como consecuencia de estas pérdidas, los contenidos de numerosos nutrientes se desplazan progresivamente hacia el rango de deficiencia.
Tomando al fósforo como nutriente de referencia, se observa que los promedios de P extractable en las distintas regiones -salvo en algunos sectores del NOA- tienden a aproximarse al límite inferior establecido en 10-15 mg kg-1. A la pérdida ambiental evidente, el empobrecimiento del recurso suelo, se suma una pérdida agronómica y económica: la producción agropecuaria argentina está lejos de producir lo que podría.
Los resultados de ensayos y estimaciones dan más o menos los mismos números: tenemos una brecha mayor al 40% entre lo que producimos y el potencial que tienen los cultivos. Esta ineficiencia marca un círculo vicioso muy perjudicial: menores rendimientos de los cultivos se asocian a menores generaciones de biomasa, menor producción de raíces y rastrojos, y menores contenidos de materia orgánica; entonces una menor producción no sólo se relaciona a una menor oferta nutricional, sino también a una reducida salud física y biológica del suelo.
Así, los suelos productivos de Argentina se están empobreciendo por la falta de un adecuado manejo de reposición de nutrientes.
El responsable de esta situación sería la producción argentina, que apoyado en la herencia de suelos de altísima calidad, se ha caracterizado por una menor reposición de nutrientes respecto a la extracción por los cultivos, lo cual es particularmente fuerte en elementos como el K o el S (Figura 1).
Este empobrecimiento del recurso suelo es muchas veces desconocido por técnicos, asesores, tomadores de decisión e incluso los mismos dueños de la tierra. En el camino se está hipotecando el futuro de la producción, porque no se puede producir sin nutrientes. Una reposición adecuada en forma conjunta con el aumento de la producción vegetal para mantener e incluso incrementar los niveles de materia orgánica, son buenas prácticas complementarias que permiten pensar en una producción argentina sostenible que conserve su principal recurso ambiental, el suelo.
Esteban Ciarlo, M. Fernanda González Sanjuan
Cátedra de Edafología, Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires
FUENTE: FERTILIZAR - Revista de la AACS "NUESTRO SUELO"
