Una delegación nerlandesa integrada por miembros del Clúster Porcino GITAH realizó un tour en Argentina para trabajar junto a referentes locales en la optimización de la cadena de producción y procesamiento de cerdos.
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SUSCRIBITEUna delegación nerlandesa integrada por miembros del Clúster Porcino GITAH realizó un tour en Argentina para trabajar junto a referentes locales en la optimización de la cadena de producción y procesamiento de cerdos.
Vale decir que el GITAH Porcino es una iniciativa público-privada que tiene como objetivo colaborar con sus contrapartes locales. En ese marco, participó en coordinación con el Grupo de Técnicos y Productores de cerdos (GTPC).
En diálogo con MOTIVAR, el M.V. Francisco Tascon, encargado de los negocios de Agrovision para Latinoamérica, explicó que “el objetivo del recorrido es conocer la industria, ver sus necesidades y ver cómo nosotros desde nuestra experiencia y productos podemos resolver problemas que tengan para mejorar la productividad y la rentabilidad de las granjas”.
La jornada se dividió en dos partes en las cuales, durante la mañana, el GTPC recibió al grupo GITAH, con quienes fueron a recorrer instalaciones de una de las unidades de engorde asociadas que tiene Uniporc, Estancia San Lorenzo, de la familia Zubiaurre. Allí se observó la planta de alimento balanceado, sus métodos de elaboración, los distintos cereales que se producen en el campo, y después, por un tema de bioseguridad, recorrieron por fuera las instalaciones del criadero.
En ese sentido, Federico Guatri, gerente de producción de Uniporc Tandil, le explicó a MOTIVAR que el intercambio fue muy fructífero. “Es bueno conocer su experiencia trabajando hace años en bienestar animal, uso de antibióticos, tecnología y capacitación del personal”.
En simultáneo, parte de la delegación visitó la fábrica de Cagnoli donde también compartieron una explicación sobre su forma de producción.
Fabio Cagnoli comentó: “Este tipo de actividades son muy especiales. Nos ayudan a descubrir nuevos caminos de trabajo y refuerzan nuestra orientación hacia la integración y la calidad en cada eslabón de la cadena”.
Ya por la tarde, el hotel Elegance, también en Tandil, fue el marco en el que el grupo nerlandés se reunío con cerca de 40 productores de distintas granjas y establecimientos de la zona.
Por otro lado, las ciudades que visitaron fue una elección del clúster extranjero en el que se encontraba Tandil, Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
Guillermo Raca, gerente técnico de MSD Salud Animal, fue parte de un programa en el que viajaron a Países Bajos donde observaron toda la cadena porcina, llegando incluso hasta el frigorífico.
En ese marco fue parte de la delegación nerlandesa que estuvo en Argentina y le precisó a MOTIVAR que una de las diferencias más importantes entre los sistemas productivos de ambos países está en la tecnología. “Ellos tienen todo muy automatizado. La mano de obra es escasa y cara, representa casi el mismo porcentaje de valor o más que nosotros, pero con mucha menos gente. Incluso, los propios dueños de las granjas son los que forman parte del día a día y del proceso”, destacó.
Otras de las diferencias es la edificación, ya que parecen casas.
“Incluso están en el medio de la ciudad. Por lo tanto, las reglamentaciones y las leyes en relación con las emisiones de carbono y nitrógeno es un tema importante. Allí el aire está sumamente purificado, pero para eso necesitan mucha tecnología e inversión”, agregó Raca.
Por otro lado, indicó que, en Países Bajos el retiro del efluente es muy caro; por lo tanto, hacen un aprovechamiento para lo que es calefacción.
“La mayoría del agua que se utiliza en las granjas se recicla, principalmente en esta parte de calefacción, y para reducir las emisiones de nitrógeno, porque todo eso se tiene que purificar al momento de la salida”, explicó. Y especificó que “cuando ellos vienen a Argentina y ven todas estas tierras sin granjas, sin explotar, no lo pueden creer. Para ellos, la eficiencia fundamental. Nosotros a lo mejor pecamos de mucha disponibilidad y poca eficiencia”.
«Ellos no pueden medicar sin la autorización de un veterinario. Todo tiene que estar bien autorizado.»
En lo que respecta a esta cuestión, Raca le indicó a MOTIVAR que allí hay dos grandes diferencias en el rol del veterinario. En relación a los frigoríficos, el veterinario formaba parte de la línea de producción. De esta forma estaba presente todas las horas de trabajo. “Forma parte de todas las reses y las inspecciona. Está muy bien preparado con una computadora digital y le daba el ok para que continuara la línea de producción”, indicó.
Sin embargo, a nivel granja y con la restricción de uso de antibióticos, ahí juega otro rol fundamental el veterinario.
“Ellos no pueden medicar sin la autorización de un veterinario y todo tiene que estar autorizado. Las medicaciones son, en general, vía dosatron, se hacen siempre pulsos metafilácticos. No hay medicación en alimento”, agregó Raco.
Por último, manifestó que las consultas al veterinario o ese uso de antibióticos es caro; por lo tanto “no veíamos una figura fija del veterinario en la granja, sino que era un asesor que iba ante circunstancias puntuales”.
En este sentido, Francisco Tascón le explicó a MOTIVAR que en Argentina no están todavía tan impactados, pero que es clave estar preparados para cuando suceda.
Por su parte, Federico Guatri indicó que en Uniporc vienen trabajando y que, si bien siempre se habla de gestaciones colectivas y demás, también arranca de la sanidad, de la alimentación, del agua, del ambiente, “de cosas muy básicas que en general las empresas que forman parte del GTPC y Uniporc, ya las tienen resueltas”.