Cristina Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, analizó junto al consultor Alfredo Elorriaga, el clima de octubre/noviembre y lo que se viene para diciembre en cuanto al fenómeno de “La Niña”. Así, recordó que en noviembre volvieron a verse tormentas que dejaron acumulados muy por encima de la media.
El centro de Buenos Aires superó los 220 mm, igual que el norte de Entre Ríos; el norte de Córdoba cerró el mes con 120 a 150 mm y en el centro norte de Santa Fe incluso se superaron esos valores. En Corrientes se alcanzaron los 280 mm y lo mismo sucedió en el centro de Chaco.
Diciembre arrancó de la misma manera. En la región núcleo, se registraron 95 mm en General Villegas, aunque en el entorno de Rosario no hubo lluvias significativas. Sí hay pronósticos para el próximo fin de semana.
Pero no son buenas las probabilidades para Rosario y esta zona podría cumplir casi 3 semanas sin recibir valores importantes en un momento clave para el maíz temprano y la siembra de la soja de segunda.
"Los agrónomos alertan de variaciones muy importantes: “a 15 km de distancia, registramos 100 mm en un campo y solo 15 en otro”, dijo Russo. También hubo fuertes lluvias y vientos de mucha violencia en Súnchales con 188 mm que provocaron destrozos.
Elorriaga hacía esta afirmación en noviembre: “El sistema atmosférico está muy perturbado. Hay factores, como el calentamiento de los océanos, que disminuyen la confianza de los pronósticos. Con una dinámica atmosférica tan alterada y mayor energía disponible, todo puede pasar”. Las tormentas ya están mostrando una violencia inusitada. El escenario de falta de agua parece alejarse de la campaña gruesa, pero las tormentas comienzan a mostrar una violencia poco común, típica de tiempo extremo.
Actualizaciones sobre "La Niña"
Según Elorriaga, las proyecciones de los organismos internacionales siguen indicando un leve enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Central, pero la influencia proyectada por los modelos para el evento “Niña” es cada vez menos significativa, tanto en severidad como en duración.
Hubo cambios muy importantes en el último mes con lo que se acortó todavía más el período de duración de “La Niña”. Te comento que la actualización con los últimos datos de la NOAA bajó la probabilidad de “Niña” para diciembre: hace un mes era de 71%; hoy, 57%. Esto significa que casi no habrá “Niña” ni sus efectos adversos sobre las lluvias de diciembre, aunque el pronóstico se mantiene para enero y febrero de 2025.
Sobre esos cambios, el especialista señaló que tienen que ver con el comportamiento de los vientos Alisios: en esta época del año soplan de este a oeste, de Sudamérica a Australia. Cuando son muy fuertes arrastran agua hacia Australia y dejan de alguna forma “descubierta” agua más profunda que es más fría.
Precisamente, lo que pasó fue lo contrario, disminuyeron su intensidad y volvemos a hablar de un mayor calentamiento en la superficie del océano. Fíjate en las diferencias en las anomalías de temperaturas a nivel planetario entre el 6 y el 21 de noviembre.
En 15 días, se observa un incremento muy importante en la zona que llamamos “Niño 3.4” que es clave en el seguimiento de este fenómeno y de dónde salen los índices que vamos comentando mes a mes. Incluso, en este momento hay una alerta en las costas de Perú por fuertes vientos y lluvias derivadas del mayor calentamiento.
Incertidumbre a largo plazo
"Siempre señalamos que el fenómeno del ENSO es un indicador muy robusto de largo plazo, muy seguido por los mercados, precisamente porque, entre otros factores, considera la inercia térmica propia de las temperaturas oceánicas", explicó Elorriaga.
"Las variaciones en menores periodos de tiempo que estamos viendo, sumada a la mayor energía disponible, agregan incertidumbre a la evaluación de largo plazo, volviendo un poco menos predecible el comportamiento de los modelos climáticos", añadió.
Ello no invalida poder hacer pronósticos a futuro, pero sí obliga a un seguimiento detallado, como el hace el GEA/BCR. "A principios de año hablamos de lo que podía llegar a ser una de las “Niñas” más importantes desde el año 2000, con un enfriamiento notable, y hoy hay buenas razones para pensar que más que una “Niña” moderada sería una neutralidad fría", concluyó Elorriaga.
Cultivos de verano de Argentina
El fenómeno sería muy bueno para los cultivos de verano de la Argentina, pero "no sé si es bueno para el planeta. Las señales de debilitamiento de Niña, tanto en duración como en intensidad, son una buena noticia para el sector rural y para Argentina. Pero es ingenuo pensar que no existen los efectos de acción y reacción y que esto no va a generar otro tipo de efectos indeseados", evaluó el analista.
Por ejemplo, en China, por los altos valores de temperaturas está habiendo problemas en la producción de papa, problemas que los llevan a cambiar la forma de producción. Vivimos tiempos en los que vemos grandes cambios que se dan muy rápido. Por eso, la agricultura argentina va a tener que adaptarse a cambios significativos.
En ese sentido, Elorriaga pronosticó que "vamos a tener mayor frecuencia de fenómenos disruptivos o eventos de tiempo extremo. Temperaturas más altas que lo normal en la superficie del océano Pacífico o en el Atlántico aportan más combustible para que se formen tormentas potencialmente más violentas".
FUENTE: BCR