La Academia Nacional de Agronomía y Medicina Veterinaria sigue alerta al curso de la pandemia de COVID-19 y todas sus implicancias.
Para esta enfermedad no existe aún vacuna ni fármaco que haya demostrado eficacia, aunque sí, efectos paliativos. Dada la multiplicidad de versiones circulantes sobre eventuales eficacias de fármacos y/o procedimientos, la Academia considera que es de fundamental importancia que la población comprenda, que un producto para uso veterinario solamente debe ser usado en los animales para los cuales ha sido diseñado, estudiado, investigado y registrado. Su utilización por un ser humano supone grandes riesgos, dado que no se conoce su eventual eficacia y aún peor, no se conoce su seguridad.
En el marco de la pandemia que asola al planeta todo, la imperiosa necesidad de ciertos medicamentos, importantes en el tratamiento de pacientes, ha generado la escasez de algunos de ellos. Eso ha impulsado a algunos países europeos a permitir la utilización de ciertas formulaciones de productos veterinarios aprobados, en seres humanos. Este hecho, que ha sido comentado en medios de comunicación masiva, puede contribuir a la confusión que ya existe sobre el tema.
Debemos ser muy claros en esto: En la Comunidad Europea el registro de un producto
veterinario tiene las mismas exigencias que un producto para seres humanos. Debe
cumplir con los mismos pasos con el mismo nivel de exigencia.
Dentro de este marco, se ha revisado la composición de fármacos de uso veterinario y fármacos de uso humano. Algunos de aquellos que son comunes en composición (principio activo y excipientes) y concentración han sido excepcionalmente liberados para su uso en personas. Solamente un pequeño grupo de formulaciones de efedrina, pentoxifilina, estimulantes inmunitarios y algunos antimicrobianos han sido permitidos. No así la ivermectina.
lunes 02 de diciembre de 2024