En las últimas semanas fuimos retomando nuestro contacto presencial (en vivo y en directo) con veterinarios y veterinarias dedicados a la atención de grandes y pequeños animales. Y mucho de eso, ustedes pudieron ir siguiéndolo no solo a través de nuestra web, sino por medio de las redes sociales.
En el campo y en las ciudades MOTIVAR sigue activo, viviendo junto a los involucrados el día a día de un sector que muestra múltiples desafíos no solo para las empresas, sino también para las personas que forman parte del mismo.
En ese marco, vemos cómo -cada vez más- los profesionales veterinarios buscan reforzar el grado de cumplimiento a sus indicaciones, a la vez de entablar diálogos más frecuentes, ya sea con tutores de mascotas, o bien con productores, encargados o empleados de los establecimientos ganaderos.
“Últimamente, estamos pasando más tiempo alrededor de las personas, que de los animales”, nos dicen permanentemente los profesionales.
¿Y qué es lo que tanto se necesita hablar?
Todo. O más o menos.
Pareciera ser que, muchas veces, la lógica no aplicara a las ciencias veterinarias y que los profesionales no pueden dar vuelta la página y deben seguir insistiendo con mensajes básicos pero que pocas veces se cumplen.
Está claro el desafío que implica poder avanzar en cuestiones preventivas que favorezcan la salud de los animales. Pero de allí a tener que insistir en los beneficios de que cuenten con agua, comida y sombra cuando hace calor, pareciera haber un mundo. Sin embargo, pasa.