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SUSCRIBITEEl 75% de los negocios cierran en los primeros cinco años de vida y las clínicas veterinarias no son la excepción. Es por esto que desde la Red Iberoamericana de Gestión Veterinaria invitaron al Instagram Live donde resolvieron punto por punto los errores más comunes que se hacen visibles en la región.
Los MV Javier Paoloni (Argentina) y Alejandra Mejía (Colombia) coincidieron en que lo importante es partir de la gestión de la clínica veterinaria. En palabras de Mejía: “La buena medicina no se hace sin gestión”. Por su parte, Paoloni indicó que: “La gestión es un pilar fundamental de la veterinaria del día de hoy”. Con esto en mente todas las acciones que se realicen deben partir de esa premisa.
Conocé punto por punto los 10 errores más comunes por los que cierran las veterinarias. Además, identificá cómo evitar el error para no hacer parte de la estadística. Según Mejía y Paoloni, estos 10 puntos no tienen un orden específico, lo importante es hacer un análisis para poder evitarlos.
1. Falta de mentalidad empresarial
“Tenemos que ser empresarios además de veterinarios”, reforzaron los profesionales. La mentalidad empresarial es la que permite estructurar un modelo de negocio, pilar estratégico para lograr una actividad sustentable.
“Es fundamental ponernos en la mente que nos sobra vocación, empuje, ganas y amor por lo que hacemos, pero nos falta entender que somos un empresario del rubro. Si el objetivo es lograr ser una empresa de salud, hay que pagar costos fijos y variables y ser rentables”, enfatizó Paoloni.
2. No contar con un modelo de negocio
No saber cuáles son los objetivos de la veterinaria al mes o al año dificulta proyectar y gestionar. Es clave identificar los recursos físicos y humanos con los
“Se debe tener claro cuáles son los objetivos del año y mes a mes para poder proyectar. Es clave saber qué vendemos. Además, identificar el tipo de cliente que me llega a la veterinaria porque de eso depende el tipo de trato que se le da”, aseguró Mejía Vallejos. Y Paoloni complementó: “El 80% de las clínicas que cierran en Argentina lo hacen porque carecen de habilidades de gestión”.
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3. Fallas en la comunicación y trabajo en equipo
La comunicación es tan importante que impacta en todos los ámbitos de la gestión de la clínica veterinaria. Se pueden tener grandes planes, pero sin una buena comunicación estos no se logran. “Comunicarnos con nuestros proveedores para conseguir mejores condiciones de compra. Comunicarnos con nuestros clientes para mostrarles nuestro valor diferencial. Comunicarnos con todo el equipo de trabajo para que todos sepan lo importantes que son”, sostuvo Paoloni enérgicamente.
4. Omitir el control financiero
“Trabajar mucho no significa tener rentabilidad”, coincidieron los expositores.
Existe el error de pensar que si hay dinero en la caja al negocio le está yendo bien. Es clave realizar un control financiero partiendo de analizar variables internas y externas.
“Tener dinero en la caja no significa que sea nuestro”, reforzó Paoloni.
5. Falta de pensamiento estratégico
Sin objetivos claros no hay pensamiento estratégico pues son estos los que dan el norte a seguir. Una clínica veterinaria -por más pequeña que sea- debe tener objetivos medibles y realizables y entender que debe adaptarse a la realidad del mercado.
“Tenemos estrategias inflexibles, se acaba el negocio porque no me adapto a los cambios del mercado. El hecho de que yo sea pequeño no quiere decir que no tenga una estrategia y que no trabaje en la gestión”, completó Mejía Vallejos.
6. No establecer procesos y protocolos
Los procesos y protocolos permiten minimizar errores que se pueden presentar en la veterinaria. Se necesita mucho trabajo para generar confianza en los clientes, pero poco para que esta se pierda.
Alejandra: “El objetivo es minimizar errores que se pueden presentar en una veterinaria”. Y agregó desde Argentina: “Si nosotros respetamos los procesos y si estandarizamos, minimizamos el impacto que puede sufrir la organización cuando un miembro del equipo se va. El profesional se inserta al proceso y no al contrario”.
7. No contar con habilidades blandas
Enfocarse solamente en el conocimiento clínico puede ser un error si no se tiene en cuenta la empatía y la capacidad de negociación. Es una parte muy importante de la gestión en la veterinaria pues esta profesión depende de la calidad del vínculo que se genere con el tutor.
Javier: Si el éxito de nuestra profesión depende de la calidad del vínculo que forme con el propietario de mi paciente, ¿cómo no voy a entrenar mi empatía?
Alejandra: “Las habilidades blandas nos permiten posicionar nuestro conocimiento y nuestro servicio veterinario”.
8. Falta de liderazgo
El líder es quien ayuda al equipo a cumplir los objetivos, además de identificar lo que no sirve para hacerlo funcionar. Quien lleve el título de líder debe conocer los objetivos y las estrategias que se han planteado para la veterinaria.
Alejandra: “El liderazgo debe estar en mano de personas que sepan los objetivos, las estrategias y las rutas de trabajo. Es la persona que conoce el negocio y a sus coequiperos y es quien los hace avanzar”.
9. Falta de sinergia
Sin unión y sin reciprocidad los negocios no avanzan. Se comete el error de creer que la competencia es el colega, pero la sinergia es una gran aliada. Entendiendo el valor diferencial se pierde el miedo a la competencia.
Javier: “Creemos que la competencia es la veterinaria nueva que se abrió, la que es más grande, etc, pero no es eso. Cuando hay sinergia las respuestas que se producen son superiores a la suma de las capacidades individuales”.
10. Desmotivarse
Cuando no se alcanzan los objetivos o no se gana el dinero deseado se pierde la motivación. Es por eso que todos los puntos anteriores son muy importantes, lograrlos mantiene la motivación.
“La buena medicina no se hace sin gestión. Es importante que nosotros nos apropiemos de las herramientas que están acá, de esa manera nos mantenemos motivados”, coincidieron los expositores.