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SUSCRIBITE A mediados de diciembre, la Mesa de las Carnes (que es integrada por unas 30 asociaciones ligadas a distintos eslabones de esta cadena) emitió un comunicado en el cual asegura que “la producción de carnes bovinas, porcina, ovina y aviar puede aumentar más de un 40% al año 2025”.
¿Cómo es esto? La entidad que hoy coordina el ex presidente de CRA, Dardo Chiesa, explicó recientemente que -de instrumentarse el paquete de medidas tecnológicas, financieras y políticas “adecuado”- el conjunto de las cadenas pecuarias pasaría de producir 6 millones a más de 8,5millones de toneladas.
Así, este sector estratégico para la economía nacional (tal como lo describiera incluso el actual presidente de la Nación, Alberto Fernández) estaría enviando al mercado interno 5,8 millones (equivalente a 118 kg / habitante / año) y exportando más de 2,8 millones, con un ingreso cercano a los U$S 10 mil millones.
Vale decir también que desde el comunicado se asegura que el crecimiento proyectado implica mantener el nivel de consumo de carnes de nuestro país entre los más altos del mundo. Asimismo, se hace un fuerte hincapié en un concepto estratégico para distintos actores, entre ellos el de la sanidad animal a través de los veterinarios: “Los aumentos de producción a alcanzar contemplan las Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) que hacen que el sistema de producción cárnica sea más amigable con el ambiente al secuestrar más carbono y emitir menos gases efecto invernadero por unidad de producto”.
Más allá de destacar que el crecimiento de todas las carnes permitiría crear más de 200.000 nuevos empleos de calidad, desde la Mesa de las Carnes se insistió en que “todo esto se puede dar con un adecuado marco de políticas públicas y el compromiso de todos los eslabones de la cadena de invertir y motorizar el crecimiento de sus negocios”.
Sin hacer referencia explícita al incremento de las retenciones a los productos agrícolas, la entidad que integra a las asociaciones de las 4 principales carnes de nuestra país, sostiene que estas actividades agregan valor a la producción agrícola y forrajera, a través de la transformación de pasturas, pastos naturales, granos y verdeos, en proteína animal.
“Para lograr los niveles productivos señalados en carne vacuna es imperioso aumentar la producción de pasto en un 40%, valor lograble en función de lo que ya hacen los productores promedio”, aseguran desde la Mesa de las Carnes.
Y agregan: “El pasto y los granos son aliados estratégicos para poder crecer: del total del alimento de un novillo terminado en corral, el 90% de su energía proviene del pasto. En el caso de los pollos, hay un consumo de maíz 3,8 millones de toneladas anuales y de soja, 1,65 millones de toneladas, entre pellet y poroto”.
Finalmente, el documento presentado por la Mesa de las Carnes promediando el pasado mes de diciembre asegura que las tecnologías de producción están disponibles para llevar a cabo el crecimiento descripto.
Pero agrega: “Para poder aprovechar la oportunidad y alcanzar los objetivos serán necesarias acciones y compromisos por parte de los privados, medidas y acciones de políticas oficiales, y dialogo e interacción público – privada de alto nivel para alcanzar las mejores soluciones y enfrentar eventuales problemas”.
Si bien los lineamientos generales de la propuesta elaborada por cerca de 30 entidades ligadas al sector están disponibles en el Documento Completo que puede solicitarse vía [email protected], a continuación, compartiremos algunos de los planteos realizados.
Más allá de esto y entre las herramientas necesarias para avanzar en este camino, la Mesa de las Carnes enumeró las siguientes:
¿Qué ocurrirá a futuro? Difícil predecirlo, pero sin dudas el vínculo entre el actual Gobierno con “el Campo”, específicamente representado por aquellos que forman parte de la producción de carnes, será parte de la gran cartelera de las noticias y los intercambios a lo largo de todo el verano.
LA CLAVE RADICA EN AUMENTAR LA EFICIENCIA PRODUCTIVA
Tal como lo asegura la Mesa de las Carnes en el documento compartido a la prensa a mediados de diciembre de 2019, existe una enorme oportunidad de crecimiento de las cadenas de carne bovina, aviar, porcina y ovina.
“La misma está motorizada por el enorme aumento de la demanda global de proteínas animales, impulsada principalmente por los mercados asiáticos, además de los otros emergentes, así como los nichos de mercado de alto valor adquisitivo como UE, USA entre otros o productos de valor diferenciado (orgánicos, cortes Premium)”, aseguraron desde la entidad coordinada por Dardo Chiesa, ex presidente de CRA. Asimismo, repasaron, actividad por actividad, las expectativas y previsiones a futuro, de seguirse un programa que contemple políticas activas que lo favorezcan.
De los 53,5 millones de cabezas actuales, se puede pasar a 58/60 millones de cabezas, alcanzar un 70% de relación ternero /vaca y un peso medio de faena de 250 kg por res (similar a Uruguay). Ambos índices productivos son necesarios para llegar a un volumen de producción de 4,5 millones de toneladas, de las cuales se podrían consumir 2,5 millones en el mercado interno y 2 millones a la exportación alcanzando ingreso de divisas cercanas a los US$ 9 mil millones.
Producimos 3,1 millones de Tn. y se destetan un 62% sobre vientres entorados con un peso medio de faena de 228 kilos res / cab. Los aumentos de producción a alcanzar, contemplando las Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) harían que el sistema ganadero bovino sea más amigable con el ambiente, al secuestrar más carbono y emitir menos gases efecto invernadero por unidad de producto.
Con un crecimiento estimado del 18% al 2025, a una tasa del 4% anual, la producción de carne de pollos crecería a 2,75 millones de toneladas, de las cuales se espera que 2,3 millones se orienten al mercado interno a razón de 48,4 kg/habitante/año y 450 mil se destinen a las exportaciones con ingreso de divisas en valores cercanos a los U$S 850 millones. El stock de pollos en crianza y reproductoras en producción, será de 165.000.000 (millones de aves en ciclo continuo).
El sector porcino es uno de los que puede tener un crecimiento más explosivo, por demanda externa y condiciones naturales de la actividad: se espera duplicar el volumen producido alcanzando 1,3 millones de toneladas, de las cuales esperan enviar al mercado interno cerca de 1 millón de toneladas y 300 mil a las exportaciones, ingresando divisas por más de U$S 600 millones.
A partir de un stock de 15 millones de cabezas, la producción de carne ovina se estima en 55 mil toneladas y se espera un crecimiento del 4% anual, llegando en el 2025 a 75.000 tn.