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SUSCRIBITEEn la medida de lo posible, y siempre respetando los protocolos sanitarios, retomaremos las visitas a veterinarias, continuaremos brindando servicio técnico a campo; webinars, capacitaciones y talleres para veterinarios de manera remota”. Con estas palabras describió el MV. Juan Cruz Muriel los objetivos del Servicio Técnico de Biogénesis Bagó que lidera.
Desde Tandil, Buenos Aires, el profesional tomó contacto con MOTIVAR para profundizar en las acciones que realiza este departamento que forma parte de la dirección comercial de la empresa y funciona como un área de servicios para Ventas y Marketing, teniendo como objetivos la generación de demanda y el servicio posventa, con foco en el canal comercial: veterinarias, distribuidoras, fundaciones y también en productores y asesores.
La división está conformada por 13 veterinarios con dedicación exclusiva a estas funciones que dan soporte en todo el país (Ver recuadro). “Un integrante del Servicio Técnico de Biogénesis Bagó tiene la capacidad de brindar asesoramiento de excelencia, yya que está capacitado sobre diagnóstico, tiene conocimientos de las problemáticas más comunes y la idiosincrasia del trabajo en su zona, y conoce los productos, sus características y aplicaciones”, destacó Muriel.
Y reforzó: “A su vez, tiene una fuerte orientación a resultados contribuyendo al cumplimiento de planes comerciales”.
El veterinario que ya pasó los 10 años de trayectoria en Biogénesis Bagó destacó que los ganaderos que más utilizan este servicio son los que están convencidos de adoptar tecnologías y le dan valor a la sanidad de sus rodeos. “En este objetivo de difundir conocimiento, el vínculo con los veterinarios también es clave: son los que tienen la capacidad de llegar a los productores. Así amplificamos nuestros mensajes”, agregó.
Juan Cruz Muriel: No en todos los campos se mide la producción y si no se mide, no se sabe lo que se está perdiendo o dejando de ganar. Entonces no se toma dimensión del impacto positivo de aplicar tecnologías o de aplicarlas de manera correcta. Muchas veces no se toma a la ganadería como una actividad empresarial.
En otros casos el productor no justifica hacer un gasto en sanidad, quizás por escepticismo basado en desconocimiento.
Ahí es donde nuestra función como extensionistas toma relevancia.
Por otro lado, muchos no cuentan con asesoramiento veterinario permanente, toman sus propias decisiones y llaman al profesional en caso de urgencias. Son pocas las veces que hay un rol del veterinario planificando y ejecutando los planes sanitarios y, por tanto, no se hacen o se cumplen de forma parcial. Claro que además de esto, seguramente hay quienes no aplican más tecnologías por falta de instalaciones, falta de personal, etc.
Por último, en muchos casos hay desconocimiento sobre la importancia de la prevención, y el riesgo e impactos económicos negativos que generan enfermedades infecciosas en la producción y la salud pública.
En lo que es adopción de tecnologías hay algunas tendencias que hacen pensar en una mayor utilización de algunas herramientas.
Se observa un mayor uso de vacunas para la prevención de complejo respiratorio. Esta es la vacuna que más ha crecido en el mercado en los últimos años, probablemente debido a la intensificación de las producciones.
Sin embargo, aún tenemos margen de mejora, ya que el mercado real representa el 41% del mercado potencial, lo que significa que para estar en los niveles de prevención lógicos falta mayor adopción.
Otra vacuna que muestra una tendencia de mayor adopción es la que previene enfermedades reproductivas, donde en los últimos años pasamos de 10 a 12 millones de dosis aprobadas por el Senasa, así y todo, esa vacuna tiene un 27% de adopción teniendo un amplio margen para crecer.
En cuanto a antiparasitarios se evidencia un crecimiento en el uso de levamisol y bencimidazoles, lo cual habla de una mayor rotación de principios activos para control de parasitosis gastrointestinales, también en lo que es control de garrapatas hay un crecimiento en el uso de formulaciones pour on.
Por otra parte, vemos crecimientos en el uso de productos premium de la línea de vitaminas y minerales, Suplenut y Adaptador Min y Vit vienen creciendo año tras año. Este indicador responde al trabajo técnico realizado diagnosticando carencias, los resultados obtenidos a campo, el extensionismo sobre la temática durante más de 10 años en todo el país y la calidad de estos productos indican esto. Ya en el segmento de hormonas para la reproducción hay un claro crecimiento en el uso de eCG, hoy utilizada en protocolos de IATF de todo el país y distintas razas, cuando antes el mayor uso se daba en el norte y rodeos con baja condición corporal.
Fundamentalmente pienso en las enfermedades zoonóticas, brucelosis, tuberculosis, rabia, carbunclo, leptospirosis, por mencionar algunas. Tenemos que ser cada vez más conscientes de que la prevención de estas enfermedades es importantísima.
Su control y vacunación tienen que estar en los calendarios sanitarios. Esto también es importante pensando en los propios productores y el personal de campo, así como también en los consumidores. Hoy sabemos que producimos alimentos, no es más una venta de leche o terneros. Otra cuenta pendiente es lograr centrarnos en mejoras tranqueras adentro: planificar y fijar objetivos para potenciar la producción, fundamentalmente aumentar la cantidad de terneros destetados y el peso de faena.
El eje comunicacional será “el que aplica tecnología, gana”.
Seguiremos mostrando los impactos positivos de la aplicación de planes sanitarios integrales y generando mensajes que permitan dimensionar los impactos a nivel productivo por no aplicarlos.
En su diálogo con MOTIVAR, Juan Cruz Muriel describió el trabajo que realizan los profesionales del Servicio Técnico de Biogénesis Bagó. “Brindamos un servicio muy valorado por nuestros clientes. De hecho, en las encuestas de satisfacción, se destaca como uno de los 5 principales puntos fuertes de la empresa”, aseguró. Y avanzó destacando que el equipo colabora en el diagnóstico de enfermedades que afectan la salud y productividad de los animales. “Tenemos un rol activo, destinando recursos brindar soluciones. Por ejemplo, con la intervención y diagnóstico en brotes de leptospirosis, que permitió lograr más de 20 aislamientos de nuevas cepas de Pomona, Canicola y Hardjo, estos últimos, los primeros logrados en el país”, reforzó Muriel. Y avanzó: “También en brotes de diarrea neonatal, complejo respiratorio o queratoconjuntivitis, donde logramos un diagnóstico y aseguramos los antibiogramas para indicar el uso del antibiótico adecuado, contribuyendo a minimizar la resistencia y en línea con el lema Una sola salud”.
Muriel destacó el seguimiento que se realiza a los controles parasitológicos, fomentando el uso responsable de antiparasitarios, midiendo eficacia e indicando la rotación de principios activos que permitan un control eficaz.
“Damos soporte en la determinación y monitoreo de carencias minerales. En los últimos 10 años trabajamos junto al Depto. de Nutrición Mineral de la FCV de La Plata, realizando más de 20.000 muestreos que nos permitieron conocer el estatus de carencia de cobre y zinc de los rodeos”, agregó. Y completó: “Chequeamos baños para control de garrapatas, midiendo el PH de las preparaciones, así como la determinación de la concentración de los principios activos e indicarle al productor cuándo debe realizar refuerzo o reposición.
Trabajamos con el laboratorio de fármacos garrapaticidas de la FCV de Corrientes, realizando bioensayos para evaluar la sensibilidad o resistencia a las drogas de las garrapatas”.
Más allá de su participación en la gestión del Plan Mi Vete (264 veterinarias), el Servicio Técnico de Biogénesis Bagó asesora en el diseño de planes sanitarios y brinda capacitaciones.
“Todo lo hacemos con la convicción de aportar y difundir conocimiento que permitan mejorar los índices productivos y minimizar el impacto de las enfermedades”, sentenció Juan Cruz Muriel.