Las abundantes precipitaciones registradas durante febrero y marzo de 2025 han provocado un marcado exceso hídrico en gran parte de la provincia de Buenos Aires. Esto muestra una creciente preocupación por la sanidad animal en la producción ganadera, debido al aumento de enfermedades asociadas al barro, la humedad y el estrés en los rodeos.
En provincias como La Pampa y el Chaco, las intensas lluvias también generaron serios excesos hídricos durante el primer trimestre del año, comprometiendo miles de hectáreas productivas.
En La Pampa, se reportan zonas bajas anegadas que dificultan tanto la movilidad como el acceso a los animales, mientras que, en el Chaco, los campos del este provincial sufren un anegamiento sostenido que altera los planes sanitarios y nutricionales.
Según un relevamiento satelital encargado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), unas 2 millones de hectáreas productivas están afectadas, entre ellas más de 500.000 totalmente inundadas. Esta situación impacta de lleno en los sistemas ganaderos, sobre todo en un momento crítico del ciclo productivo: pariciones otoñales, siembra de verdeos y destetes.
Recomendaciones desde el INTA
Esta expansión del problema a nivel regional refuerza la necesidad de abordar la emergencia con una mirada integral y adaptada a cada territorio, tal como lo propone el INTA desde un abordaje sanitario.
Desde el organismo recomiendan abordar esta emergencia con un enfoque integral, pero destacan especialmente la necesidad de reforzar las medidas sanitarias. El hacinamiento, el estrés, la humedad y el barro son el caldo de cultivo ideal para la proliferación de enfermedades.
Frente a esto, se sugiere monitorear mensualmente la carga parasitaria mediante análisis de HPG y actuar con tratamientos eficaces. También podría aumentar la incidencia de Fasciola hepática, debido a la expansión del caracol vector en áreas anegadas.
Otra advertencia clave es sobre la sarna, que puede diseminarse rápidamente en animales inmunodeprimidos. El tratamiento inyectable a todo el rodeo es fundamental si se detectan síntomas. A su vez, la hipomagnesemia e intoxicaciones por nitratos podrían presentarse por el tipo de forrajes disponibles, por lo que el monitoreo y la prevención son esenciales.
Nutrición animal y destete
INTA sugiere realizar un balance forrajero ajustado a cada establecimiento, priorizar el uso de potreros altos y planificar la suplementación con alimentos de alto valor nutricional. También se recomienda pastorear en campos naturales en lugar de pasturas implantadas, usar fertilización estratégica y sembrar verdes de invierno en cuanto sea posible.
En el destete, si la condición corporal de la madre es deficiente, se aconseja que sea anticipado. Para minimizar pérdidas, se deben usar corrales en zonas altas, evitar el hacinamiento y asegurar sombra, agua limpia y dieta equilibrada.
La clave está en actuar con rapidez y en conjunto con veterinarios, ingenieros agrónomos y técnicos del INTA, adaptando las recomendaciones generales a la realidad particular de cada campo. La sanidad, una vez más, se vuelve el pilar de la resiliencia ganadera.